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LAS PROMESAS DE DIOS parte 17

LAS PROMESAS DE DIOS parte 17




¿EL TIEMPO DE LAS PROMESAS?

Una de las cosas que más nos resulta difícil comprender, es el tiempo de Dios y la manera en que cumple Sus promesas.

Salmos 1
1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.

Los niños entre más pequeños, más les resulta difícil entender el concepto tiempo.

No se le puede decir a un niño: «Vamos a ir al parque de diversiones en dos semanas» sin que el pregunte todos los días durante las dos semanas siguientes si «hoy» es el día de ir al parque.

Y esto la mayoría de las veces no difiere de un adulto ya que una de las cosas que más nos resulta difícil comprender, es el tiempo de Dios y la manera en que cumple Sus promesas.

Nos ponemos ansiosos, y esperamos resultados hoy o mañana, y no dentro de años.

Pero para conocer cuando es el tiempo de Dios para el cumplimiento de sus promesas una de las cosas que debemos hacer es aprender o comprender que Dios no maneja el tiempo como nosotros, ya que para él no existe el tiempo. Por eso dice:

Eclesiastés 3
1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

Nota que lo que tiene su hora esta debajo del cielo, no encima ya que Dios no tiene tiempo.

Por eso el autor de Eclesiastés puso el tiempo de Dios en la perspectiva correcta. Escribió:
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

[Dios] todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin...

Eclesiastés 3
8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
9 Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.
11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
12 Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida;
13 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.
14 He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
15 Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.


En Eclesiastés 3, el escritor señala que los hombres, limitados por el tiempo, no alcanzan a entender los propósitos eternos de Dios (v. 11).
Y con limitados no me refiero a que no les alcanza el tiempo o que no tienen tiempo suficiente.
Sino que ven el tiempo como un límite.
Y por eso algunos tienen un dicho que dice “mañana ya para qué. O mañana ya es muy tarde”

Por eso una de las reglas básicas para comprender la palabra, es desde la perspectiva de él y no de la mía.

Por que como resultado, estaremos igual que el niño que le prometieron ir al parque. Y aunque se nos dijo que en dos semanas; todos los días cuestionamos el tiempo de Dios diciendo si es hoy.

El tiempo de Dios se basa en cumplimiento de hechos y no en el mismo tiempo.
Por eso es que los que no se alinean al propósito de Dios; Dios les dice: TU NO DEJAS TE QUE MI PROPÓSITO SE CUMPLIERA EN TI, ENTONCES LO CUMPLIRÉ CON OTRO.

Veamos nada mas con toda la creación desde génesis hasta apocalipsis, que no importan el tiempo cronos, sino que ni una tilde ni una jota pasara sin que todo se haya cumplido.
Hechos 13
21 Luego pidieron rey, y Dios les dio a Saúl hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años.
22 Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.

Para Dios el tiempo es el cumplimiento de su palabra y no el tiempo en sí mismo.

Por eso cuando nosotros andamos conforme a su palabra, todo nos funciona bien.

Esta es una de las cosas por las cuales llega a nuestra vida los afanes y las angustias, y es por no tener su palabra. Entonces como no manejamos su palabra, llegamos a manejar es el tiempo, y llegamos a pensar que mañana es muy tarde para una respuesta.

La vida de muchos que están escritos en la palabra no se manejó por el tiempo de ellos sino por la palabra.

Abraham Dios no se revelo a su vida cuando Abraham tenía todo el tiempo por delante.
A Jacob Dios no se le revelo cuando era un niño para ser Israel.
A Dios no le afano que los hermanos de José lo trataran de matar, y que el terminara como esclavo.
Moisés Dios no lo llamo en palacio desde joven sino cuando ya él era viejo.

Efesios 1:3- “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales EN CRISTO”.

La palabra “en” es extremadamente importante. No determina una ubicación debajo del cielo, ni un tiempo, sino un lugar celestial. En este lugar Dios tiene todo lo que El desea y Él que está en Dios puede descansar en este entendimiento.

Y a esto viene una pregunta
¿Podemos traer a Dios a nuestro tiempo, podremos ir nosotros a su palabra y esperar en él?

Por eso dijo salomón en:

Eclesiastés 3
1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.

¿Pero todo esto esta dónde?
Debajo del cielo.

¿Entonces que está por encima del cielo?

Colosenses 1
19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,
20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado

Es EN CRISTO donde Dios vio TODA plenitud. Y es en otro tiempo que todas las cosas pasan pero recuerda en el todo es eterno.

Colosenses 2
8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.

Dice “Porque EN ÉL habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”.
La GLORIA es el despliegue de los atributos Divinos, la perfección de Dios y el resplandor de Su presencia; y todo está EN SU HIJO.

¿Y su hijo dónde está?

Efesios 1
20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,

Por eso si tú no habitas espiritualmente en lugares celestiales no comprenderás el tiempo de Dios para sus promesas.

Efesios 1
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,
9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,
10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.


Es muy importante que entendamos esto, porque constantemente estamos intentando hallar la plenitud en cosas que no son Él; en un esposo o esposa, en un trabajo, ministerio o iglesia.

No obstante, DIOS planeó que toda plenitud habitase en Cristo, de modo que es en ese lugar donde debemos buscar el tiempo del cumplimiento de sus promesas.

Por eso no debemos preocuparnos por el tiempo en que se cumplan las promesas sino porque yo permita que ese tiempo se cumpla en mí. Ya que ese tiempo puede ser ya.

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