Buscar este blog

ANUNCIO


DEBIDO A PROBLEMAS EN EL SERVIDOR DE DIVSHARE. LA MAYORÍA DE
LOS AUDIOS ANTERIORMENTE SUBIDOS SE HAN
PERDIDO.


A PARTIR DE ESTE MOMENTO ESTAREMOS EN UN NUEVO SERVIDOR
ACTUALIZANDO TODO EN LA PÁGINA


DISCÚLPENOS POR LA DEMORA EN LA SUBIDA DE NUEVOS TEMAS.


ATTE: ICLV






LA ORACIÓN NO CAMBIA LA COSECHA CAMBIA LA SEMILLA

LA ORACIÓN NO CAMBIA LA COSECHA CAMBIA LA SEMILLA




Es la razón del porque muchas de nuestras oraciones no tienen respuesta
Mateo 8
24 Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.
25 Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!
26 El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.

Los discípulos del señor recibieron la cosecha de lo que ellos habían sembrado, ellos sembraban a diario en sus fuerzas, en sus mentes, y en sus corazones temor, esclavitud a un mundo que los dominaba, a un sistema del cual habían perdido toda autoridad.

Existe un dicho perverso “quien puede con el poder de la naturaleza”
Cuando el hombre fue diseñado para sojuzgar la tierra.

Sojuzgar
Dominar, someter con violencia, en especial al conquistar un territorio

Génesis 1
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.

Pero el señor dormía. Cuando vienen los tiempos de las vacas flacas tu puedes dormir mientras otros se desesperan.

El señor lo único que hizo fue hacer lo que el primer Adán podía hacer, sojuzgar, pero porque él tenía la semilla correcta sembrada en su mente, su corazón, sus fuerzas.

Pero eso solo afecto lo que tenía que afectar. Ya que sus discípulos no fueron cambiados pues siguieron siendo los mismos. Porque lo que ellos sembraron tenían que seguirlo cosechando, aunque estaban andando con el mismo señor Jesús. Y todo por cuanto no creían

Gálatas 6:
7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Y en el versículo 9 dice: No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos...

¿Qué es hacer el bien?
Juan 12
24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
25 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.

Debemos aprender que el hecho de haber aceptado al señor en nuestro corazón no cambia la cosecha de nuestro pasado. Por el hecho que cerremos nuestros ojos y gritemos “ya paso todo “. Debemos entender lo que significa somos hechos nuevas criaturas.

2 corintios 5
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Lo que está diciendo es que somos hechos; no que aparecemos mágicamente como nuevas criaturas

El ser hecho, es un proceso de cambio. A raíz que en nuestra vida sembramos lo que no debíamos sembrar, y entre más años esperemos para querer cambiar, más grande es la cosecha que tendremos que recoger.

El punto es ¿qué cosecha queremos recoger?

Lo más difícil es cambiar nuestro estilo de pensamiento; no de vida, porque nuestra vida cambia cuando nuestro estilo de pensamiento cambie.


Debes ser consciente, si en tú vida estas sembrado correctamente; porque tu oración no cambiara la cosecha. Pero si puede cambiar tu semilla.

¿Cómo podemos cambiar la semilla y por cual semilla?

La semilla que todos tenemos es de muerte en todo y para todo. Porque siempre llegamos al final de nuestra vida nada queda que podamos llevarnos.

Salmo 126

5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

Porque para sembrar tienes que entregar lo que tienes; y entregarlo duele.

Nunca se puede cosechar lo que antes no se haya sembrado. Es una ley terminante dada a los hombres bajo la tierra. Dios es el único que puede cosechar sin haber sembrado, pues El es Señor sobre todo

Mateo 25:
24 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste;
Es tarea del sembrador hacer primero el trabajo de la siembra y esperar el fruto de su trabajo después. Por eso una oración no cambia la cosecha.

La ley de la siembra y la cosecha tiene un antes y un después. Lo que hagamos antes (bueno o malo) lo recibiremos después (bueno o malo).

Dios quiere darnos lo mejor, pero el solo se puede manifestar en nuestra vida por lo que nosotros sembremos.

El Señor nos ha dado a cada uno una heredad o un terreno para que lo cuidemos. El terreno puede ser nuestra propia vida, la familia, la economía, la salud, el ministerio, etc. A cada instante de nuestras vidas sembramos semillas. Según como hayan sido, así será nuestra cosecha. Dependerá de nuestra siembra lo que cosechemos.


ANTES DE SEMBRAR HAY QUE LIMPIAR EL TERRENO
Si el terreno a sembrar está lleno de una siembra anterior, como maleza o basura no podremos sembrar buenas semillas sin evitar que ellas se contaminen.

Antes de sembrar debemos limpiar bien el terreno (cosechar). Es quizás la etapa más difícil de realizar pues debe hacerse profundamente.

