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LAS LEYES DE DIOS parte 30

LAS LEYES DE DIOS parte 30
La ley de la alabanza y la adoración
La ley del amor y la puerta del reino.



¿Qué es lo único que soporta todo?
El amor
¿Qué es lo que destruye todo?
La falta de amor.

Mateo 7
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

Cada cosa que hagamos, o hablemos siempre nos abre una puerta para entrar. Pero no todo lo que hablemos o ágamos nos abre la puerta del reino.

Proverbios 24
14 Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; Si la hallares tendrás recompensa, Y al fin tu esperanza no será cortada.
Romanos 12
9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.


Colosenses 3
23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
25 Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.

1 corintios 9
17 Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada.
18 Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio.

El verdadero amor predica con el ejemplo.

El verdadero amor es lo que le da equilibrio a todo en nuestra vida, y es lo que mantiene todo en su lugar, pero también lo mueve todo ordenadamente tanto en el mundo físico como en el espiritual.

Por eso una característica del verdadero amor es que nos da una personalidad equilibrada, justa, y entendida. Esto es la clave para el éxito y para recibir recompensa.
De hecho, ser equilibrado en todos los aspectos es el objetivo principal del desarrollo personal y espiritual.

Efesios 4
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,


En términos espirituales, el equilibro que da el amor es la habilidad de posicionarse ante la vida desde una perspectiva clara de crecimiento.

Tener o vivir bajo la ley del amor significa estar equilibrado siempre alerta, plenamente enfocado y tener una visión clara del camino de la vida.
El equilibrio que da el amor del reino viene a través de un entendimiento profundo, de lo que significa “padre hágase tu voluntad humildad.

Vivir bajo la ley del amor Viene de la comprensión de que aunque la vida está llena de altibajos, podemos mantener siempre una la paz. Esto es lo que nos permite que evitemos reacciones sin control, las prisas, la excitación, y elaboramos una respuesta calmada, fácil y madura para cada situación.

Tener o vivir bajo la ley del amor es volar internamente con plena libertad y, a la vez, tener los pies firmemente en el suelo de la realidad. Ya que conocemos no solamente las promesas de Dios, sino que entendemos los tiempos de cada promesa.


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