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LA IGLESIA DEL SEÑOR - ESMIRNA - P1

LA IGLESIA DEL SEÑOR parte 31
ESMIRNA
Eres rico y no pobre




Apocalipsis 2
8 Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto:
9 Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.
10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.


1. El Periodo de Éfeso (90-200 d.C.): Fue la Iglesia de “Propósito Pleno”.
• Recibiendo la Gran Comisión directamente de los Apóstoles, esta los de Éfeso tenía
“propósito pleno”.
• Fracasaron desviándose un poco de “sola Escritura” (añadiendo palabras y términos a
la Biblia que no se halla ahí; p.ej. “católico” o “hijo de la Iglesia”).

2. El Periodo de Esmirna (200-325 d.C.): Fue la Iglesia de “Amargura y Muerte”.
• La característica sobresaliente en este periodo fue la persecución.
• La Iglesia sufrió 10 persecuciones “oficiales” bajo el Imperio Romano (todavía bajo
el mando de Emperadores paganos).

La carta a la Iglesia de Esmirna es la más breve de todas las cartas a las 7 iglesia.
• La Iglesia de Esmirna es la Iglesia Perseguida.

• No hay mucho que decir a una iglesia que está sufriendo como los de Esmirna sufrieron. Porque en la persecución es donde aprendemos a usar y conocer lo que tenemos


El Periodo de Éfeso como lo vimos anteriormente
• La Iglesia de Éfeso fue la Iglesia con “propósito pleno”, una Iglesia que trabajó arduamente para el Señor. Fue una buena Iglesia.
• Pero, ellos “dejaron su primer amor”, la Palabra de Dios, y se desviaron un poco de
“sólo Escritura”.
• Ellos añadieron a la Escritura palabras (como “católico”) y conceptos (como “soy hijo de la Iglesia” y “la Iglesia es madre de todos nosotros”).

• Vimos también el comienzo de la división entre “el clero” y “el laicado” (o sea, la doctrina de los “nicolaítas”).

• Desviándose de la Escritura y sólo la Escritura, los de Éfeso sembraron pequeñas
“semillas de error” que luego crecerían.

Ahora, lo que vamos a ver en el periodo de Esmirna es el crecimiento de estas semillas de error.

• Veremos el desarrollo de las falsas enseñanzas de Éfeso.
• Veremos más desviación de la Escritura (no solamente en palabras y concepto, sino que ahora en doctrinas enteras y libros enteros).

el periodo de Éfeso es el “noviazgo” de la Iglesia con el mundo, y el periodo de
Esmirna es “la promesa de casamiento” entre la Iglesia y el mundo, ya que comienzan a olvidar lo que Dios les entrego y comienzan a ver lo que el mundo les ofrece

Por eso dice tu te dices pobre pero el Señor le dice que eres rico.

El nombre “Esmirna” (griego: Smurnaios) implica “mirra” (griego: smurna)
La mirra es una gomorresina (un jugo lechoso) en forma de lágrimas que es
costosa, amarga, aromática y roja.
Esta es una buena descripción del Periodo de Esmirna: La Mirra.
(Mat 2.11) La mirra era una especia muy costosa - era un presente de reyes.


La iglesia de Esmirna fue fortalecida frente a la muerte.
(1Cor 15.20-22) Puesto que Cristo resucitó, nosotros también resucitaremos.

(1Cor 15.54-57) Hay victoria en Cristo sobre la muerte. No hay por qué temer la muerte (en cualquier forma: natural y por la persecución) porque
Cristo - el que estuvo muerto y vivió - la venció.

(1Cor 15.58) Entonces, en mensaje del que “estuvo muerto y vivió” es “esa persecución pasara no teman”.
5E. Les dio consuelo a los de Esmirna frente a la muerte.

Mirar al Señor como quien venció.

Tú eres rico

Combina la oración y la confesión de la Palabra de Dios para penetrar toda oposición demoníaca.
Orar y confesar la Palabra son dos de las armas más poderosas que están en manos de los creyentes y usted podrá ser testigo de un gran derramamiento del poder de Dios cuando combine ambas.

Hay muchos a quienes se les dificulta orar, muchos dicen que no saben cómo hacerlo, algunos se han sentido desanimados en la oración.