Ningún sembrador entendido sembrará sin primero limpiar el terreno.

vemos este mismo proceso de secuencia.
Jeremías 1:
10: “Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir; para arruinar y para derribar; para edificar y para plantar”. El proceso natural y espiritual de la ley de siembra y cosecha es el mismo.




CÓMO LIMPIAR NUESTRO TERRENO:

1) Reconocer que tenemos que recoger rápidamente la anterior cosecha antes de que siga dando más fruto.

Debemos ser honestos y sinceros con Dios y con nosotros mismos y darnos cuenta que hemos plantado semillas que han dado malos frutos.

2) Arrancar semilla por semilla por su nombre específico.
Por ejemplo: Si queremos experimentar la prosperidad de Dios debemos plantar semillas de “dar con fe y obediencia ofrendas y diezmos al Señor” pero previo a eso debo arrancar la mala semilla de “avaricia”.

2 corintios 9
6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) disposición a trabajar
2 Timoteo 2:
6 el labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.

Es nuestra responsabilidad sembrar la semilla correcta.

Lucas 8:
11 Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.

Dice que la Palabra de Dios es la semilla. A menos que sembremos la Palabra de Dios en nuestro terreno nunca veremos la cosecha de Dios.

Muchos se confunden pensando que las bendiciones de Dios vendrán solo por amor.

Es nuestra responsabilidad movernos por fe y obediencia a la Palabra de Dios.
Adán no le creyó o tomo por juego lo que Dios le dijo, y por eso perdió todo, y nunca más pudo volver a entrar.

Nuestro problema es que muchas veces sembramos nuestras propias semillas y luego nos asombramos y lloramos cuando cosechamos lo que no es de bendición. Luego oramos para que cambien las cosas; y terminamos diciendo es que Dios no me ama, no me escucha. Etc.

Gálatas 6
8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.

2 Corintios 9:
6 el que siembra escasamente, también segará escasamente, y el que siembra generosamente, generosamente también segará”.

No sólo es cuestión de sembrar, sino también hacerlo generosamente. Esta palabra implica sembrar mucho. No debemos conformarnos con poco.

El Señor nos ha llamado a lo mucho. Muchas veces debido al cansancio y tantas cosas, bajamos la intensidad de la siembra o nos detenemos totalmente. Nuestra siembra espiritual debe ser continua, día a día, hora a hora, minuto a minuto, segundo a segundo.


SEMILLAS EXCELENTES QUE DARÁN FRUTOS EXCELENTES.

Verdad, en lugar de la Mentira.
Efesios 4:
25 “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo...”. Debemos limpiar el terreno de nuestra vida de toda mentira, “medias” mentiras o “medias” verdades. Nuestro “si” debe ser “si” y nuestro “no” debe ser “no”. La verdad debe ser el patrón de nuestra vida.
Vivir con menos es vivir por debajo de lo que Dios quiere.

Luz en lugar de las obras de las tinieblas.
Efesios 5:
8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
10 comprobando lo que es agradable al Señor.
11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.

Existen cosas que parecen “inocentes”, tales como leer el horóscopo, las cartas, tener talismanes o amuletos de la suerte. Todo eso abre las puertas al enemigo. El cristiano obediente no debe practicar tales cosas, sino que las debe reprender en el Nombre de Jesús para mantener lejos de su vida al enemigo.

Amor en lugar del temor.
1 Juan 4:
18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo.

El arma predilecta del enemigo es sembrar temor en nuestras vidas, porque con ello es que el desestabiliza cualquier relación, sea con Dios, con nuestra pareja, o con el trabajo.

Paz y Armonía en lugar de contiendas.
Efesios 4:
31 “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”.

Los hogares son los lugares más atacados por el diablo con toda esta clase de cosas.

Lo que comienza con una conversación termina en un verdadero infierno. Esto siempre viene por un espíritu de división; es el más utilizado por el enemigo en prácticamente todas las áreas de nuestra vida ya que con él nunca podemos entender la realidad de las cosas sino que solo vemos desesperación.

Perdón en lugar de rencor.
Efesios 4:32 “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”.

Estas es una de las que más debemos sembrar porque de ella depende el cambio total en nuestras vidas. Ya que por esta es que nosotros comprendemos lo que significa haber sido perdonados por Dios, parta ser dignos coherederos del reino.

El dicho “perdono pero no olvido” es muerte únicamente para mí.
El rencor es un veneno que corrompe hasta el más santo.

LA ORACIÓN NO CAMBIA LA COSECHA, CAMBIA LA SEMILLA.

Ora por semillas correctas para cosechar lo que tanto deseas; bendición y bendición, y mas bendición.

1 comentario:

  1. Mil gracias por este mensaje, he comprendido y voy hacer lo que tengo que hacer (cambiar la semilla) para recibir la buena cosecha. Dios lo siga iluminando con su Santo Espíritu, le de sabiduría, paz y gozo en Él y para Él.

    ResponderEliminar