MILITANDO COMO SOLDADO parte 18

MILITANDO COMO SOLDADO parte 18

CORRIENDO LIBRE




Para que los apóstoles pudieran seguir al señor y correr la buena carrera tenían que ser libres de todo lo que los ataba a este mundo.

El señor sabiéndolo, siempre los llamaba para que ellos al instante dejándolo todo lo siguieran. Porque él sabía que hasta que no fueran libres de lo que los ataba a este mundo no estarían aptos. Primero que todo para comenzar a aprender un nuevo lenguaje, y una nueva manera de vivir.


MATEO 11
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. (Leer tema mi verdadera carga)

Es muy difícil avanzar cuando alguien nos pone carga que no tenemos que llevar.
Aun nuestro pecado solo lo puede llevar el señor y no nosotros.

2 CORINTIOS
9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.


2 DE TIMOTEO 2
21 Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.
22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.


Por eso nuestra principal carrera debe ser correr siempre a los brazos de Cristo porque esta carrera no es del que primero llegue sino del que llegue.

Porque cuando llegamos al amor de Dios es cuando somos aptos para toda buena obra.

HEBREOS 13
21 os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
22 Os ruego, hermanos, que soportéis la palabra de exhortación, pues os he escrito brevemente.
CIERRA LAS PUERTAS AL ENEMIGO PARA QUE CORRAS LIBRE.

HEBREOS 4
6 Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia,
7 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones.

HEBREOS 12
16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.
17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.

HEBREOS 12
25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.

Corre a cerrar las puertas a tu enemigo para que no te robe.
Pero para cerrar las puertas al enemigo tienes que tener las llaves para cerrarlas

SANTIAGO 1
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
18 El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardo para hablar, tardo para airarse;
20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.

2 DE TIMOTEO
16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

EL PROPÓSITO FINAL DE TU CARRERA
El final de tu carrera no es la fama ni las riquezas sino la corona de vida eterna


2 DE TIMOTEO 4
7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Dale una oportunidad a aquel que te amo desde antes de que tu nacieras.

APOCALIPSIS 3
20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.