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LOS AUDIOS ANTERIORMENTE SUBIDOS SE HAN
PERDIDO.


A PARTIR DE ESTE MOMENTO ESTAREMOS EN UN NUEVO SERVIDOR
ACTUALIZANDO TODO EN LA PÁGINA


DISCÚLPENOS POR LA DEMORA EN LA SUBIDA DE NUEVOS TEMAS.


ATTE: ICLV






VESTIDURAS PARA SENTARSE A LA MESA

VESTIDURAS PARA SENTARSE A LA MESA




MATEO 22
8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos.
9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis.
10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda.
12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.
13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.




Zacarías 3
7 Así dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te daré lugar.







































































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ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 6

ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 6





Jeremías 1
4 Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:
5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
6 Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.
8 No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.
9 Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.

Cuando Dios le habla a jeremías le dice que será puesto sobre naciones y sobre reinos.
Pero lo más importante no es ser puesto sino que estés ungido para ser puesto sobre esos reinos y naciones, por eso Dios le dice a jeremías

Jeremías 1
9 Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
Pero tenemos que tener en cuenta que las palabras de Dios no es una simple oratoria, sino que son vida. SON REALES porque todo lo que el habla tiene una existencia


¿Cómo sabemos que sus palabras han sido puestas en nosotros?

Por nuestro estilo de vida, nuestra manera de pensar, mas no por los dones.

Salmos 1
1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;



LA CAÍDA DE LA SOBERBIA

La historia de un niño que anda exhibiéndose para lucir, ante quienes lo ven, su ropa nueva; pero al tropezar en un charco llora lo más fuerte que puede, al ver que su vestido nuevo estaba muy sucio por la tierra y por el lodo del piso.

De parecida manera, Dios ha puesto en ti muchos dones y talentos, muchas cualidades o virtudes. Puede ser que al pensar en estas cosas te jactes por ellas y desdeñes a quienes no las tienen, como lo hicieron Roboam y Nabucodonosor al pensar en su respectiva grandeza, y como ellos cayeron, así también tú caigas.

Y puede ser que cuando estés caído, en lugar de hacer alarde de lo que tenías y en lugar de jactarte por ello, te pongas a llorar como aquel niño imprudente: porque tu traje de muchos colores se ha ensuciado y se ha manchado en la caída.

Salmos 138
6 Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.


Otra manera de saber que hemos sido llamados y que las palabras de Dios han sido puestas en mi boca es sabiendo que somos parte del cuerpo de Cristo y no que somos únicos o especiales en el sentido del individualismo.

EFESIOS 4
11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

EL ALFILER Y LA AGUJA
Un alfiler y una aguja encontrándose en una cesta de labores y no teniendo nada qué hacer, empezaron a reñir, como suele suceder entre gentes ociosas, entablándose la siguiente disputa:
¿De qué utilidad eres tú? Dijo el alfiler a la aguja; y ¿cómo piensas pasar la vida sin cabeza?
—Y a ti — respondió la aguja en tono agudo—,
¿de qué te sirve la cabeza si no tienes ojo?
— Y de qué te sirve un ojo si siempre tienes algo en él?
—Pues yo, con algo en mi ojo, puedo hacer mucho más que tú.
—Sí; pero tu vida será muy corta, pues depende de tu hilo.

Mientras hablaban así el alfiler y la aguja, entró una niña deseando coser, tomó la aguja y echó mano a la obra por algunos momentos; pero tuvo la mala suerte de que se rompiera el ojo de la aguja. Después cogió el alfiler, y atándole el hilo a la cabeza procuró acabar su labor; pero tal fue la fuerza empleada que le arrancó la cabeza y disgustada lo echó con la aguja en la cesta y se fue.

—Con que aquí estamos de nuevo — se dijeron—, parece que el infortunio nos ha hecho comprender nuestra pequeñez; no tenemos ya motivo para reñir.

—¡Cómo nos asemejamos a los seres humanos que disputan acerca de sus dones y aptitudes hasta que los pierden, y luego...echados en el polvo, como nosotros, descubren que son hermanos!

JEREMÍAS 1
8 No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.
9 Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.

La destrucción de los enemigos
Se cuenta que cierto emperador chino, cuando le avisaron que en una de las provincias de su imperio había una insurrección, dijo a los ministros de su gobierno y a los jefes militares que lo rodeaban: “
Vamos. Seguidme. Pronto destruiré a mis enemigos.” Cuando el emperador y sus tropas llegaron a donde estaban los rebeldes, él trató afablemente a éstos, quienes, por gratitud, se sometieron a él de nuevo.

Todos los que formaban el séquito del emperador pensaron que él ordenaría la inmediata ejecución de todos aquellos que se habían sublevado contra él; pero se sorprendieron en gran manera al ver que el emperador trataba humanitariamente y hasta con cariño a quienes habían sido rebeldes.

Entonces el primer ministro preguntó con enojo al emperador: “¿De esta manera cumple vuestra Excelencia su promesa? Dijisteis que veníamos a destruir a vuestros enemigos. Los habéis perdonado a todos, y a muchos hasta con cariño los habéis tratado.
Entonces el emperador, con actitud generosa, dijo: “Os prometí destruir a mis enemigos; y todos vosotros veis que ya nadie es enemigo mío: a todos los he hecho mis amigos.”

Pero para todo esto tu primero tiene que probar el amor de Dios en tu vida. No solo en las bendiciones que él te da, sino en las veces que él te perdona y como lo hace.


EL ATEO
Un ateo dictaba una conferencia ante un gran auditorio, y después de haber finalizado su discurso, invitó a cualquiera que tuviese preguntas a que subiera a la plataforma.
Después de unos momentos un hombre que había sido bien conocido en la localidad por su afición a las bebidas embriagantes, pero que había sido salvo recientemente, aceptó la invitación, y sacando una naranja del bolsillo comenzó a pelarla lentamente.

El conferencista le pidió que hiciera la pregunta; pero el hombre continuó imperturbable pelando la naranja, al término de lo cual, se la comió. Cuando terminó de comérsela se volvió al conferencista y le preguntó:

— ¿Estaba dulce o agria?
—No me pregunte tonterías— respondió el orador con señales evidentes de enojo—. ¿Cómo puedo saber el gusto si no la he probado?
El borracho convertido respondió entonces:
—Y ¿Cómo puede usted saber algo de Cristo si nunca lo ha probado?

Jeremías 1
7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.
8 No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.
9 Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.

"Y DIJO DIOS" ES EL SECRETO MAS GRANDE DEL ÉXITO

Y DIJO DIOS





Una de las cosas que actualmente se ve, es lo difícil escuchar la voz de Dios. No es porque él no hable, sino porque nuestros oídos dejaron de oír a su creador, y todo por causa del pecado que nos aleja de Dios.

Génesis 1
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Todo lo creado siempre se mueve bajo el principio de la voz de Dios, por lo tanto todo cuanto existe tiene el don más grande.

Salmos 33
6 Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
7 El junta como montón las aguas del mar; El pone en depósitos los abismos.
8 Tema a Jehová toda la tierra; Teman delante de él todos los habitantes del mundo.
9 Porque él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió.

