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NO TOMARÁS EL NOMBRE DE JEHOVÁ TU DIOS EN VANO

NO TOMARÁS EL NOMBRE DE JEHOVÁ TU DIOS EN VANO
Éxodo 20:7
Adorar es inclinar tu mundo a los pies de Dios

Porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
Tu blasfemas el nombre de Dios cuando tu estregas a satanás lo que Dios te entrego.
1 - ¿QUÉ EXIGE ESTE MANDAMIENTO DE DIOS?
2- SU NOMBRE ES EL REFLEJO DE SU NATURALEZA
3- USAR EL NOMBRE DE DIOS EN VANO
4- SU NOMBRE DENOTA SU AUTORIDAD
5- SU NOMBRE ES SANTO
6- ALGUNOS NOMBRES DE DIOS


1 - ¿QUÉ EXIGE ESTE MANDAMIENTO DE DIOS?
Demanda que tú entiendas de una manera correcta y reverente los nombres, los títulos, los atributos, la palabra y las obras de Dios.
“Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad” (Salmos 29.2).
“Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado” (Apocalipsis 15.3, 4).

Eclesiastés 5.1
1 Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.
2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.

Dios no puede quedar bien con todo el mundo.

Cuando Dios escribió los Diez Mandamientos en tablas de piedra, no lo hizo con el fin de que lo aprobaran a él cómo su Dios, sino para expresarles lo que Él exigía. Si obedeciéramos a la palabra, ello provocaría cambios en todo aspecto de nuestras vidas y nos convertiría en personas muy singulares. La obediencia a los Diez Mandamientos nos convertiría en personas que no maldicen ni usan de lenguaje soez, personas que honran a sus padres, que respetan la vida humana, que son fieles a sus cónyuges, que siempre dicen la verdad y que no son codiciosas.

El tercer mandamiento dice: «No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano» (20.7). La KJV dice: «No usarás el nombre del Señor tu Dios en vano».

Es obvio que Dios desea que usemos Su nombre, pero Él desea que reconozcamos Su santidad, lo diferente que es Él de nosotros, así como Su pureza y Su grandeza.

En este mandamiento se prohíbe la irreverencia personal para con Dios. Hay personas que al sentirse agobiadas por la aflicción, el dolor, la frustración y las amarguras de la vida, claramente culpan y maldicen a Dios por sus calamidades.

Esto fue lo que la esposa de Job quiso que éste hiciera, como se cuenta en Job 2.9. Debemos tener el cuidado de no blasfemar Su nombre.
En este mandamiento se prohíbe la hipocresía. Si usted es cristiano, usted lleva puesto el nombre de Cristo.
Por lo tanto, usted está llevando puesto algo sagrado. Si usted hace algo que deshonre ese nombre, usted estará haciendo un mal uso del nombre del Señor.

2- SU NOMBRE ES EL REFLEJO DE SU NATURALEZA
En realidad no podemos entender el versículo siete, mientras no entendamos el significado de los nombres en tiempos del Antiguo Testamento.

Cuando le escogemos el nombre a un recién nacido, no tomamos en cuenta el significado de los nombres tal como los antiguos lo hacían. En aquellos tiempos, ¡el nombre en sí era el significado! Mis padres me pusieron el nombre de Paul, el cual significa «pequeño». ¿Qué pasaría si mi nombre fuera realmente «Pequeño»? Me llamarían Pequeño
Esta es la manera como los israelitas se identificaban. Benjamín significa:
«Hijo de la mano derecha». Cuando Raquel moría en el momento de dar a luz, el nombre que en realidad le puso a su hijo fue el de Benoni, el cual significa: «Hijo de mi tristeza». Si Jacob no le hubiera cambiado el nombre, aquel hijo hubiera tenido que vivir toda su vida con un nombre así de degradante.

En 1 Crónicas 4.9, se cuenta de un recién nacido al que se le puso el nombre de Jabes, esto es «dolor », pues el parto de su madre había sido muy doloroso. ¡Imagínese cómo pudo haber sido el haber vivido con tal nombre! Tal vez sea esa la razón por la que haya tantos cambios de nombre en la Biblia.

A Abraham se le cambió su nombre: «Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes » (Génesis 17.5). A Abram, «Padre enaltecido», se le puso el nuevo nombre de Abraham, «Padre de una multitud». A Jacob también se le cambió su nombre. Después de haber luchado con un ángel,
se le dijo: «No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido» (Génesis 32.28).

