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ATTE: ICLV






CAUSAS QUE CONDUCEN A LA DESOBEDIENCIA

CAUSAS QUE CONDUCEN A LA DESOBEDIENCIA




Que es lo que causa la desobediencia en un cristiano
La codicia

Eclesiastés 5
18 He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte.
19 Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios.
20 Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón.

Eclesiastés 6
1 Hay un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres:
2 El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso.
3 Aunque el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo digo que un abortivo es mejor que él.

La codicia te lleva a la ruina
Por incoherente y absurdo que parezca, cuanto más progreso económico desarrolla una sociedad o una persona bajo la codicia, más infelices suelen ser los que alcanzan lo que codician.

La codicia no está en querer tener sino en la falta de administración en lo que se quiere.
La codicia nace de una carencia. Y la carencia viene cuando entra en mi la desobediencia.

Lucas 12
22 Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.
23 La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.
24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?
25 Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?
26 Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?
27 Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.
28 Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?
29 Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.
30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.
31 Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.

Por eso es que esto nos lleva a la desobediencia de dar no por necesidad sino que pensamos que lo que tenemos no lo podemos dar porque lo necesitamos más que ellos.

Y que podamos rellenar ese vacío con un materialismo basado en el consumo

Por eso debemos entender que el crecimiento económico no debe estar vasado en un sistema que se sustenta gracias a la insatisfacción de muchos.

Ya que esto nos condiciona a convertirnos en personas competitivas pero sin crecimiento, ambiciosas pero sin sentido de visión real, y corruptas porque perdemos la directiva principal de la mayordomía.

Entonces nos vemos envueltos en una economía echa a a nuestra imagen y semejanza

Pero entonces, ¿qué es la codicia? ¿De dónde nace? Y ¿Adónde nos conduce?

Etimológicamente procede del latín cupiditas, que significa "deseo, pasión", y es sinónimo de "ambición" o "afán excesivo".

Así, la codicia es el afán por desear más de lo que se necesita (del propósito con el cual fuiste creado).
Nace entonces la ambición por querer más de lo que se ha conseguido. De ahí que no importe lo que hagamos o lo que tengamos; la codicia nunca se detiene. Siempre quiere más. Es insaciable por naturaleza. Actúa como un veneno que nos corroe el corazón y nos ciega el entendimiento, llevándonos a perder de vista la verdad del propósito con el cual fueron creadas las riquezas.

La codicia es como el agua salada; cuanto más se bebe, más sed da y entre más se bebe más destruye.

¿Qué motiva a un hombre que lo tiene todo a querer más Porque cree que no tiene lo suficiente?
Se llama "la corrupción del alma". Así se denomina la conducta de las personas que se traicionan a sí mismas, a su conciencia moral.

Y es que para cometer actos corruptos, primero tenemos que habernos corrompido por dentro. Esto implica marginar nuestros valores éticos esenciales -como la integridad, la honestidad, la generosidad y el altruismo en beneficio de nuestro propio interés.

Ricos fuera, pobres dentro. Nada que esté fuera de ti podrá nunca proporcionarte lo que necesitas dentro.

Mateo 15
10 Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended:
11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.



ORACION Y MEDITACION SAMOS 1

Salmos 1



1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
4 No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento.
5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos.
6 Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.

INVOLUCRADOS EN NUESTRO CAMBIO

INVOLUCRADOS EN NUESTRO CAMBIO



Romanos 8
24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?
25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.

Los secretos de los grandes hombres de Dios, continuamente encuentro una característica común de ellos, histórica y actual, la madurez.

Para la persona que no entiende que tiene que involucrase en su propio cambio ve como rara la forma de expresar o manifestar la personalidad de aquellos que han atravesado procesos únicos y personales de madures y crecimiento espiritual y emocional, que les permiten tomar y manejar decisiones con autoridad y desempeño ya sea espiritual como emocional y lógico.

Lucas 18
8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?

Dios está esperando que nos involucremos en los procesos formativos de nuestro padre.

No podremos esperar un cambio profundo en nuestras vidas y en nuestro futuro si solo nos consideramos solo como espectadores de un proceso, o dando unas pocas horas de tiempo, o en el peor de los casos, con una oración lastimosa y sin fundamento.

Dios, no necesita cambiar mi personalidad como inicio de su proceso, no necesita reinventar mi forma de ser, Él cambia mi corazón y las instrucciones que en él hay.



Hageo 2
15 Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de Jehová.

En la medida que yo acepte que necesito esforzarme en ser parte de un cambio radical. Comenzare a ver en mi vida que habrá una nueva expresión de la manifestación del poder con que Dios me revistió.

Para entender este proceso debemos comprender que como creyentes del Nuevo Testamento nosotros ya no sacrificamos animales como en los tiempos del Antiguo Testamento para lograr redención. Dios no está esperando que tu hagas el sacrificio, sino que aceptes el sacrificio de Cristo para que tu entendimiento sea abierto para entender los cabios que debes tener.


Romanos 8
24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?
25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Tu gozo no depende de las circunstancias que estás viviendo sino de quién está dentro de ti. El Señor está presente aun en medio de tu dolor; hay una promesa, hay algo que se levanta y te lleva a alcanzar niveles diferentes. Dios te ha dicho que siempre estará contigo, que nunca te abandonará
(Isaías 41:1).

Hageo 2
17 Os herí con viento solano, con tizoncillo y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis a mí, dice Jehová.
18 Meditad, pues, en vuestro corazón, desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento del templo de Jehová; meditad, pues, en vuestro corazón.
19 No está aún la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha florecido todavía; mas desde este día os bendeciré.

Los perdedores piensan que pueden empezar desde arriba porque tienen algún talento. No están dispuestos a adquirir el entrenamiento y la experiencia necesarios para alcanzar las altas posiciones. Les aterra dar los pequeños primeros pasos que con el tiempo podrían conducirlos al éxito.