Por cuanto dice la palabra que En el principio creó Dios los cielos y la tierra. También todo lo creo con la facultad más grande, y es la capacidad de reconocer que son creados, y que por lo tanto existe un creador.

Salmos 19
1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
2 Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría.

Salmos 69
34 Alábenle los cielos y la tierra, Los mares, y todo lo que se mueve en ellos.
35 Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá; Y habitarán allí, y la poseerán.


Salmos 148
7 Alabad a Jehová desde la tierra, Los monstruos marinos y todos los abismos;
8 El fuego y el granizo, la nieve y el vapor, El viento de tempestad que ejecuta su palabra;
9 Los montes y todos los collados, El árbol de fruto y todos los cedros;
10 La bestia y todo animal, Reptiles y volátiles;
11 Los reyes de la tierra y todos los pueblos, Los príncipes y todos los jueces de la tierra;
12 Los jóvenes y también las doncellas, Los ancianos y los niños.
13 Alaben el nombre de Jehová, Porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos.
14 El ha exaltado el poderío de su pueblo; Alábenle todos sus santos, los hijos de Israel, El pueblo a él cercano. Aleluya.

Salmos 135
6 Todo lo que Jehová quiere, lo hace, En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
7 Hace subir las nubes de los extremos de la tierra; Hace los relámpagos para la lluvia; Saca de sus depósitos los vientos.

El poder de las palabras de DIOS.

Salmos 147
8 El es quien cubre de nubes los cielos, El que prepara la lluvia para la tierra, El que hace a los montes producir hierba.
9 El da a la bestia su mantenimiento, Y a los hijos de los cuervos que claman.
10 No se deleita en la fuerza del caballo, Ni se complace en la agilidad del hombre.
11 Se complace Jehová en los que le temen, Y en los que esperan en su misericordia.

Muchos de los que dicen que han estado en el cielo dicen que hasta las flores cantan.

Salmos 8
1 ¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos;

EL juicio por no escuchar

Salmos 51
4 Convocará a los cielos de arriba, Y a la tierra, para juzgar a su pueblo.
5 Juntadme mis santos, Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio.
6 Y los cielos declararán su justicia, Porque Dios es el juez. Selah
7 Oye, pueblo mío, y hablaré; Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo.
8 No te reprenderé por tus sacrificios, Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí.
9 No tomaré de tu casa becerros, Ni machos cabríos de tus apriscos.
10 Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales en los collados.
11 Conozco a todas las aves de los montes, Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece.
12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su plenitud.
13 ¿He de comer yo carne de toros, O de beber sangre de machos cabríos?
14 Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo;
15 E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.
16 Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca?
17 Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras.
18 Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu parte.
19 Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño.
20 Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; Contra el hijo de tu madre ponías infamia.
21 Estas cosas hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.
22 Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, No sea que os despedace, y no haya quien os libre.
23 El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.

El don más grande es el de poder escuchar, pero no escuchar cualquier cosa. Sino el de escuchar la voz de su creador

Juan 7
17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.

El señor Jesús dijo

Juan 8
26 Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo.
27 Pero no entendieron que les hablaba del Padre.

Cuando dejas de ver al hombre que murió y veas al hijo del Dios viviente

Juan 8
28 Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.
29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.


¿Por qué quieres escuchar la voz de Dios?
¿Para qué quieres escuchar la voz de Dios?
Juan 8
38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.
39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.
40 Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham.
41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.
42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.
43 Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.
44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
45 Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis.
46 Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.

Marcos 4
9 Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.

Cuando tú oído no está preparado para oír

Lucas 4
28 Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira;
29 y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.

Tú echaras fuera de ti al señor Jesús por cuanto tú no puedes aceptar las promesas ni el gobierno del Señor en tu vida puesto que él no te entrega sabiduría, justicia, santificación, y redención, sino que el mismo es tu sabiduría, justificación y redención.

1 corintios 1
30 Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.

Jeremías 1
4 Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:
5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
6 Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE
Esa unción es tener el don de escucharle.
Porque el que tiene el don es aquel que tiene la capacidad de hacer lo que el padre le dice, cuando lo dice y como lo dice.

Muchos reciben sanidad, milagros, ministerios, regalos, pero pocos reciben el don de escuchar.

Marcos 4
11 Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas;
12 para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.

ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 5

ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 5




Jeremías 1
4 Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:
5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
6 Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

1 corintios 1
30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.

Cristo ha sido hecho nuestra redención
Cristo no sólo ha venido a ser nuestra justicia y nuestra santificación de parte de Dios, sino también nuestra redención.
¿pero que es redención o redimir?
Redimir es pagar para recobrar algo, o libertar a alguien pagando un rescate.

Existen tres elementos indispensables en todo acto de redención.
El primero es la persona redimida, el segundo es la persona que redime y el tercero es el precio de esa redención.

Primero que todo.
¿Por qué necesitamos ser redimidos?
Porque todos fuimos vendidos al pecado por causa de un solo hombre.

Romanos 5
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

Romanos 7
14 Porque sabemos que la ley es espiritual; más yo soy carnal, vendido al pecado.
15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.

¿Necesitamos ser redimidos de qué?
De la muerte por causa del pecado.

1 corintios 15
21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.
25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.
27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas.
28 Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

¿Pero cómo sabemos que el señor Jesús es nuestro redentor?

Mateo 20
28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

1 Timoteo 2
4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
7 Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad.

Teniendo claro lo primero, ahora debemos entender que el Señor Jesús no sólo es nuestro Redentor sino también nuestra redención.

Si únicamente fuera nuestro Redentor, permanecería separado de los redimidos.

Pero el Señor Jesús no sólo es nuestro Redentor, sino también nuestra redención.

¿Pero cuál es el motivo de que no solamente sea nuestro Redentor, sino que también sea nuestra redención?

significa que al ser redimidos no nos unimos a una acción, sino a una persona.

Cuando fuimos redimidos, el Señor se hizo uno con nosotros.

Juan 17
18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,
21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

Porque cuando él es en nosotros nuestra redención, es que podremos manifestar la gloria del padre, y no la nuestra, como lo vimos anteriormente.

Juan 7
17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.

Por lo tanto si tú quieres moverte como el señor Jesús se movía en esta tierra; tienes que ser uno en Cristo, para que así se pueda cumplir lo que dice la palabra en jeremías; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. Y todo para que puedas ver y andar en tu vida manifestando la gloria de Dios.

Juan 17
22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.

Por eso todo aquel que ha experimentado una redención completa. Cuando Dios lo mira, no ve a la persona, sino a Cristo.

Cristo es el Cordero sacrificado; Su sangre elimina delante de Dios la lista de pecados del hombre. Cuando alguien se acerca a Dios por medio de Cristo, Dios ya no lo condena, pues Cristo ha satisfecho, en lugar del hombre, Sus justos requerimientos. Cristo sufrió el castigo por el pecado en lugar del hombre. Por eso, cuando éste recibe a Cristo, obtiene la redención. Cuando Dios ve a Cristo, ve la redención.


