Buscar este blog

ANUNCIO


DEBIDO A PROBLEMAS EN EL SERVIDOR DE DIVSHARE. LA MAYORÍA DE
LOS AUDIOS ANTERIORMENTE SUBIDOS SE HAN
PERDIDO.


A PARTIR DE ESTE MOMENTO ESTAREMOS EN UN NUEVO SERVIDOR
ACTUALIZANDO TODO EN LA PÁGINA


DISCÚLPENOS POR LA DEMORA EN LA SUBIDA DE NUEVOS TEMAS.


ATTE: ICLV






TU MAYOR TESORO

TU MAYOR TESORO



El hombre ha estado investigando el origen de la vida y este ha sido tema de interminables discusiones e investigaciones. Y todas las pruebas solo llevan a teorías incomprobables.

Pero una cosa si es cierta; que cada uno de nosotros tiene el mismo origen por diferentes que seamos.

La pregunta seria.
Que se nos olvidó, que perdimos dentro de nosotros, que hace que continuamente estemos buscando el origen de la vida.

Porque tanta importancia en hallar lo que somos.

Muchos contestarían; nosotros fuimos creados por Dios porque la biblia lo dice. U otras respuestas.

Pero la pregunta no es esa.
La pregunta es: ¿Qué perdimos dentro de nosotros, que habiendo sido creados a imagen y semejanza de Dios, ahora no somos ni la sombra del diseño original?

La pérdida de nuestra verdadera esencia nos lleva a una interminable búsqueda de satisfacción y plenitud que no hayamos.

Que se nos olvidó que hace que siempre nos sintamos incompletos. Y estemos tras la búsqueda de más y más cosas, sea material, emocional o espiritual.

Si tenemos una casa, queremos que sea mejor.
Si tenemos un carro, queremos que sea mejor.
Si tenemos una buena esposa, queremos que sea mejor.

Pero esto no lo causa lo externo, sino la pérdida de nuestra verdadera identidad.
Cuando perdimos nuestra identidad, y cuál es la verdadera identidad del hombre.

¿Qué somos realmente?
Génesis 2
7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
8 Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado.

Génesis 3
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.

En génesis 2 dice que nos dio aliento de vida. En génesis 3 le dice al hombre que es polvo, no le dice que se convertirá o se volverá, sino que es.

Porque desde el momento que el hombre se dejó robar lo que verdaderamente era importante; automáticamente perdió el resto. ¿Y qué es el resto? Su verdadera esencia para gobernar, sojuzgar y señorear.
¿Entonces que perdió el hombre?
La vida eterna, o sea la vida que proviene de Dios cuando somos uno con ÉL.

Por lo tanto mientras que el hombre no busque ser uno con el padre, con el

Juan 17
11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.
13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.
14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

Tu mayor tesoro lo encontraras en la palabra. De resto, solo serás polvo, y el polvo no gobierna, no señorea, no sojuzga, no fructifica. A si digas que vives.

Juan 17
21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

La palabra más importante es perfectos en unidad, porque eso era lo que Adan tenia que cuidar siempre; la perfecta unidad con Dios.

Romanos 5
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.
14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.
16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.
17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
20 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia;
21 para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.


Nuestra sed interior solo será saciada cuando recibíamos la verdadera vida y alimento espiritual.

1 corintios 15
21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.
25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.




Juan 17
21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

Por eso tu mayor tesoro es ser uno con el padre por medio de su palabra, ya que por causa de lo que el Señor Jesús hizo por ti es que tienes derecho nuevamente a recuperar lo que habías perdido.

Tu verdadera identidad. Ser el ser más perfecto, mas especial, mas valioso creado por Dios.
Nuestra vida siempre tiene una necesidad de satisfacción. Y podemos hacer muchas cosas en la vida que son importantes y buenas. Pero siempre serán secundarios en cierto sentido.
Y hay cosas muy fundamentales que sorprendentemente se descuidan como si no existieran, o no tuvieran importancia como por ejemplo comprender la eternidad de nuestra esencia. Porque solo hay es donde verdaderamente señorearas, gobernaras sojuzgaras y fructificaras.

Juan 8
32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

La vida del hombre es solo polvo; o sea no es vida!, porque aun los ricos y los más poderosos, todos están indefensos delante de la muerte, simplemente son como una presa fácil, que viene la tumba y se los traga cual gigante.

También los más fuertes, los más astutos o los más sabios quedan tendidos ante los lazos de un simple sepulcro.
Por eso Nuestra única y verdadera gloria es conocerlo a Él, y unirnos en su vida eterna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario