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ATTE: ICLV






UN SOLO BAUTISMO

UN SOLO BAUTISMO



Efesios 4
5 un Señor, una fe, un bautismo,
6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.


Juan 3.3–5
Jesús enseñó que a uno le era necesario un nuevo nacimiento, del agua y del Espíritu, para poder entrar al reino de los cielos (Juan 3.3–5).

“El que creyere y fuere bautizado”: el único artículo definitivo que gobierna a ambos participios, une a los dos verbos para describir al hombre que será salvo; podría traducirse así: “el creyente bautizado”

::: En los capítulos 5 y 6 de la carta a los Hebreos se le dice a la iglesia, que una vez ya instruidos en los rudimentos de la doctrina cristiana, debe seguir adelante a la perfección, debe buscar el “alimento sólido”. Entre estos rudimentos se menciona la doctrina del bautismo.

“Un poco de levadura leuda toda la masa”
1Corintios5:6
6 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?
7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.

Gálatas5: 9. Cuando tenemos una falsa creencia ésta comienza a dañarnos poco a poco hasta leudarnos completamente, hasta llenarnos de falsas creencias.

Pablo fue llamado por el Señor; su vida anterior era tal, pero esa vida quedaba atrás,

2da de Corintios 5:17
Las cosas viejas pasaron y he aquí todas son hechas nuevas.

Nosotros somos transformados a una vida nueva pero así como al señor Jesús le quedaron las marcas de su crucifixión así a ti y a mí, nos quedan las marcas de nuestros pecados, y quedan como testimonios de la vida que llevamos anteriormente

. EL BAUTISMO IMPLICA EL FIN DE ALGO.
Romanos. 6:
1 Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
3 O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

Hace esta pregunta; porque había afirmado que “cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”. La respuesta enfática es: “En ninguna manera”.
B. ¿Por qué? “Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?” No podemos persistir en el pecado, porque estamos muertos al pecado.

Cuando uno muere físicamente, no sigue viviendo en esta vida, y cuando muere al pecado, no puede seguir viviendo en esa clase de vida.

Romanos lo explican por qué estamos muertos al pecado.

Romanos. 6:
3 O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;
6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.

1) La primera cosa que muestra el fin de algo es la palabra sepultado. V. 4. Cuando Cristo fue sepultado, ese acto indicó que su vida en la tierra había llegado a su fin.

El dijo, “Consumado es” (Jn. 19:30) y luego lo bajaron de la cruz y lo sepultaron.

Su trabajo en la tierra terminó. De la misma manera nuestra sepultura en agua implica el fin de la vida en pecado.

Hemos muerto al pecado y, por eso, tuvimos que ser sepultados.

Colosenses. 2:

12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,

12 dice la misma cosa. Si alguno es “bautizado” sin ser sepultado, ignora o hace de un lado ésta implicación en el mandamiento de Dios al ser bautizado.

2) La segunda cosa que muestra el fin de algo es la palabra plantados (v. 5). Sabemos que no puede haber vida del grano a menos que sea plantado

(Jn. 12:24) bajo condiciones apropiadas.

La germinación sucede después de ser plantado el grano, y la nueva vida brota.

El plantar es lo mismo que el sepultar. Las dos palabras implican el fin del estado anterior. La semilla se planta y pierde su identidad anterior para poder producir la vida nueva; asimismo el cuerpo se sepulta y pierde su identidad anterior. El bautismo implica el fin de la vida antigua de pecado y, por eso, no debe buscarse más.
3) La tercera expresión en estos versículos que implica el fin de algo es muerto al pecado.

Hech. 2:38
38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Enseña que uno debe arrepentirse y bautizarse para remisión de los pecados. Cuando el pecado es sepultado o plantado, el ser humano es liberado de sus pecados anteriores. Implica el fin de la culpa de los pecados que había cometido. El acto de ser bautizado según la Escritura implica que ha llegado al fin de una vida de pecado y, por eso, ya no es culpable de aquellos pecados que cometió antes del bautismo.