Por aso la importancia no solo de que Cristo se nuestro redentor sino que también se nuestra redención; porque si solo fura nuestro redentor tu nunca podrías estar delante de la presencia de Dios, ya que nosotros continuamente pecamos, y después de que el vino el asunto es peor.

Mateo 5
27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.
28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

Ya que si el solo fuera tú redentor, el redentor paga hasta donde debías, pero si vuelves a deber estas en deuda.

Romanos 8
22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón;
23 porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.

Por lo tanto Cristo dentro de ti, no sólo es nuestro redentor ante Dios, sino también la redención en nosotros. Ya que es la única manera de mostrarnos justos delante de Dios.

Mateo 11
27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
El padre te ve a ti, pero solo a través de Cristo.

¿Cuál es el motivo de que el Señor Jesús sea nuestro redentor y sea hecho redención en nosotros?

Es porque solo a través de Cristo es que tú tienes la capacidad de oírle para obedecerle

Juan 5
19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.
21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.
22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,
23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.

ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 4

ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 4




Jeremías 1
4 Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:
5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
6 Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

1 corintios 1
30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.

Ya hemos dicho que Cristo llega a ser en nuestra sabiduría. Pero también es nuestra justicia, santificación y redención.
¿Cuál es el significado de esto?
Primero hablaremos de lo que es la justicia.

Cristo ha sido hecho nuestra justicia
Por eso para presentarnos delante de Dios se requiere justicia, o sea ser justos
Si no tuviéramos que presentarnos ante Dios, el asunto de la justicia no sería tan importante.

Cuando un hombre se presenta ante Dios, debe ser justo, pues esta se relaciona con Dios cada vez que nos acercamos a Él.
Llenas de pecado están vuestras manos. No oirá tu oración.

Isaías 1
15 Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
16 Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;
17 aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.
18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
19 Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;
20 si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.

Aunque tenga un deseo genuino de crecer y avanzar en el camino del Señor, lo único que experimentara son altibajos, todo por causa de no tener claridad acerca de la justicia.
La justicia es un asunto sencillo pero fundamental.

Si no podemos ver claramente esto, no tendremos paz y siempre tendremos dificultades.
Esto nos llevara a que nos sentimos inseguros de una respuesta al acercarnos a Dios, y por eso tomamos nuestra buena conducta y la confundimos como justicia y base para nuestra relación con Dios.

Algunos creen que sólo si actúan bien y observan buena conducta, están en el marco de la justicia. Estos son los que toman su conducta como justicia.

El día que Dios abra nuestros ojos, entenderemos que para El, nuestra justicia no tiene nada que ver con nuestra conducta y que éstas son dos cosas completamente diferentes.

1 juan 2
28 Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.
29 Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.

Anteriormente creíamos que cuando veníamos a Dios, nuestra conducta era nuestra justicia. Pero ahora vemos que para acercarnos a Dios, nuestra justicia es Cristo.

Nuestra justicia ya no es nuestra conducta, sino que es Cristo.

Ante Dios nuestra justicia es Cristo. Podemos mejorar nuestra conducta pero no nuestra justicia, ya que ésta siempre es perfecta, por cuanto no es la nuestra, sino la del Señor Jesús.

Entonces como nuestra justicia es Cristo, podemos acercarnos a Dios por medio de ella. Nuestra conducta no está libre de transgresiones; pero nuestra justicia sí lo está, pues nuestra justicia es Cristo.
Nuestra conducta es nuestra justicia delante de los hombres, pero delante de Dios es el señor Jesús.

Debemos entender que el hecho de que Cristo sea nuestra justicia es la salvación más grande.
Dios ha resuelto el asunto de la justicia por nosotros.
Ya que la justicia siempre exige un pago o indemnización. Y la paga del pecado es la muerte.

Romanos 7
23 Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

La razón por la que somos dignos de presentarnos ante Dios hoy, será la misma dentro de diez años; pues nuestra justicia delante de Dios no es nuestra conducta, sino Cristo.

Si alguien no recibe la revelación de que Cristo es su justicia, no será capaz de acercarse confiadamente a Dios.
Necesitamos ver que la persona de Cristo es nuestra justicia. Debemos recordar que cuando nos presentamos ante Dios, nuestra justicia no es nuestra buena conducta, pues nuestra justicia no es una cosa, sino una persona, y es Cristo.

1 corintios 1
30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;

CRISTO HA SIDO HECHO NUESTRA SANTIFICACIÓN
Delante de Dios no nos justifica nuestra buena conducta. Sin embargo, no debemos ser descuidados.
Nuestra justicia delante de Dios está asegurada.

¿Pero qué debemos hacer con respecto a nuestra conducta y nuestro modo de vivir? Debemos tener presente que Dios no sólo ha hecho a Cristo nuestra justicia, sino también nuestra santificación, la cual tampoco es una cosa ni una condición, sino una persona, Cristo.

Dios ha hecho a Cristo nuestra santificación.
Hay muchos conceptos acerca de la santificación.

Piensan que Cristo les ayuda a ser santos, que los que cumplen las leyes son santos, que por que se apartan del mundo son santos, Pablo mismo dice que aunque hacen cosas buenas eso nos los conduce a ningún lado.

1 Corintios 1:30 se nos dice que Dios ha hecho a Cristo nuestra santificación.
No tenemos que tratar de santificarnos por nuestros propios esfuerzos ni con la ayuda de Cristo, pues Cristo mismo es nuestra santificación. Nuestra santificación es la persona de Cristo, en nosotros y no solo su ayuda. Porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

Efesios 2
10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Otras personas piensan que la santificación se obtiene gracias a que Cristo les da el poder para hacerlo. Oran pidiendo que el Señor les conceda tal poder, para así poder santificarse. Pero la Palabra de Dios no dice esto, sino que claramente establece que Dios ha hecho a Cristo nuestra santificación.
Nuestra santificación es un don, una persona, y no el resultado del poder de Dios.

Si no tenemos esta visión, no podremos ver la gran diferencia que existe entre estos dos conceptos.

Necesitamos la luz de Dios para ver que Cristo no nos ayuda a ser santos, ni nos da el poder para lograrlo, sino que Él es nuestra santificación.

Cuando dice sed santos está diciendo que tienes que tener a Cristo en tu vida.

Lo que consideramos una cosa es en realidad una persona. Nuestra santificación es una persona: es Cristo.

¿Tiene el poder el Señor Jesús de santificarnos?
Sí.
¿Entonces por qué seguimos siendo tan débiles ante el pecado?
Porque lo que queremos es que él nos limpie y nos santifique, no que nos gobierne.
Porque cuando tú quieres la santificación independiente del gobierno, es porque te gusta tener todo lo que él te ofrece, mas no a él en tu vida.

Por eso es que muchos viven en una aparente santidad por fuera; eso si, no le hacen mal a nadie, ayudan, pero por dentro esta ese deleite por el pecado aunque muchas veces no se llega a manifestar exteriormente.

Por eso aunque pedimos y sabemos que por la sangre de Cristo es que somos limpios; es que seguimos en el mismo pecado.

