Buscar este blog

ANUNCIO


DEBIDO A PROBLEMAS EN EL SERVIDOR DE DIVSHARE. LA MAYORÍA DE
LOS AUDIOS ANTERIORMENTE SUBIDOS SE HAN
PERDIDO.


A PARTIR DE ESTE MOMENTO ESTAREMOS EN UN NUEVO SERVIDOR
ACTUALIZANDO TODO EN LA PÁGINA


DISCÚLPENOS POR LA DEMORA EN LA SUBIDA DE NUEVOS TEMAS.


ATTE: ICLV






ENGRANDECERÉ TU NOMBRE parte 8

ENGRANDECERÉ TU NOMBRE parte 8




1 crónicas 4
10 E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.
Las cuatro cosas que le pidió a Dios fue
Bendíceme
Ensánchame
Tu mano estuviera conmigo
Líbrame del mal.

Lo primero que dijo Jabes: "Bendíceme"

Lo Segundo: Ensánchame, "ensancha mi territorio"

Tercero: "Que tu mano esté conmigo"

Cuarta cosa que pidió: "Guárdame del mal"

Y todo esto lo pidió para “para que no me dañe”

¿Pero qué es lo que nos daña?
La falta de conocimiento el pecado te destruye
EN el pueblo de Israel los padres hicieron pasar a sus hijos por fuego.

Levitico18
21 Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no contamines así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.

¿Que hizo la madre de Jabes?
Hizo pasar a su hijo por fuego, lo entrego a demonios, y lo planto en lugares de desierto. Y todo porque ella solo pensó en ella, en lo que ella sufrió por causa de él.
¿Porque Dios le concedió a Jabes lo que el pidió?

Porque él se desato del nacimiento que le dio su madre.
Ya que la vida de Jabes no tenía por qué estar atada a la herencia de un hombre.
¿Y cuál es la herencia de cualquier hombre en la tierra?
Es la muerte.

Jabes regresaba a donde es su erigen como dijo el señor Jesús dijo;
Yo he descendido del cielo, no dijo que vino de María.

Jabes se desato del nacimiento de su madre para nacer de nuevo

Jabes dijo “para que no me dañe.”

¿Qué es lo que te daña tus sueños, tu vida, lo que llega a tus manos?

La muerte que toca cada cosa que llega a tu vida.
¿Por qué?
Porque mientras que tu no nazcas de nuevo todo lo que tú hagas tuyo, automáticamente le heredaras tu herencia.

¿Y cuál es la herencia?
La muerte.

Juan 3
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Mientras que tú no dejes el pecado de la idolatría, como lo explicamos en el tema anterior, por eso todo lo que llegue a tu vida tendrá la herencia de la muerte
Así sea lo de Dios.

Eso lo explicamos en el tema “la fe que lo alcanza todo” cuando el sembrador siembra buena semilla en todas las áreas de nuestra vida, pero como nuestra vida no está preparada para recibir la semilla perfecta, esta semilla muere.

Jabes dijo “y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.”

Romanos 6
14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.
16 No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?
17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;
18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.
21 Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.


La voluntad del padre no está en tu madre, la voluntad del padre no está en este mundo, la voluntad del padre está en Él.

Mientras que tú no dejes el pecado de la idolatría. E idolatría es poner tu salvación en cualquier cosa de esta tierra(por eso hay de aquel que llame madre a esta tierra, porque tú estás poniendo a esta tierra al nivel de Dios, y los únicos que están al nivel de Dios son solo hijo y el Espíritu Santo, nadie más)

Génesis 3
17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.


Entonces Jabes dijo “y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.

Porque el fin de la voluntad de Dios es librarte del mal, la muerte que está en cada área de tu vida.

Juan 6
39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

El acierto de la oración de Jabes fue ser libre de lo que le pudiera hacer daño, porque de que le hubiera servido la bendición, que Dios ensanchara su territorio, que él fuera grande y poderoso porque la mano de Dios estaba con él, si en todo el terminaría muerto.


Por eso tú tienes que decir al igual que Jabes “líbrame del mal”
Ser libre también es tener la revelación de quien eres.

Mateo 16
13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario