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DEBIDO A PROBLEMAS EN EL SERVIDOR DE DIVSHARE. LA MAYORÍA DE
LOS AUDIOS ANTERIORMENTE SUBIDOS SE HAN
PERDIDO.


A PARTIR DE ESTE MOMENTO ESTAREMOS EN UN NUEVO SERVIDOR
ACTUALIZANDO TODO EN LA PÁGINA


DISCÚLPENOS POR LA DEMORA EN LA SUBIDA DE NUEVOS TEMAS.


ATTE: ICLV






LAS LEYES DE DIOS parte 31

LAS LEYES DE DIOS parte 31
La ley de la alabanza y la adoración
La ley del amor te deleita




Cuando el hambre y la sed de Dios sea tu mayor problema, vas a empezar a hablar de la presencia de Dios más que de cualquier problema

Salmos 37
3 Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
4 Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.
6 Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.

El problema es que la gente no se está deleitando en la presencia de Dios.

Mateo 7
6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.

Porque cerrada la puerta es donde te deleitas, donde se te corrige, donde se te enseña.

¿Cuál es el problema? No hemos llegado al nivel de intimidad con Dios.
Tú quieres que el poder de Dios se manifieste donde quiera que vayas.

Pero eso solo es el resultado de lo que te deleitas en EL. Por eso debemos aprender a pasar tiempo de intimidad con el Señor.


Por eso es que Dios llama por amor y con amor, para que el que le busque se pueda deleitar en él.

¿Cómo entrar a esa presencia de Dios o deleitarse en él?

Pera entrar en el amor de Dios o sea que te puedas deleitar, tienes que entrar sin confiar en tu propia justicia ni en tu propia conducta. Porque si confías en tu propia conducta y en tu propia justicia para entrar, no estás teniendo en cuenta la sangre que te deja entrar.

Hebreos 4
14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.







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