Lo único que podemos hacer es algo externo y considerarlo como santidad. Sin embargo, interiormente sabemos que eso no es genuino.

Lucas 11
39 Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad.
40 Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de adentro?

Dios nos enseña; sed santos por dentro y por fuera. Pero no es el poder de Cristo lo que nos hace santos, sino Cristo mismo. El poder de Cristo nos limpia que es muy diferente a vivir en santidad.

Porque por nosotros mismos no podemos producir santidad. Aunque el Señor nos diera el poder para hacerlo, aun así no podríamos, ya que como vimos anteriormente él es nuestra sabiduría; y lo único que haríamos es lo mismo que hizo Adán y Eva. Fue entregarle todo al enemigo.

¿Cuál es el significado de que Cristo sea mi santificación?

Significa que lo único que deseo es que Cristo viva en plenitud en mí, ya que él es el único que tiene palabras de vida. Continuamente, y alimento del cielo.

Si pedimos el poder de Dios para ser santos, tal vez podamos ser santos por algún tiempo, pero tal santidad, será sólo el resultado de un buen comportamiento, de una buena actitud y de una buena intención; pero no será Cristo en mí.

Por eso cuando el Señor Jesús sano a los diez leprosos ve que solo uno regreso.
Los demás no permitieron que viniera la verdadera sanidad; que es ser limpios de la lepra del alma.
Por eso una de las cosas que debemos entender es que después de acudir al Señor, empezamos a ser santos, limpios. Pero tal santidad no será una labor, sino una persona viviente: Cristo mismo en nosotros.

Por eso no es un conjunto de cualidades, No son experiencias fragmentarias, sino una persona. Por lo tanto, si no tenemos a Cristo, no tenemos nada.
Cuando tenemos a Cristo como nuestra vida interior, El responde a todas las exigencias externas. Esta vida es una sola, pero según aparezcan las diversas circunstancias, se manifiesta en diferentes formas. Cuando el orgullo se presenta, Cristo se manifiesta como nuestra humildad. Si tenemos ansiedad, Cristo se expresa como nuestra paciencia. Y si el celo se levanta, El se manifiesta en forma de amor.

De aquí que las muchas virtudes tuyas no corresponden a tu propio comportamiento, sino a la respuesta de Cristo cuando habita en tu corazón.

Por lo tanto, la vida cristiana es un asunto que depende de cuánto sabemos de Cristo, no de nuestra humildad ni paciencia ni mansedumbre. Todo depende de Cristo.

Cuanto más conozcamos y tengamos a Cristo, más veremos que nuestras cualidades son el fluir de Él.

Todo lo que fluye de nuestro interior es Cristo. Las condiciones pueden variar, pero la provisión interior es la misma. Las manifestaciones exteriores son diferentes, pero la naturaleza es la misma.

Juan 7
37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

Señor, gracias porque ahora entiendo que Tu eres quien debe actuar; eres mi justicia eres mi santificación.
Dile deseo que vivas y seas tú en mi”.

SIENDO PERSONAS EXITOSAS

SIENDO PERSONAS EXITOSAS



Primero que todo debemos entender lo que es éxito y exitoso
El éxito no existe. Solo es el resultado de un estilo de vida con pensamiento libre, manera de actuar ordenada, y una mentalidad organizada.

Gálatas 5
13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.
14 Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

¿Qué es darle ocasión a la carne?

Es ser ocioso
Y ser ocioso es una persona que pudiendo hacer mucho prefiere no hacer nada.
Y al que no le gusta hacer nada, éste es el que la biblia llama como simple y el simple o desocupado es al que le da ocasión a la carne.

Proverbios 28
19 El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los ociosos se llenará de pobreza.
20 El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones; Mas el que se apresura a enriquecerse no será sin culpa.

¿Cuál es la tierra?
Tú mismo
Cual es aquel hombre de verdad el que se preocupa por que en su tierra haya buena semilla

Gálatas 5
13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.
14 Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Lugo dice que toda la ley está en amar al prójimo, pero aquí esta lo curioso ya que dice que uno debe amar al prójimo como a uno mismo.
El punto es, cuanto te amas y como te amas.

Porque para ser una persona de éxito, primero tienes que vasar tu vida en la ley de la siembra y la cosecha, pero sobre ti mismo

¿Qué quieres cosechar de ti mismo?

Proverbios 22:4
4 Riquezas, honra y vida Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.

¿Que estas sembrando en ti mismo?

Salmos 112
1 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
2 Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita.
3 Bienes y riquezas hay en su casa, Y su justicia permanece para siempre.

Gente que llega a las cosas de Dios pero no llegan a la tierra prometida.
Y no porque Dios no quisiera, sino porque ellos sembraban en sí mismos duda, miedo, y fracaso.

Efectos 4
27 ni deis lugar al diablo.
28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.

Cuando tu no siembras en ti la palabra te estas robando a ti mismo.

Porque cuando llegue la oportunidad y si tú no estás preparado quedaras sin recompensa alguna
Porque cuando viene el tiempo de la cosecha y tú no tienes nada sembrado en tu tierra, ¿Qué fruto vas a ver?
Ninguno, porque tu tierra es un desierto en el cual no hay nada que recoger.

Como dice

2 pedro 1
8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
9 Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.
10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
11 Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

La voluntad de Dios es que alcancemos sus promesas, y él está siempre con nosotros para ayudarnos, más no para hacer lo que tenemos que hacer nosotros. Ya que de esta forma es que glorificamos al padre.

El no alcanzar los objetivos que Dios tiene en su palabra para nuestra vida hace ver a Dios como un mentiroso.

Incluso el no alcanzar los objetivos que Dios tiene para nuestra vida, es una manifestación de que nos oponemos a la verdad, y el oponerse a la verdad hace que la ira de Dios este sobre nosotros.

¿Cuál es la verdad?

Gálatas 5
13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

Fuimos llamados a ser libres en todo y con todo.

3 Juan 2
2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.

Pero dice en los dos versículos; en uno llamados a libertad, y en el otro; deseo que seas prosperado.

Dios te llama a libertad, no te pone en la libertad, porque es el principio de fe, ien el otro dice que desea no que le da.

Pero en los dos casos se te ofrece algo que si existe, pero que no viene a ti sino que se te dice que tú tienes que actuar para tomarlo.

Por eso el éxito no trates de encontrarlo en nada, ya que solo es el resultado delo que tu siembres en tu vida.

Dios se alegrara contigo porque hoy tú tomas la decisión de ser pueblo esforzado y valiente, pueblo llamado a la libertad. Que no te dejas acobardar del enemigo, que vas es por tus promesas, y que no eres en nada ocioso para que el enemigo no pueda tomar ocasión de destruirte, sino que tu hoy tomas la espada para destruir las fortalezas del enemigo.

Isaías 65
19 Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor.
20 No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito.
21 Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas.
22 No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos.
23 No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos.
24 Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.

ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 3

ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 3




Jeremías 1
4 Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:
5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
6 Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

1 corintios 1
30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.

Ya vimos lo que significa que Cristo sea nuestra vida.

Ahora es entender lo que significa; que Cristo llega a ser nuestra sabiduría de parte de Dios.

La pregunta sería.
¿Cuantas sabidurías conoce?
¿Tienen una sabiduría aparte de la suya propia?
¿Ha recibido al Señor Jesús como su sabiduría?
¿Ha tomado alguna vez al Señor como su sabiduría y no solo como su salvador?
¿Cuánto han llegado a conocer en realidad la sabiduría que el Señor Jesús les da?
¿Cuántos distinguen una sabiduría de otra?

Como Dios le dijo a jeremías; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

Por eso La Biblia no dice que el Señor Jesús nos da sabiduría, ni que Dios nos da la sabiduría del Señor Jesús.

Tampoco dice que aunque una vez éramos ignorantes, ahora podemos entender y saber cómo hablar y actuar gracias a que Dios nos dio sabiduría.

No, la Biblia no dice esto; dice que Cristo viene a ser nuestra sabiduría de parte de Dios.
La frase “viene a ser” es la clave de todo. Podemos tomar la historia de Moisés y Aarón como un ejemplo de este hecho. Moisés tenía temor de hablar a los israelitas debido a su falta de elocuencia. El usó el pretexto ante Dios de que tenía dificultad para expresarse por causa de un defecto del habla. ¿Qué le respondió Dios? Le dijo: “¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? ... él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca...” (Ex. 4:14, 16).

¿Porque Dios acepto la excusa de Moisés?

Porque es el cumplimiento del cual habla pablo.
Que aun que llegamos a hablar mucho, quien tiene las palabras es Dios.

Este es el significado de que Aarón fuera la boca de Moisés. Aarón era la boca de Moisés, aunque la elocuencia o el don, fue entregado a Aarón.

Entendiendo esto, veremos lo que significa que Cristo llegue a ser nuestra sabiduría de parte de Dios. No quiere decir que Dios nos ha hecho sabios; sino que, Cristo Es Nuestra Sabiduría. Porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

Lo importante entonces no es ser sabios, sino que permitimos que el Señor sea nuestra sabiduría, y no confundir la sabiduría con los dones y talentos.
Por ejemplo, cuando estábamos en el mundo sin el señor Jesús, se nos presentaban retos y tropiezos; y solo podíamos reaccionábamos por nuestra propia cuenta.
Pero ahora sabemos que nos cuesta ser capaces de enfrentarlas y que no ya no podemos reaccionar por nuestra propia cuenta.

¿Qué debemos hacer entonces?

Debemos permitir que la vida del Señor reaccione por nosotros. Este no es asunto de ser mejores por nuestros medios; sino de que el Señor viva por nosotros.

Aron aunque era elocuente, siempre dependía para hablar de Dios únicamente de lo que Moisés le dijera.

El hecho de que Cristo sea nuestra sabiduría es comparable con el caso de Aarón y Moisés.

Pero no debemos pensar que una vez que Cristo viene a ser nuestra sabiduría, nos volvemos sabios. Debemos recordar que aun cuando Cristo se sea nuestra sabiduría, debemos escuchar lo mismo que Dios le dijo a Jeremías; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

Gálatas 2:
19 Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios.
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” Este es un hecho que nos muestra la forma en que el cristiano debe vivir.
Por eso debemos aprender a distinguir el don de la sabiduría.
Éste es el camino de la salvación. Dios no cambió la boca de Moisés, sino que le dio una nueva boca. Dios no cambia las bocas de las personas, sino que les da palabra nueva.

El no transforma al hombre insensato en sabio; sino que hace que Cristo mismo venga a ser su sabiduría.

Dios no transforma a hombres ignorantes en sabios; lo que hace es lograr que Cristo llegue a ser su sabiduría; Cristo mismo vino a ser nuestra sabiduría de parte de Dios.
Por eso David siempre habla de depender de Dios, que Dios es su confianza, su seguridad, su fortaleza, su sustento, su vida.

Salmos 32
10 Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.
11 Alegraos en Jehová y gozaos, justos; Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.

Salmos 139
1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos.
3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos.
4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
5 Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.
6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.
7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?

Y termina diciendo.

Salmos 139
23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;
24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.


Porque la prueba no está en el problema, la prueba esta, es en cuanto de Dios hay en ti.

Jeremías 1
6 Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.


Tal vez aun no estés consciente de quien esté actuando en ti, y la sabiduría con que estás actuando.

Por eso si tú dices que Cristo vive en ti. Tu única responsabilidad es poder escucharle para poder obedecerle.

No obstante, obedecerle no produce ningún cambio instantáneo, sino que simplemente comenzamos a ser barro en las manos del alfarero. Y como consecuencia, se desarrollará un nuevo carácter en nosotros.

Este es el modo en que llegamos a la medida y la estatura de Cristo.
No es para llegar a ser sabios como el, sino porque el por fin está en plenitud en nosotros.

Y todo esto es la obra del Espíritu Santo, quien nos hace piedras preciosas, para el Padre.

Además es el verdadero concepto de lo que significa ser transformado o vivir de gloria en gloria, y de victoria en victoria, porque cuando tu comprendas el concepto verdadero de lo que Dios le dijo a Jeremías; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. Sabrás que Dios nunca te llevara a la derrota ni al fracaso.

Ahora Cristo llega a ser en nuestra sabiduría pero dice; mediante tres asuntos: justicia, santificación y redención.

1 corintios 1
30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.

¿Cuál es el significado de estos asuntos?
Próximo tema.

ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 2

ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 2




Jeremías 1
4 Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:
5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
6 Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.
8 No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.
9 Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.
11 La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Veo una vara de almendro.
12 Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.

Ser ungido no solo es ser lleno del poder de Dios por medio del Espíritu Santo, sino que va más antes.

Jeremías 1
5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.

Es que Dios tiene primero que formarte de acuerdo al propósito que tiene contigo.
Por eso dice en romanos que todas las cosas nos ayudan para bien. Esto es para formarnos; tal vez como profetas, como apóstoles, como pastores, como maestros, y hasta como lijas.

Luego le dice a Jeremías que también lo había santificado

Jeremías 1
5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.

El punto no solo es saber lo que Dios ha hecho contigo, sino como te ha santificado, y el propósito del porque y el para que somos santificados

¿Cómo somos santificados?
Por medio de la sangre de Cristo únicamente, ya que por esa sangre es que somos limpios de todo pecado.

Pero lo que pocos entendemos es el propósito por el cual somos santificados.

El señor Jesús nos redimió por medio de su sangre para que pudiéramos cumplir el propósito de nuestro Padre celestial.

Juan 10
36 al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?
37 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis.
38 Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.

Por eso si tú no estás dispuesto a aceptar que solo por la sangre de Cristo es que tú eres santificado, mucho menos aceptaras que Dios te forme; en el desierto, para que seas soldado, y sirvas al propósito de Dios y no al tuyo. Y por lo tanto tampoco entenderemos ni podremos manejar el poder que se nos ha sido entregado. Que es lo que el enemigo no quiere que tu entiendas

Y todo porque muchas veces solo queremos esta palabra:

Juan 8
36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

Pero para que nuestro estomago sea llenado; y decimos.
Soy santo por fin se me va a arreglar la vida, soy santo puedo pedir casa, soy santo puedo entrar al reino de los cielos y tomar todo lo que quiera, soy santo, ya tengo derecho a tener riquezas.