Jacob significa «El que suplanta»; Israel significa «El que lucha con Dios». Cuando Saulo de Tarso se convirtió, se le puso el nombre de Pablo, esto es, «pequeño», como señal de humildad. A Simón, hijo de Jonás, se le puso el nuevo nombre de Pedro. Simón significa «El que oye»; Pedro significa «Piedra.

Dios no ha tenido que cambiar de nombre. Su naturaleza es constante a través de los tiempos. Él todavía es el Omnipotente (El Shaddai), Adonai, Señor, YHWH, Aquel que existe por sí mismo. Los nombres de Dios tienen significado porque ellos indican Su naturaleza.

¿Cómo trata la Biblia el nombre de Dios? ¿Cómo es la naturaleza de Dios? Su nombre es glorioso:
«¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!» (Salmos 8.1). Su nombre es engrandecido: «Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido» (Isaías 12.4). Nuevamente, Su nombre es glorioso: «El Espíritu de Jehová los pastoreó, como a una bestia que desciende al valle; así pastoreaste a tu pueblo, para hacerte nombre glorioso» (Isaías 63.14). Su nombre es grande y temible: «Alaben tu nombre grande y temible; él es santo» (Salmos 99.3); «… santo y temible es su nombre» (Salmos 111.9). Su nombre ha de ser reverenciado. Muchos de nuestros amigos no entienden el cuidado con el que nos dirigimos a nuestros predicadores. En muchos grupos religiosos no hay problema con llamarle «Reverendo» a un predicador, sin embargo, no hay ministro, muerto o vivo, que merezca tal título. Habrá algunos que argumentarán:
«¡Después de todo, sólo es un nombre!». El nombre de Dios es el único que ha de ser reverenciado. Los nombres eran importantes para Jesús. En cierta ocasión, poco antes del final de Su ministerio terrenal, Jesús enseñaba acerca de los nombres y los títulos. A los escribas y fariseos, les enorgullecían sus nombres y su autoridad. De hecho, el orgullo era la principal motivación para todo lo que hacían en nombre de la religión. Les gustaba ser admirados y obedecidos. Se enaltecían a sí mismos con nombres tales como los de Rabí, Maestro y Padre. Pero Jesús no toleró el uso de tales nombres, en parte porque exaltaban a los creyentes a posiciones muy superiores a las que realmente les correspondía, posiciones superiores a las de los demás hermanos. Esto fue lo que dijo:

Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias,y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro
Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo (Mateo 23.5–11).

Jesús dio ejemplos concretos de nombres porque ¡los nombres tienen mucho que ver! Pedro dijo en Hechos 4.12, que «no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres [excepto el nombre de Cristo], en que podamos ser salvos». Cuando Jesús oraba a Su Padre, esta es la manera como se dirigía a Él:
«Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre» (Mateo 6.9). El nombre de Dios ha de ser honrado y respetado. No haga mal uso ni abuse de ese nombre.

3- USAR EL NOMBRE DE DIOS EN VANO
¿Qué significa usar el nombre de Dios «en vano»? Muchos definen esta idea muy estrechamente, creyendo que significa únicamente que no se debe usar el nombre del Señor junto con palabrotas, mentiras, compromisos falsos. El nombre de Dios se usa en vano, literalmente, cuando se usa sin sentido, es decir, cuando no se le da el significado que tiene. Debemos usar el nombre de Dios de un modo que refleje la grandeza de Su nombre. Tengamos cuidado al pronunciar el nombre de Dios. Nuestro Dios es glorioso, engrandecido, grande y temible. Él nos ha salvado.

¡Reverenciémoslo! Él merece este tratamiento por parte de Su pueblo.

4- SU NOMBRE DENOTA SU AUTORIDAD
El Jefe del Estado Mayor puede entrar en la Casa Blanca en virtud de su rango de autoridad. La
Reina Isabel es recibida en la Casa Blanca por su condición de reina. El nombre de ella denota autoridad. Se le llama Su Alteza. Sería insultante llamarla de otro modo.

Cuando hablamos de los tres seres que componen la Deidad —un sólo Dios y, sin embargo, tres entidades diferentes— estamos hablando de la autoridad de ellos. Esto es lo que se lee en
Mateo28.18–20:
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo (énfasis nuestro).

Somos bautizados en el nombre de los tres seres que componen la Deidad.

5- SU NOMBRE ES SANTO
Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir (Apocalipsis 4.8).

En las escrituras hebreas, la repetición de una cualidad indicaba que ésta se tenía en grado sumo. Cuando se decía «santo» una vez, ello significa «santo». Cuando se decía dos veces, significaba «muy santo». Cuando se decía tres veces, sugería que no había otro más santo.

