LA IGLESIA DEL SEÑOR parte 30

LA IGLESIA DEL SEÑOR parte 30
ÉFESO
Al que venciere



Apocalipsis 2
1 Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:
2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;
3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.
4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.
7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.


Ser vencedor son los que son obedientes de corazón. Estos serán tomados y llenos del Espíritu Santo.

Hechos 5
32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.
33 Ellos, oyendo esto, se enfurecían y querían matarlos.
34 Entonces levantándose en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles,
35 y luego dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres.

Él dijo que daría el Espíritu Santo a los que le obedecen.
La obediencia no está en la acción sino en la actitud. Eres desobediente cuando no te consideras un vencedor.

Cualquier persona que limita a Dios nunca recibe lo mejor que el tiene.

Y volvían, y tentaban a Dios, Y provocaban al Santo de Israel

Salmos 78
41 Y volvían, y tentaban a Dios, Y provocaban al Santo de Israel.
42 No se acordaron de su mano, Del día que los redimió de la angustia;

Para nosotros hoy tener un espíritu de vencedor es tener la evidencia de un nuevo lenguaje
Solo los valientes hablan victoria más los cobardes confiesan derrota.

Apocalipsis 21
7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

La respuesta a este llamado solo es nuestra. No la podemos delegar en otros. Por eso dice a cada uno en particular: «El que venciere...».

No importa cuál sea la condición que te rodea; tú estás llamado a vencer. Eres tú, en particular, quien está llamado a vencer’.

Además, dice lo siguiente:
«…y yo seré su Dios, y él será mi hijo».
Observe el tiempo futuro de los verbos. En la primera parte, cuando dice: «…heredará todas las cosas», es más claro, porque es evidente que el heredar todas las cosas es un acontecimiento futuro. Pero lo que no es tan evidente es lo que sigue: «…y yo seré su Dios».

Nosotros podemos decir con certeza que el Señor es hoy nuestro Dios. En tiempo presente, él es nuestro Dios. Y también en tiempo presente, podemos agregar que somos sus hijos.
Mas sin embargo, la promesa está en tiempo futuro: «…yo seré su Dios, y él será mi hijo». Debe significar algo más de lo que entendemos hoy.

Hay algo aquí que está en tiempo futuro, y que nos habla de un propósito que va más allá de nuestra visión o nuestra experiencia presente.

Porque muchos son llamados, y pocos los escogidos (Mateo 22:14).

Cosas pequeñas te pueden destruir y mantener fuera del propósito que Dios tiene para ti.
La mujer de Lot sólo miró un momento para y fue convertida en una estatua de sal. ¿Tú piensas que Dios te va a excusar por tus desobediencias cuando Él no excusó la mujer de Lot?
Él dijo que Él les dará el Espíritu Santo a los que obedecen a Él.

También se encuentra la mujer de Moisés llamada Séfora y sus hijos llamados Gersón y Eliezer. Que aunque eran hijos y la esposa del mismo Moisés, estos tampoco entraron, ni lo sucedieron sino que el que lo sucedió fue Josué hijo de nun.

Éxodo 18
2 Y tomó Jetro suegro de Moisés a Séfora la mujer de Moisés, después que él la envió,
3 y a sus dos hijos; el uno se llamaba Gersón, porque dijo: Forastero he sido en tierra ajena;
4 y el otro se llamaba Eliezer, porque dijo: El Dios de mi padre me ayudó, y me libró de la espada de Faraón.

Hechos 5:
29 Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.