Pero cuando viene la formación en nuestra nueva vida cristiana para el propósito de Dios; la palabra deja de hallar cabida en nosotros, y la mayoría claudica porque no entiende el propósito de su nacimiento, santificación, y llamamiento.

Porque si se comprendiera el nivel del propósito que Dios tiene con cada uno de nosotros; sabríamos que Dios nos puso sobre cualquier poder de este mundo.

Jeremías 1
10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.

Génesis 1
2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Génesis 1
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.
31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.


Porque Dios desde la creación te hizo para que estuvieras sobre todo lo que él había creado, para que así pudieras siempre honrar al padre.

ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 1

ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 1




Jeremías 1
4 Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:
5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
6 Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.
8 No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.
9 Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.
11 La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Veo una vara de almendro.
12 Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.

Primero que todo hemos sido llamados para ser llenos del poder de Dios, no para pertenecer a una comunidad religiosa, y ser religiosos. Sino para pertenecer al cuerpo de Cristo.

Jeremías 1
4 Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:

Cuando Dios habla es porque hay poder, y hay vida.
Cuando viene palabra de Jehová, es entender que es la misma palabra que creo los cielos y la tierra.

Si tu no comprendes esto, Dios nunca te hablará directamente a ti, sino que lo hará por medio de otros.
A Moisés le hablo directamente, a faraón por medio de Moisés.

Y decimos; Dios porque no me habla. Porque menospreciamos la palabra de Dios que es la misma palabra que creo los cielos y la tierra.

Preparados para ser ungidos.

Primero creer, luego siendo buenos administradores de esa gloria.

Lucas 24
49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
50 Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo.

Dios te saca del mundo pero te dice quédate quieto hasta que seamos llenos de poder.
Pero hay que saber para qué y cómo usar es poder, esa unción. Porque muchos al ver eso trataran de comprometerte para que por medio tuyo ellos tengan el poder que Dios no les ha dado.

¿Para qué se nos entrega la unción?

Romanos 9
17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.
18 De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.

Dios nos unge para honrar al padre, no para ayudar el que nosotros creemos que necesita ayuda.

Jeremías 1
5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
Dios llamo e Jeremías como profeta, no como pastor, maestro, evangelista, o benefactor.

Por eso debemos estar preparados para saber cómo vamos a usar esa unción.

Hechos 8
19 diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo.
20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.
21 No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.
22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón;
23 porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.

Porque muchos querrán que tú los ayudes pero Dios no te mando a eso, Dios te manda es a que con todo lo que hagas sea glorificado el padre.

Mateo 20
23 El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.

Cuidado con los que se te acercan, y tampoco tu vayas a buscarlos para entregarles a ellos lo que tú tienes. O para poder adquirir de lo que ellos tienen.

Dios se glorifico en faraón de una manera y en Moisés de otra.

TENIENDO PROBLEMAS CON LA PALABRA

Teniendo problemas con la palabra




Juan 3
11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.
12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?

La mayoría de veces no tenemos problemas con los mandamientos que están en la palabra de Dios, sino con las promesas.

Cuando dice la palabra no robaras; la mayoría no ve tropiezo en ello, o dificultad en cumplir ese y muchas más mandamientos y ordenanzas. Hasta los que se inventa.

Pero si cuesta horrores entender, asimilar y vivir conforme a lo celestial.


Una de las cosas que Dios nos dice cuando nos acercamos a él, es que nos apartemos de lo inmundo, pero también habla de que creamos, pero no como en el caso del joven endemoniado.

Marcos 9
23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.

Le dijo; señor creo pero no creo.

Por eso tú tienes que creer que si tú te acercas él no te echara fuera.

Juan 6
37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
¿Cuantos siguen pidiendo perdón por el mismo pecado?

Juan 8
23 Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.

Si tu sigues pidiendo perdón por lo que hiciste en tu vida antigua, pagas las consecuencias de lo que hiciste, por cuanto no has entendido que él te perdono e hizo suyos tus pecados, y no has aceptado vivir en el perdón que él te dio.

Por eso no puedes disfrutar de nada, por cuanto tienes problemas, no para dejar de pecar, sino para entender que el llevo los pecados tuyos, pero también las consecuencias. De ese pecado, que fue la muerte.

Mateo 8
2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
3 Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.
4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino vé, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.

¿Qué sucedió con este hombre, después de que su lepra desapareció?

El no pago ninguna consecuencia, ya que pudo de inmediato regresar a su tierra, ya no era errante, el comenzó a construir su nuevo futuro, pero como libre, no como esclavo. (Comenzó a construir su nuevo futuro, es lo que confundimos como consecuencias.)

¿Cuáles son las consecuencias de ser leproso?
Vivir desterrado.



Levítico 13
45 Y el leproso en quien hubiere llaga llevará vestidos rasgados y su cabeza descubierta, y embozado pregonará: ¡Inmundo! ¡inmundo!
46 Todo el tiempo que la llaga estuviere en él, será inmundo; estará impuro, y habitará solo; fuera del campamento será su morada.

Pero cuando eres limpio es cuando eres libre, tal vez para empezar de cero, pero puedes empezar. Mientras que las consecuencias del leproso jamás le permitirán avanzar en nada.

No confundas este principio. Porque el problema es si quieres empezar.

Juan 8
24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.

El señor Jesús le dijo al leproso, cumple la ley, pero luego de que fuera limpio, libre, sano, y restituido su derecho a estar en su verdadera tierra.

2 Timoteo 1
9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
10 pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio,

Y nosotros no solamente hacemos lo contrario, sino que pensamos que por cumplir la ley es que podemos ser limpios, y que todo sea restituido.

Romanos 9
11 (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama),

Por eso es que tenemos tantos problemas con la palabra de Dios.
Y es por que aceptamos sus mandamientos pero no sus promesas. Y mucho menos entendemos que somos libres para empezar de nuevo.
Tel ves a ti hoy te toque empezar de cero.
¿Pero no es mejor empezar de cero, que vivir leproso?
Por eso dice la palabra que dé ahí en adelante todo nos ayuda para bien.

Romanos 8
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Pero quiero que note que dice solamente; que nos ayuda. Quiere decir que tú tienes que usarlo como herramienta, no como un arma contra ti.
Y tampoco está diciendo que son solo problemas.

Entonces el problema no es estar preguntando; ¿y esto en que me ayuda?

Sino en cómo tú vas a usar eso para que te ayude.

Hasta el mimo diablo está sometido a ti, todo depende de cómo tú veas las cosas.

Ej. El señor Jesús una de sus mejores herramientas para cumplir su propósito, fue el mismo diablo. Porque si él no hubiera hecho lo que hizo, el señor no había podido pagar por nuestros pecados para hacernos libres, del mismo diablo.