¡Dios es santo, santo, santo!
¿Qué significa la palabra «santidad»? Considere estas descripciones del nombre de Dios que se encuentran en el Antiguo Testamento:
¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos (Salmos 8.1).
Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad
(Salmos 29.2).

Conforme a tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra; De justicia está llena tu diestra (Salmos 48.10).
Voluntariamente sacrificaré a ti; Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno (Salmos 54.6).
Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová (Salmos 105.3).
Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto; Santo y temible es su nombre (Salmos 111.9). El Espíritu de Jehová los pastoreó, como a una bestia que desciende al valle; así pastoreaste a tu pueblo, para hacerte nombre glorioso (Isaías 63.14).

El temor de los judíos de hacer mal uso del nombre de Dios, llevó a los maestros judíos a poner en vigor la tradición de que no podían hacer uso del santo nombre de Dios. A los judíos de tiempos del Antiguo Testamento se les prohibía pronunciar el nombre divino de Dios, Iahveh. Solamente el sumo sacerdote podía mencionarlo el día de la Expiación, y esto, ¡una sola vez! Usaban otros nombres para referirse a Él: Adonaí, el cual significa Señor, y Elohim, que significa Dios.

6- ALGUNOS NOMBRES DE DIOS

YIREH
El Señor Proveerá.
Proviene de la misma palabra hebrea Moriah, que es el nombre de la región a donde Dios envió a Abraham para que sacrificara a Isaac. En Génesis 22:11-13
Dios hizo la provisión del Cordero. Y Abraham llamó a ese lugar "Jehová-Jireh", El Señor Proveerá. Dios siempre será tu proveedor pero no significa que Él te va a proveer para cubrir tus desordenes. Y luego tu reniegas contra Dios porque no te ayuda a pagar las deudas en que te metiste sin que fuera la voluntad de Dios. Por eso tenemos que aprender a distinguir entre fe, terquedad y necedad.

Escrituras relacionadas Génesis 22:14; 22:1-18

SHALOM
El Señor Es Paz Jehová le dijo a Gedeón: "Paz a ti" (ver Jueces 6:23-24). Usted probablemente ha escuchado a algún conocido o amigo judío decir: "Shalom", significa "paz". Pero esta palabra tiene un significado mucho más importante. Quiere decir: el Señor, nuestra paz.
Por eso cuando tú no tienes paz en medio de la tormenta tu nanulas

RAPHA
El Señor Sanador Él es el Poderoso Dios, nuestro sanador. Porque el llevo todas nuestras enfermedades pero eso no quiere decir que no tienes que cuidarte con lo que te alimentas y ser sabio en como cuidas el templo de Dios.

RAAH
El Señor, Mi Pastor El Salmo 23 y Juan 10 son las más hermosas descripciones de Dios como nuestro Pastor
Pero para que el sea mi pastor yo tengo que ser oveja, ser creación de Dios o nunca entenderé la profundidad de la palabra pastor, y tristemente está demasiado dañado el significado de lo que realmente es un pastor

NISSI
El Señor, Mi Estandarte El Señor es como un estandarte que está sobre nosotros, todo el tiempo. La palabra hebrea para "estandarte" proviene de una palabra raíz que significa "ser alto, estar en lo alto, estar erguido".
Porque Él siempre irá delante de ti como poderoso siempre preparara todo para llevarte al lugar que te prometió y a Él es el único al que tienes que seguir. No a ideas, no a hombres, no proyectos sino solo a Él porque Él es alfa y la omega principio y fin

EL SHADDAI
El Dios Todopoderoso.
En Génesis 17:1 y 2 Era Abraham de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de Mí y sé perfecto. Y pondré Mi pacto entre Mí y ti, y te multiplicaré en gran manera." Esta promesa ha cambiado al mundo. Cada judío sobre la faz de la tierra es un testimonio viviente de la fidelidad del Dios Todopoderoso. Y este Dios que mantuvo Sus promesas con Abraham, es el mismo Dios que mantiene sus promesas para con nosotros, por medio de Jesucristo.

El Roi
El Dios Que Ve
¿Sabes que Dios te ve ahora mismo? Dios conoce sus más íntimos pensamientos. Aun lo que tú no sabes de ti mismo.

CONCLUSIÓN
Se nos manda no tomar el nombre de Dios en vano (20.7). ¿Por qué? Porque el nombre del
Señor es santo, especial y único. Ha de ser usado de manera especial solamente, y con la debida reverencia. Debemos tener el nombre del Señor en nuestros labios frecuentemente, pero debemos mostrarle el debido respeto cada vez que lo mencionemos.