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LAS PROMESAS DE DIOS parte 15

LAS PROMESAS DE DIOS parte 15



¿Cómo se cumplen las promesas y mediante que métodos?

Descubriendo promesas de Dios

2 Samuel 7
25 Ahora pues, Jehová Dios, confirma para siempre la palabra que has hablado sobre tu siervo y sobre su casa, y haz conforme a lo que has dicho.
26 Que sea engrandecido tu nombre para siempre, y se diga: Jehová de los ejércitos es Dios sobre Israel; y que la casa de tu siervo David sea firme delante de ti.
27 Porque tú, Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, revelaste al oído de tu siervo, diciendo: Yo te edificaré casa. Por esto tu siervo ha hallado en su corazón valor para hacer delante de ti esta súplica.
28 Ahora pues, Jehová Dios, tú eres Dios, y tus palabras son verdad, y tú has prometido este bien a tu siervo.
29 Ten ahora a bien bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti, porque tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre.

“Tú has prometido este bien a tu siervo”

El rey David sabía lo que el Señor había prometido darle y se refirió a eso especialmente en su oración como “este bien”.

Por eso cuando nosotros nos acercamos en oración, oramos por todo de tal manera que prácticamente no oramos por nada. Ya que nuestra oración se basa en la ignorancia de las promesas de Dios para nuestras vidas por eso es bueno saber qué es lo que Dios nos ha prometido.

Marcos 10
46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.
50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.
51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.
52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.


Por esto el Señor le dijo al ciego: “¿Qué quieres que te haga?” Él señor deseaba que el ciego no solo estuviera consciente de la que el deseaba, sino que también fuera consiente de a quien le pedía que lo sanara, y que estuviera consiente de que el señor si podía sanarlo.

Estos son valiosos ingredientes en la composición de una oración que no solo sabe lo que quiere, sino que sabe lo que tiene y también quien lo tiene.

En mercadeo hay algo que se conoce como “crear la necesidad para vender el producto.

Por eso muchas veces no sabemos lo que necesitamos si primero no sabemos lo que tenemos. O a que tenemos acceso.

Si tú no sabes que tiene un millón de dólares, tampoco sabrás que los necesitas para hacer un edificio.

Sabiendo a que promesas tenemos acceso, la siguiente tarea es acudir a Dios con plena confianza de que lo recibiremos, luego solo es esperar el cumplimiento de Su palabra.

Con este fin también debemos escudriñar las Escrituras diligentemente, buscando primero que todo al dador de las promesas que es por medio de su hijo y luego poder hacer activas las promesas que son para cada uno de los que las leen.

Cuanto más exacta sea tu oración basada en el conocimiento de la promesa, mayor será el
Resultado.

Mateo 6
6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.


Por eso en este tema de llegando a las promesas de Dios, cada persona aprenderá el valor del orden de las cosas para acercarse a Dios y no devolverse con las manos vacías.

Aprendemos a convertir lo plural en singular

Como lo hizo Pablo al citar la promesa hecha a Abraham.

Gálatas 3
16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.
17 Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa.
18 Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa.
19 Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador.
20 Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.


Así como hay un alimento especialmente adaptado para todo ser vivo sobre la faz de la tierra, así también hay una palabra de promesa adecuada para todo hijo de.

Si no encontramos una promesa adecuada es porque no conocemos al hacedor de las promesas, o no la buscamos, o habiéndola encontrado, no hemos percibido el poder de esa promesa y su pleno significado.

Porque una palabra cambio por completo la vida de aquel ciego.

Ej: Has perdido la llave de tu casa y después de haber probado todas las llaves que tienes, te ves obligado a buscar un cerrajero. Y aquí puede haber dos preguntas.
¿Esa es tu casa?
¿O te descuidaste y perdiste el acceso a lo que es tuyo?

El experto llega con un gran manojo de llaves de todas clases y tamaños. Tú le insistes para que habrá es puerta. Hasta que el cerrajero lo logra.
El punto es ¿Qué puerta realmente abriste? ¿Y qué cerrajero era ese?

Tú no puedes acceder a la dificultad si primero no obtienes la llave de los problemas.

Por eso muchos oran, pero no tienen la respuesta en la oración que desean.
Lo que necesitas es un claro conocimiento de cada promesa que está en la palabra.

Por eso escuchas una y otra palabra inspirada en la biblia, pero ninguna te encaja.

Entonces llegamos a pensar que son promesas para ser usadas otro día, o para otras personas, pues no están disponibles para la presente emergencia.