Un martillo puede ser tu peor pesadilla, o tu mejor herramienta; pero recuerda todo esta es para ayuda, según como tú lo uses en cada situación.

Marcos 16
16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Hoy le vas hablar a la serpiente, que tipifica los problemas que se te ponen en frente para amenazarte, y le dirás no podrás nunca más hacerme daño.

Le hablaras a la bebida mortífera, que tipifica el pecado que tú aceptaste por parte del enemigo, y le dirás: la sangre de cristo me limpia, por lo tanto nunca más podrás volver a hacerme daño, renuncio a las consecuencias de esta bebida mortífera.

Pondrás tus manos sobre lo que esté enfermo, no solo tu cuerpo sino cualquier área de tu vida. Ya sea espiritual, emocional, o física.

En lo espiritual renuncia a toda vida de desierto, para que cuando el padre envié al Espíritu Santo sobre ti, el encuentre un templo y no un nido del enemigo.

En lo emocional todo lo que tenga que ver con tu familia y los que te rodean. Declara las promesas que Dios te dio por medio de su palabra para tu casa en cómo quieres vivir ya que hoy dejaste de ser leproso. Hoy regresa a tu casa a empezar de nuevo pero con una mentalidad de libre, y con la certeza de la victoria en todos tus sueños.

En lo físico pon tu mano sobre tu cuerpo y ordena a esa enfermedad del diablo que se desaparezca de tu vida. Háblale a la sabiduría para que este en tu vida, y tendrás sanidad sobre tus finanzas.

Hoy declara sobre tu vida; que a partir de hoy dejas de tener problemas con la palabra de Dios, porque no solamente vas a creer y aceptar los mandamientos de Dios, sino que con esa misma facilidad vivirás disfrutando de las promesas que te dio el Padre por medio de nuestro Señor Jesucristo.






Levántate y se valiente toma lo que te he entregado.
te dice Dios

HAMBRE Y SED DE DIOS parte 7

HAMBRE Y SED DE DIOS parte 7





Propósito del pan y el agua

Es para reinar y llevar el reino a otros.

Si tú no entiendes, entonces has entendido mi poco del evangelio. Y eres un religioso que se metió a la religión que más le gusto.

Tienes que tener cuidado si te llevan a reinar o si te llevan a la esclavitud religiosa.

Porque cuando tu no entiendes el propósito del porque y el para que comenzaras a aborrecer el pan y el agua.

Job 33
19 También sobre su cama es castigado Con dolor fuerte en todos sus huesos,
20 Que le hace que su vida aborrezca el pan, Y su alma la comida suave.

Porque lo que trajo el señor Jesús fue el reino, pero él es la puerta de entrada a todo

Salmos 104
15 Y el vino que alegra el corazón del hombre, El aceite que hace brillar el rostro, Y el pan que sustenta la vida del hombre.

Tú ni en pintura, y ni por chiste puedes aceptar algo que no sea del reino.

Juan 6
63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

DIOS HISO PACTO CON NOSOTROS Y FUE DARNOS
¿Entonces qué vas a hacer? pasártela toda la vida escuchando lo que el señor Jesús hizo o vas a comenzar a disfrutar de lo que él te trajo.

Porque el señor vino para que tu recuperaras tu mentalidad de reino
Porque el evangelio fue diseñado para reinar.
Reinar sobre el pecado, y la muerte.

Pero los rudimentos del evangelio son para acercarse al Dios viviente


¿Sabes por qué no puedes reinar?

Porque tú aun no logras concebir a un Dios que es soberano y reina, sino que para ti el señor Jesús es el hijo del carpintero, el crucificado, no el resucitado.

Por eso tienes tanto problemas para creerle porque lo ves igual que los apóstoles cuando él estuvo andando con ellos.

¿Y como lo veían?
Igual a ellos
Pero luego de que conocieron al hijo de Dios al glorificado, al que reina para siempre.


Por eso no se trata de que tú te sepas todo el evangelio, sino de que veas lo escondido.
La razón del porque pablo y otros apóstoles fueron capases de dar la vida y de pasar tantas cosas

Porque el evangelio de reino no era el de este mundo, por eso ne les afanaba nada de este mundo y lo que el mundo hiciera con ellos.
Pablo sabia esto por eso dijo se tener y no tener.

Filipenses 4
11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Como lo vimos en la clase anterior la importancia de tener el pan y el agua. Porque ya sabemos lo que sucede si tenemos o queremos solo el pan o solo el agua.


Isaías 9
6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.


El Niño nace mientras El hijo es dado

Él te da al hijo. Pero tú eres el que lo haces nacer y vivir en ti.

María recibió en su vientre al hijo de Dios, pero ella tenía que permitir que naciera.

¿Cómo disfrutar?

Sabiendo quien reina en nosotros, si el niño que nació o el hijo que nos fue dado.

Porque el que nació fue el Dios que se hizo hombre, el que se humillo hasta lo sumo, el hijo del carpintero como lo llamaban los que no lo conocían, al que Pilato, Herodes, los fariseos que parecían tener más poder.

Mientras que el que hijo que nos fue dado, es el que resplandece y que vive para siempre.

Por eso como vimos la semana pasada de la importancia de estar en Cristo y lo que significa estar en Cristo.

Si tú pudieras haber estado con el cuándo creo los cielos y la tierra y le hubieras visto desde el principio de los tiempos. ¿Cómo sería tu actitud ante la mísera de los problemas que tú llamas grandes?

Tú sabes quién reina en ti solo en la manera como tú le hablas no solo a los problemas sino a los sueños que Dios puso en ti. Porque eso determina donde está sentada tu fe y tu confianza.

HAMBRE Y SED DE DIOS parte 6

HAMBRE Y SED DE DIOS parte 6




Cuando nos alimentamos del pan de vida

Juan 6
32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Una de las cosas que más nos cuesta entender es que el señor Jesús ya vino.
El problema no es entender que el vino al mundo.
El punto es conocer si ya vino a nuestra vida.

Isaías 6
6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.
7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

Isaías habla del que ha de venir.
Y todo el antiguo testamento habla de que va a venir. Pero a diferencia de ellos suceden dos cosas en nosotros.
Uno. Tú eres de los que se la ha pasado toda la vida hablando de todo lo que va a venir para ti, o eres de los que ya está disfrutando de su venida.

¿En dónde estás?
En el antiguo o en el nuevo testamento.

Por eso debemos entender lo que significa entregando mi corazón a él. Y sometiendo mi vida a su palabra. Pero no desde el punto de vista religioso, sino desde el punto de vista de la fe, y de la gracia.

Tu estas Esperando a que el venga o estas disfrutando de todo, por cuanto el ya vino. Ya que cuando el vino, llego con el todo el reino de Dios.

Juan 4
25 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.
26 Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.

Una característica que demuestra que él señor no ha llegado a nuestras vidas; es lo que aquella samaritana estaba viviendo y creyendo, pero que todavía estaba esperando, por cuanto para ella el mesías aún no había venido, pero permanecía fiel a esa promesa, pero no la disfrutaba.