II. EL BAUTISMO IMPLICA EL PRINCIPIO DE ALGO.
A. No solamente implica el fin de algo, sino también el principio de algo que sin el acto de obediencia sería imposible. La primera palabra que implica un principio es la palabra resurrección.

Romanos. 6:
4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

En el bautismo hay una resurrección, v. 4. “… como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”.

¿Cómo puede uno andar en vida nueva a menos que sea levantado para hacerlo?

¿Cómo puede uno ser levantado si primero no fue sepultado?

La resurrección de los muertos sería imposible a menos que alguien muriera.

El bautismo es tanto una resurrección, como una sepultura. Col. 2:12, “sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él”.

Otra vez en Col. 3:1, “Si, pues, habéis resucitado con Cristo”. Esto claramente implica el principio de algo.

La palabra que implica el principio de algo es la palabra nacer. Jn. 3:5. Jesús enseña que para entrar en el reino de Dios es necesario nacer otra vez. Esto significa que los únicos que están en el reino de Dios, son los que han nacido del agua y del Espíritu.
1. El “nacimiento” implica el principio de algo en otra parte. Uno entra en este mundo al nacer y empieza una nueva vida en este universo.

Jesús emplea esta palabra figuradamente para enseñar cómo la gente entra en el reino de Dios. Según 1 Pedro. 1:23 esta palabra se usa de manera espiritual. Así Jesús la usó cuando enseñaba a Nicodemo; es decir, no hablaba del nacimiento físico, sino del nacimiento espiritual, el principio de una vida nueva.

NO TENEMOS LUCHA CONTRA SANGRE Y CARNE

NO TENEMOS LUCHA CONTRA SANGRE Y CARNE




Efesios 6
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.


¿Por qué no tenemos lucha contra carne ni sangre?

El enemigo siempre tratará de engañarnos, ocupándonos en dominar la carne. Ya que él sabe que la carne es corruptible, simplemente esclava del que la maneja.
Pero lo que ignoramos es:

Juan 3
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

El problema no es la carne, sino quien maneja la carne

Ya que lo único que debemos hacer es:

Santiago 4
7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

Porque mientras que yo no me aleje del enemigo, el pecado no se alejara de mí cuerpo.

Y siempre me será imposible cambiar.

Juan 8
42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.
43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.
44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

Pero cuando yo me acerco a Dios, la carne, que está dominada por el pecado, y es esclava del pecado, ahora viene a ser esclava de Dios. Aunque seguirá siendo corruptible,

Juan 1
12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Gálatas 5:
1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

Ya que el yugo del enemigo es el que esclaviza la carne.



Mateo 16
17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Porque muchas veces confundimos la revelación de la palabra por el espíritu, con la revelación por la carne.

Ya que cuando tú tienes la revelación por la carne, te parecerá bonita la palabra, y te gusta, pero dices; es imposible, oh yo mejor me quedo así, pero cuando es el Padre quien te da la revelación, tu vida literalmente cambia.
Cambia TU ENTORNO, TU CASA, TODO A TU ALREDEDOR CAMBIA, porque dejas de ver con tu humanidad, para ver como Cristo ve las cosas.

Romanos 8:
21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Para poder disfrutar de de esa gloriosa libertad tienes que alimentarte como dejo escrito el Señor JESÚS cuando dijo:

Juan 6
53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.

El se Hizo carne, y si no comes la manera de vivir de él mientras que el vivió en la carne y bebéis de la llenura del Espíritu Santo, no tendréis vida verdadera, ya que la carne es lo que se ve, pero la sangre que nadie ve es el Espíritu que da vida.

1 corintios 15
50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.

Porque mientras el hombre se alimente de su propia sabiduría, de su propia experiencia, nunca heredara el reino.

Por eso no le des tanta importancia a esta vida, y no tomes esta vida tan en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella.
O como dijo un hombre, no es que tenga miedo a morir, solo que no quiero estar allí cuando suceda.

1 corintios 15
51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
Pero desde nuestros padres nos han enseñado y nos decían; “mira para otro lado”

Pero mirar a otro lado no sirve, porque por eso no evitaras que la muerte venga pero recuerda que si quieres vivir otra vez, el único que tiene promesas de resurrección es el Señor Jesús.

1 corintios 15
54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.
55 Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
56 Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.
57 Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

QUIEN SOY

QUIEN SOY



El señor Jesús murió estando consciente y teniendo la plena intención de hacerlo “para el perdón de los pecados.

Él sabía y entendía, que estaba derramando su sangre para el perdón de nuestros pecados; por lo tanto, si hemos de ser bautizados “para el perdón de los pecados, nosotros también debemos entender el propósito para el cual estamos siendo bautizados.

Si la palabra significa que Jesús derramó su sangre para un propósito conocido, entonces sigue, que nosotros hemos de ser bautizados para un propósito conocido.

¿Quién afirmaría que la palabra, de Mateo 26.28, no expresa el hecho de que Jesús sabía el propósito para el cual él derramaba su sangre?

Mateo 26
28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.
29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

Dado que la misma frase se usa en relación con el bautismo, ¿no sigue entonces, que la palabra expresa el hecho de que hemos de saber el propósito para el cual hemos de ser bautizados?

¿Alguna vez te has preguntado cuál es tu destino? ¿Alguna vez lo has soñado?

Hay algo muy profundo dentro de nosotros, que nos impulsa a hacer algo grandioso con nuestras vidas. Sabemos que somos imperfectos; sabemos que somos débiles, y sabemos que hemos cometido más errores de los que quizá podríamos admitir.

Aun así, sabemos que algo grande reside en nuestros corazones, solamente esperando el momento adecuado, para irrumpir en el escenario de la vida y marcar una diferencia real en este mundo.

Afortunadamente la Biblia nos dice que Dios tiene un gran destino y un plan aguardando para cada uno de nosotros: “Porque yo se los planes que tengo para ustedes, planes para su prosperidad y no para su perjuicio, planes para darles una esperanza y un futuro”

Jeremías 29
11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;
13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
14 Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar.

Pero es nuestra decisión cumplir con ese destino, ya que Dios nos permite elegir entre cumplir o despreciar su plan para nosotros.

Recuerda ¿Quién Eres?

Somos herederos por ser hijos de Dios; el rey del universo

Romanos 8
17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Pero hemos olvidado quiénes somos y de dónde venimos. También necesitamos mirar dentro de nosotros mismos para ver la imagen de Dios de la cual fuimos creados.

Somos más de lo que nos hemos convertido.
También necesitamos tomar nuestro legítimo lugar de la vida, y por toda la eternidad.

Pero nuestros fracasos nos acechan; y muchas veces estamos asustados de no ser lo que solíamos ser cuando acabamos de nacer.

Pero Dios, sigue hablándonos de la misma manera, y nos recuerda en un momento crucial de nuestras vidas: “Recuerda quién eres: Tú eres mi hijo”.

Te doy un Nuevo Nombre
Isaías 62
2 Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará.
3 Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo.
4 Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada.

Apocalipsis 3
17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

Cuando Dios da un nuevo nombre a alguien, también cambia su destino para siempre.

Y te prometo que ocurrirá justo como lo he dicho, De hecho, en mi mente ya ha ocurrido.

El Dios que “da vida a los muertos y crea las cosas que aún no existen” ha creado una nueva realidad para ti.

Por tu parte, todo lo que tienes que hacer es; creer en lo que Dios ha dicho acerca de ti.

Así como el nombre de Abram fue cambiado por el de Abraham, antes de que siquiera tuviera hijo alguno, y el nombre de Simón fuera cambiado por Pedro antes de convertirse en una roca de fe, y Gedeón fue proclamado “hombre fuerte y valiente” antes de que hubiera comandado a los israelitas en batalla, así Dios nos da muchos nombres en la Biblia incluso antes de que hagamos algo grande, a fin de inspirarnos a ser todo lo que Dios imagina que podemos ser.
TODO LO QUE TÚ NECESITAS ES CREERLO.

