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DIFERENTES TIPOS DE PROFETAS

DIFERENTES TIPOS DE PROFETAS



Jeremías 1
7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.
8 No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.
9 Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.

Jeremías 20
9 Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude.

Hay tres términos hebreos de importancia para designar a los profetas;

El más importante es «Nabhi» que se traduce «Profeta», este término deriva de una raíz que significa «anunciar»

Es escuchar a Dios directamente; donde no es por visión, sentir, o revelación.

Éxodo 7
1 Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta.

Los otros dos términos mucho menos usados son «Ro'eh» y «Hozeh», que significan «ver» y se traducen como «Vidente».



2 Samuel 15
27 Dijo además el rey al sacerdote Sadoc: ¿No eres tú el vidente? Vuelve en paz a la ciudad, y con vosotros vuestros dos hijos; Ahimaas tu hijo, y Jonatán hijo de Abiatar.

2 Crónicas 16
7 En aquel tiempo vino el vidente Hanani a Asa rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos.

También encontramos un cuarto término, menos usado que es «Varón de Dios» (Ish Elhoim), que significa que el Profeta es escogido y enviado por Dios, cambio de nombre: «Vidente» por «Profeta».

1 Samuel 9
9 (Antiguamente en Israel cualquiera que iba a consultar a Dios, decía así: Venid y vamos al vidente; porque al que hoy se llama profeta, entonces se le llamaba vidente.)

La tarea de los Profetas en el Antiguo Testamento es resumida básicamente en una doble función:
* Recibir de Dios el mensaje mediante revelación.
* Declarar al pueblo el mensaje de Dios.


La Biblia nos muestra la existencia de las diferentes etapas de los profetas, los cuáles era llamar a la gente de nuevo a Dios, y a la verdad de Dios.

EL PRIMERO ES EL LLAMAMIENTO PROFÉTICO DE JUICIO.
Advertencia de las consecuencias de sus acciones.
A menos que tengamos un espíritu correcto, no entenderemos el privilegio de la palabra que edifica y planta. Notemos el orden de las palabras en:



Jeremías 1
10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.

El profeta está llamado para arrancar y destruir las obras de las tinieblas, que son muchas veces las cosas más amadas por los hombres.

Esto es primeramente sus tradiciones religiosas, que muchas veces creen que es correcta; porque tiene que ver con su identidad, su dignidad y la manera en la que se ven a ellos mismos.
Los hombres van a matar por eso, manejados por ese espíritu y aún así el profeta tiene que ir a arrancar y destruir, y a menos que estemos dispuestos a hablar la palabra que arranca el pecado, jamás seremos usados para la verdadera palabra de bendición.

EL SEGUNDO ES EL LLAMAMIENTO PROFÉTICO QUE IDENTIFICA LA FALSEDAD, Y LA DESTRUYE SIN NINGUNA COMPASIÓN.

JOSUÉ 8
8 Y cuando la hayáis tomado, le prenderéis fuego. Haréis conforme a la palabra de Jehová; mirad que os lo he mandado.

JEREMÍAS 5
14 Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos: Porque dijeron esta palabra, he aquí yo pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá.

JEREMÍAS 23
29 No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?
30 Por tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano.

Hay algo acerca de su palabra que es como fuego.
Por lo tanto antes de edificar, estará consumiendo las obras de las tinieblas sobre el corazón de los hombres a los que Dios lo haya enviado.

EL TERCER LLAMAMIENTO PROFÉTICO ES DERRIBAR
El profeta no cuestiona o propone una convivencia con la iniquidad; él hace pedazos su estilo de vida de mentira y hedonismo delante de los ojos de quienes las estiman.

Un profeta descubre sin piedad al enemigo, para así destruir el pecado que llevaría a la muerte al individuo, sin tener ningún temor o preocupación del hombre.

El profeta revela la mentira, y hace sonar trompeta. Inclusive con las mentiras de los falsos profetas.
El enemigo ha fundamentado éste mundo en mentiras, pues él es el padre de toda mentira;
Pero cómo puede saberse si no se levantan ministerios fundamentados en la plenitud del hijo de Dios, y que llegue una palabra de verdad. Pero esa palabra solo puede llegar a través de hombres con ministerios que estén totalmente libres del temor al hombre que esta manejado por el enemigo, como lo que le sucedió a Elías.

Romanos 11
1 Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.
2 No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo:
3 Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme ?
4 Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal.
5 Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.

¿Quién quiere escuchar a profetas así?
Solo el que anhela de verdad la salvación.
Por eso un profeta o cualquier ministro de Dios, no puede dar rienda suelta en un estilo de vida a aquellas mismas cosas que condenamos delante de otros.
Por tanto, el estilo de vida es muy importante en relación a la palabra que haya de ser proclamada, y esto el que más deja al descubierto si se es un profeta verdadero o falso.

Los profetas falsos comían de la mesa de Jezabel. Elías tenía que ser alimentado por cuervos y vivir junto a un arroyo.
Pero no se trata de vestirse como Juan, de pelo de camello, o irse a un arroyo y esperar cuervos.
Lo que si es que no puedes alimentarte de nadie que no tenga el Espíritu de Dios en su vida, porque entonces te alimentaras de miedo, de duda, de concupiscencia, y todo lo que este mundo infectado por la mentira ofrece.

Por lo tanto un profeta debe tener repudio por la mentira, aún cuando la sociedad y una iglesia carnal la justifiquen.
Entonces la palabra de un profeta no sólo revela la mentira, sino que también la condena y la juzga. Es un destructor de las obras de las tinieblas.

Cuando Elías dijo: “No habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra”

1 Reyes 17:
1 Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.
2 Y vino a él palabra de Jehová, diciendo:
3 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
4 Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.
5 Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová: pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.

No estaba diciendo que habría una ligera diferencia de clima. Él estaba diciendo que no tendrían cosechas. No tendrían qué comer. Ellos iban a experimentar una hambruna. Iba a tratarse de un juicio de parte de Dios, e iba a venir a través de la palabra de Elías.

Por eso la palabra de un profeta no es solo una información o una opinión, sino un evento de juicio que iba a afectar y transformar toda una nación.

Tal como hizo el señor Jesús cuando trataba a los fariseos mostrando completamente la mentira. Particularmente en lo que hacían que consideraban como real o correcto.

Él señor traía una verdad revelada que cancelaba y destruía el tipo de fe vasado en la ley de las obras. Si él no hubiera venido, ellos habrían seguido creyendo que lo que estaban celebrando como real, era real.


Este es el tipo de palabra que necesita ser revivida y restaurada.

La tarea del profeta es establecer una verdad apostólica que viene directamente de Dios, que sea lo suficientemente válida y poderosa para desplazar completamente la mentira, y sea una llamada al arrepentimiento genuino.

EL CUARTO LLAMAMIENTO ES PARA EDIFICAR Y PLANTAR

1 corintios 14
3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
4 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.

Luego de que la palabra ha dejado todo como desierto; entonces la palabra viene a ser creadora y establece la revelación de algo que no había sido entendido –algo que es máximo y eterno

Ezequiel 37
1 La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.
2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.
3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.
4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová.
5 Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.
6 Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.
7 Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.
8 Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.
9 Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y dí al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
10 Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.
11 Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos.
12 Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel.
13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío.
14 Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.

Los Profetas funcionan dentro del cuerpo de Cristo de la siguiente manera:
Son proclamadores de la Palabra de Dios, llenos del Espíritu Santo, llamados por Dios para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.

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