El señor Jesús nos enseñó que nuestra fe se manifiesta mediante nuestras propias palabras, mismas que si están llenas de fe pueden mover montañas (Marcos 11:23). No hay nada imposible para quienes creen.

Nuestra fe es una llave para ver milagros y para observar grandes logros de una manera constante. Recibiremos lo que sea que pidamos en oración, si creemos (Mateo 21:22).

La Palabra de Dios está cerca de nosotros, en nuestra boca y en nuestro corazón, es la Palabra de fe (Romanos 10:8).
La boca y el corazón tienen un vínculo pues hablamos de la abundancia de nuestro corazón y la Palabra de Dios en nuestro corazón saldrá por la boca. La fe que hay en el corazón se manifestará a través de la boca. Dios procura que su Palabra se lleve a cabo (Jeremías 1:12).

Hemos recibido las llaves del Reino (Mateo 16:19) con lo cual tenemos la autoridad de atar y desatar.

NUESTRA FUENTE DE poder es el Espíritu Santo y la palabra de Dios. Nos edificamos en la fe cuando confesamos la Palabra de Dios y estamos más confiados cuando la entendemos y caminamos en su revelación.

La oración nos conecta a la fuente de poder, nos conecta a Dios y permite que su poder fluya hacia nosotros en toda situación.

NUESTRA ORACIÓN:
Ningún arma forjada contra mi prosperará, y condenaré toda lengua que se levante contra mí en juicio (Isaías 54:17).

Con justicia seré adornado; estaré lejos de la opresión (Isaías 54:14).
Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 Corintios 10:4).

Tomo el escudo de la fe y apago todos los dardos de fuego del maligno (Efesios 6:16).
Tomo la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios y la uso en contra del enemigo (Efesios 6:17).

Fui redimido de la maldición de la ley, soy redimido de la enfermedad, soy redimido de la muerte espiritual (Gálatas 3:13).

Venceré sobre todo porque mayor es Él que está en mí que el que está en el mundo (1 Juan 4:4).

Estoy firme, ceñidos mis lomos con la verdad, y vestido con la coraza de justicia, y calzado los pies con el calzado del evangelio de la paz. Tomo el escudo de la fe. Y tomo el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios (Efesios 6:14-17).
Soy libre de la potestad de las tinieblas, y trasladado al Reino de su amado Hijo (Colosenses 1:13).
Tengo potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada me dañará (Lucas 10:19).

No he recibido espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (2 Timoteo 1:7).

Soy bendito con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:3).

Fui curado por las llagas de Jesús (Isaías 53:5).
Mi mano está en el cuello de mis enemigos (Génesis 49:8).
Unges mi cabeza con aceite, mi copa está rebosando. El bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida (Salmo 23:5-6).

He sido ungido para predicar, enseñar, sanar y echar fuera demonios. Recibo la abundancia de la gracia y del don de la justicia y reino en vida por Cristo Jesús (Romanos 5:17).

Tengo vida y la tengo en abundancia (Juan 10:10).
Camino en luz, como Él está en luz y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7).

Soy la justicia de Dios en Cristo (2 Corintios 5:21).
Soy cabeza y no cola (Deuteronomio 28:13).
Declararé esto de hoy en adelante y será firme en mi vida (Job 22:28).
Tengo gracia para con Dios y los hombres (Lucas 2:52).
Bienes y riquezas hay en mi casa, y mi justicia permanece para siempre (Salmos 112:3).
Seré saciado de larga vida, y Dios me mostrará su salvación (Salmos 91:16).
Habito bajo el abrigo del Altísimo y vivo a la sombra del Omnipotente (Salmos 91:1).
No me sobrevendrá mal ni plaga tocará mi morada (91:10).
Todos mis hijos serán enseñados por Jehová y se multiplicará la paz de mis hijos (Isaías 54:13).
Soy fortalecido en el hombre interior por su Espíritu (Efesios 3:16).
Estoy cimentado y arraigado en amor (Efesios 3:17).
Bendigo a mis enemigos de carne y hueso y venzo el mal con el bien (Mateo 5:44)

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