Quienes Somos en Cristo

>>Embajadores de Cristo (2a. Corintios 5:20)
>>Consagrados por Dios (2a. Corintios 1:21)
>>Destinados a la vida eterna (Hechos 13:48)
>>Aroma de Cristo (2a. Corintios 2:15)
>>Creyentes (Hechos 2:44)
>>Cuerpo de Cristo (1a. Corintios 12:27)
>>Ramas (Juan 15:5)
>>Novia de Cristo (2a. Corintios 11:2, Apocalipsis 19:7)
>>Hermanos de Jesús (Hebreos 2:11)
>>Los Llamados (Judas 1, Apocalipsis 17:14)
>>Hijos de Dios (1ª. Juan 3:1)
>>Hijos de la Luz (Efesios 5:8)
>>Cristianos (Hechos 11:26; 1ª. Pedro 4:16)
>>Los Escogidos (Apocalipsis 17:14)
>>Una Familia Escogida (1a. Pedro 2:9)
>>La Iglesia de Cristo (Romanos 16:16)
>>Iglesia de Dios (1a. Corintios 1:2; 2a. Corintios 1:1)
>>Los Primeros Hijos de Dios (Hebreos 12:23)
>>Ciudad del Dios viviente (Hebreos 12:22)
>>Discípulos (Hechos 11:26)
>>Seguidores Fieles (Apocalipsis 17:14)
>>Creyentes en Cristo Jesús (Efesios 1:1)
>>Familia de Dios (1a. Pedro 4:17)
>>Amigos (3a. Juan 15)
>>Amigos de Jesús (Juan 15:15)
>>Compañeros de trabajo al servicio de Dios (1a. Corintios 3:9)
>>Sembrado de Dios (1a. Corintios 3:9)
>>Edificio de Dios (1a. Corintios 3:9)
>>Elegidos de Dios (Tito 1:1; 1 Pedro 1:2)
>>Herederos de Dios (Romanos 8:17)
>>Fieles Hermanos en Cristo (Colosenses 1:2)
>>Nación Santa (1a. Pedro 2:9)
>>Sacerdocio Santo (1a. Pedro 2:5)
>>Luz del Mundo (Mateo 5:14)
>>Enviados de Dios (2a. Corintios 2:17)
>>Pueblo adquirido por Dios (1a. Pedro 2:9)
>>Pueblo de Dios (1a. Pedro 2:10)
>>Sacerdocio Real (1a. Pedro 2:9)
>>Sal de la Tierra (Mateo 5:13)
>>Santos en Cristo Jesús (Filipenses 1:1)
>>Siervos de Cristo (1a. Corintios 4:1, Filipenses 1:1)
>>Esclavos de Cristo (Efesios 6:6)
>>Soldados de Cristo Jesús (2a. Timoteo 2:3)
>>Hijos del Día (1a. Tesalonicenses 5:5)
>>Hijos de la Luz (1a. Tesalonicenses 5:5)
>>Hijos del Dios Viviente (Romanos 9:26)

¿Qué nombre te agrada más? ¿Hay alguno que realmente te apasione, o todos?
Adelante, toma ese nombre y pruébatelo. Refiérete a ti mismo con ese nombre y deja que se arraigue en tu corazón. ¡Eso es lo que eres realmente ante los ojos de Dios! Ese es el plan de Dios, y el destino que Él tiene para nuestras vidas.

Nacidos Para Ser Como Jesús.
La Biblia nos enseña que nuestros cuerpos físicos son simplemente las semillas de algo mucho más grande y magnífico que cualquier otro cuerpo que pudiéramos imaginar. Como de una semilla de naranja nace una naranja, o un embrión se convierte en un ser humano, así nuestros actuales cuerpos físicos palidecen en comparación con los cuerpos eternos, que Dios ha planeado para nosotros.

Efesios 4
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.