Por eso podemos estar toda la vida en una iglesia esperando a que el venga, y en nada nos diferenciaríamos de los judíos que aún están esperando al mesías.

Hay una gran diferencia entre ser evangélico a tener una mentalidad de reino, pero esa mentalidad solo la obtendremos cuando comencemos a disfrutar de su venida. Y hablo de la primera.

Porque nos hemos pasado escuchando el evangelio pero no hemos podido aprender a disfrutar de él, y de lo que el trajo.

Mateo 4
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

Hoy tú te tienes que arrepentirte de uno de los pecados más grandes, y ese es no aceptar o disfrutar del reino delos cielos que esto se hace por medio de Cristo, o tratar de entrar por tus propias justicias.
Mateo 5
20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Y para entrar tenemos que desear con pasión el pan de vida, pero también el agua, al igual que la mujer samaritana,

Juan 6
32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Juan 4
9 La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
10 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.
11 La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?
12 Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?
13 Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;
14 más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.

¿Por qué aparentemente a unos les habla de pan y a otros de agua?

Juan 6
34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.

Juan 4
15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.

Los primeros querían que Dios les diera vida. Estos son aquellos que quieren solo la vida eterna, pero no quieren vivir conforme a la palabra.

Juan 6
26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.

Los segundos son los que desean saber más pero que les cuesta entregar su corazón a él.

Juan 4
25 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.

Pero hay dos secretos
Uno está en:

Juan 6
35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Y el otro está en

Juan 4
14 más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

Hablando a la samaritana, el señor le habla del agua que salta para.
Y hablando con los que lo seguían en juan 4, les habla del pan que les da vida.

Pero el señor dice en ambos casos que tienen que tener los dos; el pan y el agua.

El agua es la palabra y el pan es él.

Por eso le dice a la samaritana que por medio de la palabra que solo él da, esto es, la palabra que está viva, es que se salta para vida eterna.

Por eso dice
Juan 6
35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Por eso debemos entender lo que significa entregando mi corazón a él. Y sometiendo mi vida a su palabra.

Juan 7
38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

¿Y que es someternos a su palabra?
Es aprender a deleitarnos en ella, es creer en todo pero lo que se llama todo tanto en su ley como en sus promesas, para poder llegar a comer del pan que da vida.

¿Y qué es comer del pan?
Comer del pan es aprender a amarlo a él, es ver solo a través de él, aprender a hablar como el,
Es como cuando le dicen a la novia que está profundamente enamorada; usted ya solo ve por él, y todo lo que él le dice se lo cree, si le dice que le baja la luna, se lo cree.

Esto es verdadera hambre y sed de Dios.

HAMBRE Y SED DE DIOS 5

HAMBRE Y SED DE DIOS 5
Comiendo del pan que da vida o del pan que da muerte.




Génesis 2
15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
17 más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Primero viene la advertencia en el huerto.

¿Por qué especifica en el huerto?
Porque solo a los suyos y a los que están en el reino es a los que se les da las advertencias para que no mueran por causa del pecado, ya que los demás dice la palabra que ya están muertos en sus delitos y pecados.

Efesios 2
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Luego Dios le dijo a Adán en el huerto, que si desobedecía Su mandato y comía del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.

¿Qué sucedería?
Recibiría el juicio.
¿En qué consistía este juicio?
Dios le dijo a Adán: “Porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”

Alimentarse de lo que Dios nos dice que no nos debemos alimentar no es malo, es mortal.

Ya deja de jugar con el restaurante del enemigo, porque solo te estás causando no un dolor de estómago, sino una intoxicación fatal.

Romanos 6
21 Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.
22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Que fruto obtienes del chisme, la mentira, los programas de tele sucios.
Del hablar negativo.
Solo obtienes muerte para tu vida, para tus sueños, para tu familia,

Por eso cuando comes de lo que Dios te prohibió comer, ya no obtienes de Dios la bendición sino el juicio de muerte ineludiblemente.

“Porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”. Esto significa que todo aquel que come o se alimenta de lo que el enemigo le trae, el resultado ineludible es muerte.

¿Qué se debe hacer entonces? Por un lado, Dios tiene que eliminarnos por completo;

Génesis 2
16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
17 más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Es curioso que el señor hable de muchos árboles de los cuales nos podemos alimentar, pero solo de uno es el que proviene la muerte.

Muchas veces es lo mismo en nuestras vidas.
Dios por todo lado quiere bendecirnos y darnos vida, pero nosotros escogemos lo que nos da muerte.
Y con uno solo que escojamos que produzca muerte, mata todo.

¿Cuándo lo hacemos?
Cuando le damos credibilidad al pesimismo, y esto es lo que nos lleva a darle poder al pecado que quiere actuar en nuestras vidas.

Por un lado, Dios nos quiere alimentar por completo; espiritual, emocional, y físicamente, pero también, tiene que darnos vida.

Por eso sin vida primero que todo de nada sirve que Dios te de mil cosas.

Sin Cristo de nada te sirven las añadiduras.

Por eso Cristo tuvo que morir por nosotros.
Cristo se hizo carne, y de esta manera fue posible que muriera por nosotros. Por medio de su muerte llevó sobre sí mismo nuestro castigo, lo cual produjo vida eterna en nosotros.
Y todo esto Lo pudo hacer porque Dios nos puso a todos en El.
Esta es la parte más crucial o importante, ya que mientras no haya vida en ti, como podrás disfrutar de todo lo que Dios creó para ti.

1 Corintios 1:
30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.

Nos dice claramente, que por El estamos en Cristo Jesús. Estar en Cristo es como cuando un objeto esta dentro de otro que es el que lo guarda, pero no solamente es eso sino que algo curioso sucede; aquel objeto deja de verse y solo se ve el empaque donde está guardado.

Lo mismo debe suceder con cada uno de nosotros.
Ya no me ven a mí, ven al que me está guardando.

Gálatas 2
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Porque cuando tu estas en Cristo es cuando tienes derecho a tomar de todo árbol plantado en el reino de Dios.

Gálatas 3
28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.

No solamente de la promesa hecha a Abraham, sino de la primera promesa que esta en
Génesis 1
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.
Como se diría entrecomillas dueño de todo lo que tu padre preparo para ti.

¿Quieren todo esto?

Entonces quiero que noten algo importante.
Cuando el señor Jesús vino a la tierra, era un solo individuo, pero cuando fue a la cruz, Dios nos incluyó a todos en El.

Por lo tanto, cuando Cristo fue crucificado, aquella cruz no fue sólo Su cruz, sino también la nuestra. Puesto que Dios nos puso en Cristo, la cruz ya no es sólo de Él; es una cruz de la que hay que saber participar todos aquellos que están en El.

Mateo 10
38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.

El que no está en mí no puede morir; porque tiene que morir; pero el que murió fue el señor.

Colosenses 3
5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia que es idolatría;
6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.

¿Cómo se hace morir todo esto?
No es por esfuerzo, ni sacrificio tuyo. Es solo porque tu estas en Cristo y has aceptado la cruz donde se pagó por tu pecado, para que puedas participar de todo árbol en el paraíso.