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A PARTIR DE ESTE MOMENTO ESTAREMOS EN UN NUEVO SERVIDOR
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ATTE: ICLV






ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 5

ÚNGEME PARA HONRAR TU NOMBRE parte 5




Jeremías 1
4 Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:
5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
6 Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

1 corintios 1
30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.

Cristo ha sido hecho nuestra redención
Cristo no sólo ha venido a ser nuestra justicia y nuestra santificación de parte de Dios, sino también nuestra redención.
¿pero que es redención o redimir?
Redimir es pagar para recobrar algo, o libertar a alguien pagando un rescate.

Existen tres elementos indispensables en todo acto de redención.
El primero es la persona redimida, el segundo es la persona que redime y el tercero es el precio de esa redención.

Primero que todo.
¿Por qué necesitamos ser redimidos?
Porque todos fuimos vendidos al pecado por causa de un solo hombre.

Romanos 5
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

Romanos 7
14 Porque sabemos que la ley es espiritual; más yo soy carnal, vendido al pecado.
15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.

¿Necesitamos ser redimidos de qué?
De la muerte por causa del pecado.

1 corintios 15
21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.
25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.
27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas.
28 Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

¿Pero cómo sabemos que el señor Jesús es nuestro redentor?

Mateo 20
28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

1 Timoteo 2
4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,
6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
7 Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad.

Teniendo claro lo primero, ahora debemos entender que el Señor Jesús no sólo es nuestro Redentor sino también nuestra redención.

Si únicamente fuera nuestro Redentor, permanecería separado de los redimidos.

Pero el Señor Jesús no sólo es nuestro Redentor, sino también nuestra redención.

¿Pero cuál es el motivo de que no solamente sea nuestro Redentor, sino que también sea nuestra redención?

significa que al ser redimidos no nos unimos a una acción, sino a una persona.

Cuando fuimos redimidos, el Señor se hizo uno con nosotros.

Juan 17
18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,
21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

Porque cuando él es en nosotros nuestra redención, es que podremos manifestar la gloria del padre, y no la nuestra, como lo vimos anteriormente.

Juan 7
17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.
18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.

Por lo tanto si tú quieres moverte como el señor Jesús se movía en esta tierra; tienes que ser uno en Cristo, para que así se pueda cumplir lo que dice la palabra en jeremías; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. Y todo para que puedas ver y andar en tu vida manifestando la gloria de Dios.

Juan 17
22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.

Por eso todo aquel que ha experimentado una redención completa. Cuando Dios lo mira, no ve a la persona, sino a Cristo.

Cristo es el Cordero sacrificado; Su sangre elimina delante de Dios la lista de pecados del hombre. Cuando alguien se acerca a Dios por medio de Cristo, Dios ya no lo condena, pues Cristo ha satisfecho, en lugar del hombre, Sus justos requerimientos. Cristo sufrió el castigo por el pecado en lugar del hombre. Por eso, cuando éste recibe a Cristo, obtiene la redención. Cuando Dios ve a Cristo, ve la redención.


Por aso la importancia no solo de que Cristo se nuestro redentor sino que también se nuestra redención; porque si solo fura nuestro redentor tu nunca podrías estar delante de la presencia de Dios, ya que nosotros continuamente pecamos, y después de que el vino el asunto es peor.

Mateo 5
27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.
28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

Ya que si el solo fuera tú redentor, el redentor paga hasta donde debías, pero si vuelves a deber estas en deuda.

Romanos 8
22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón;
23 porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.

Por lo tanto Cristo dentro de ti, no sólo es nuestro redentor ante Dios, sino también la redención en nosotros. Ya que es la única manera de mostrarnos justos delante de Dios.

Mateo 11
27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
El padre te ve a ti, pero solo a través de Cristo.

¿Cuál es el motivo de que el Señor Jesús sea nuestro redentor y sea hecho redención en nosotros?

Es porque solo a través de Cristo es que tú tienes la capacidad de oírle para obedecerle

Juan 5
19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
20 Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.
21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.
22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,
23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.

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