Por eso cuando el rey David dice: “¡Oh Señor mío, Tú has prometido esta buena palabra a Tu siervo; te suplico que me la concedas!” El asunto queda solucionado.

Ahí es donde el sufrimiento se torna en gozo, la enfermedad en salud, la limitación en poder, la ruina en riqueza, la atadura en libertad. Pues la oración ha sido escuchada.

Por eso la importancia de cada uno de estos temas pues como lo vimos en el tema anterior el Espíritu Santo es el que nos trae a la memoria cada palabra, cada promesa del Señor; que de otro modo olvidaremos rápidamente.

Al mismo tiempo hace que brille esa luz sobre cada pasaje que llega a nuestra mente en el momento correcto con la palabra correcta.

Esto es lo que revela tu verdadera intimidad, tu verdadera oración en secreto y así revela una plenitud de vida que no habíamos ni siquiera sospechado.

Esto es lo que activa una vida en Cristo esto es vivir en Cristo y no en una religión.

Joel 2
25 Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.
26 Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.

Por eso el señor dijo que ni una tilde pasaría hasta que todo se cumpla

Mateo 5
18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Por eso si tú vives conforme a la palabra todo lo que Dios prometió para ti se cumplirá así el enemigo te haya robado todo.

Por eso aunque el rey David pasó mucho tiempo en el desierto perseguido por Saúl, después Dios restituyo lo que era de él desde antes.
Porque si vemos un poco de historia Dios prometió a David ser rey de Israel.

Por lo tanto si en ti no se cumple hasta la última tilde; es porque tú no dejas que se cumpla cada palabra.

Hay muchas promesas que están esperando ser descubiertas para podercen activar en ti. Pero eso depende de tu relación con Dios para que por medio del Espíritu Santo te sean reveladas.

Judas 1
20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,

Hebreos 3
7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,
8 No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,

Hechos 5
32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.
33 Ellos, oyendo esto, se enfurecían y querían matarlos.

Romanos 8
13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!

Por eso para poder ver cada promesa que Dios tiene en su palabra es necesario el Espíritu Santo ya que por él es que también podemos hacer morir el pecado que es lo mismo que la oruga que se come todo lo que es nuestro.


Todo estará entonces al alcance de la mano.

Porque muchas veces estamos como el prisionero del Castillo que un día encontró en su propio pecho la llave llamada Promesa, que abrió todas las puertas de esa oscura prisión.

Con frecuencia permanecemos en una cruel e innecesaria cautividad, cuando se nos ofrece el propio medio para encontrar la más plena libertad. Si tan solo abriéramos nuestros ojos,
O tuviéramos un verdadero despertar.

El monte está lleno de gente de a caballo y de carros de fuego, preparados para tu liberación; el profeta del Señor puede verlos, y si tus ojos fueran abiertos, tú también los verías.
Como los leprosos a la puerta de Samaria, sería una insensatez que te quedaras sentado donde estás y murieras.

Levántate, porque muy cerca está siendo derramada la abundante misericordia, más abundantemente de lo que tú hayas pedido o siquiera imaginado.

Solamente cree y entra en el reposo.
Cree; porque de la misma manera que el aire llena un globo aunque ese aire no se ve, si hace que aquel globo se expanda con tal presión que los límites de aquel globo solo los determina el viento que los lleva. Y su tamaño llega a ser has 20 o 50 veces más.

Casi podría decirse que es algo omnipresente y añadir: “Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano.

Salmos 139
5 Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.
6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.
7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?


Por muy densas que sean las tinieblas no pueden ocultarnos del pacto de la promesa, sino que en su presencia la noche brilla como el día.

Dios guardará la promesa que te ha hecho, pero a ti te corresponde asegurarte de que se haga efectiva.

Él ha dicho: “El que cree en el señor Jesús será salvo”. Si tú crees en el Señor Jesucristo, serás salvo sin lugar a dudas. Pero solamente si crees de la misma manera, y si la promesa está unida a las condiciones de la palabra.

Recuerda la promesa no podrá entrar si “el pecado está a la puerta”. Pero si le abres la puerta a Cristo llegara también el cumplimiento de las promesas.

Hagamos un esfuerzo por conocer la voluntad del Señor en todo y luego obedezcámosla sin la más leve sombra de duda.

Dios no nos enseña acerca de nuestra voluntad, sino del camino de la sabiduría de Él: “Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz”.

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