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ATTE: ICLV






EL TEMOR

EL TEMOR




“6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. ” (2 Tim 1: 6-7)
“Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor, sino de poder, y de amor, y de templanza.” (2010) (2 Timt 1:7)
Introducción
Cuando se habla de temor se relaciona con un sentimiento o emoción negativa, acompañada de inquietud angustia, temblor, tensión y hasta frío que mueve a rechazar o a evitar algo considerado como peligroso o que puede provocar daño. Ver un animal peligroso, una persona, en ocasiones emprender algo nuevo, volver a experimentar una mala experiencia, entre otros produce temor (todo esto viéndolo desde lo común). Pero una cosa es ser prudente y otra es que sabiendo qué debo hacer no lo algo creyendo que va a terminar mal, esto último es miedo.

Entendiendo el Miedo
El temor es un mecanismo de supervivencia resultado de la presencia de un elemento peligroso (o que al menos nosotros lo consideramos peligroso y doloroso) que prepara el cuerpo y los sentidos en un estado de alarma, pero si al mismo tiempo consideramos que no somos capaces de afrontar tal peligro es cuando llega a invadir el miedo. Entre mayor sea el peligro considerado mayor será el temor, entre mayor sea la confianza o sentido de seguridad venceremos el miedo. De acuerdo a lo que creo será mi nivel de temor, y por tanto mi incapacidad de actuar en ciertas circunstancias.
Ejemplo: Se puede presentar un perro grande frente a nosotros (imprevisto), si estamos relacionados con este tipo de animales (conocimiento) no temeremos mucho, si vemos que le sale espuma por la boca (peligro inminente) nos preparamos así sea para correr, pero si sabemos cómo defendernos (preparados) y tenemos las herramientas para hacerlo como una silla o un arma nos sentiremos mas seguros. Ahora si se trata de un cristiano con autoridad como nosotros sabemos que tenemos el poder en nuestras palabras y el animal tendría que huir. Otros ejemplo comunes de temores:
• Las alturas: el que teme a las alturas es porque cree que se va a caer.
• Un gato negro: piensa que lo va a atacar.
• Hablar en público: temor a la burla.
• Discutir frente a una autoridad: cree que será castigado.
• El miedo al agua: cree que se ahogará.
• La tartamudes.
Volviendo a definir el temor sería: es la reacción defensiva o de huida ante una situación de peligro que permanece mientras se considere imposible de vencer. Una persona “tímida” (no es lo mismo que introvertido o cayado) es alguien que vive en constante estado de alerta por algo que no ha sucedido pero que puede suceder y se considera incapacitado para afrontar.

¿Qué Sucede durante el Temor?. Dentro de las reacciones físicas más comunes están: dilata las pupilas para ver mejor, incrementa el ritmo de la respiración para tomar oxígeno, libera sudor, el corazón late más rápido, los vellos se erizan, se libera adrenalina para dar más energía al cuerpo, se libera endorfina para minimizar el dolor, todo esto para defenderse del peligro que estamos considerando o del dolor que se puede volver a repetir. Y así lo expresamos muchas veces sin pensar. Hay que llamar las cosas por su nombre, si esto es lo que sentimos en medio de una circunstancia, delante de alguien en particular, o en alguna tarea, esto se le llama miedo. No vale decir: “yo soy así”, “son reflejos”, “es respeto”, … todo esto es miedo o temor.

Factores que Estimulan el Temor
Por tanto en tiempos de alerta los factores que alimentan el temor son: la mentira o exageraciones, la ignorancia y falta de preparación. Todos estos dan autoridad un espíritu de temor, donde los dos últimos se vencen en la búsqueda del conocimiento y en la disciplina para mejorar cada día. El temor mide el grado de ignorancia en nuestras vidas, un vacío de conocimiento y revelación; pero además la gran cantidad de cizaña sembrada por el enemigo.
Ejemplo de exageraciones: “33 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.” (Num 13:33)
Pero hay otro factor muy importante que ocasiona temor y son las heridas sin sanar. Así como una persona herida se protege para cubrir su llaga, una herida abierta provoca estar siempre a la defensiva para evitar un nuevo dolor. Una mujer herida por una decepción amorosa estará a la defensiva en una nueva relación, un fracaso puede provocar temor a otra oportunidad. Una fobia es el temor producido por un trauma o herida, entre ellas están:
• Aracnofobia: temor a las arañas.
• Sociofobias: miedo a ser juzgado negativamente en situaciones sociales.
• Aereofobias: miedo a viajar en aviones.
• Claustrofobia: temor a los espacios reducidos.
• Acrofobia: mas que vertigo es pavor a las alturas.
• Necrofobia: miedo a la muerte.
• Temor al rechazo.
Pero en la palabra es todo lo contrario, son los animales los que deberían temernos a nosotros y la muerte es el encuentro con nuestro Padre: “2 El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados.” (Gen 9:2) - “21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.” (Fil 1:21)
Otro factor es la falsa identidad desarrollada en la incompetencia y la baja autoestima que nos hacen ver inferiores a otros (violencia familiar) o a ciertas circunstancias aparentemente difíciles de sobrellevar. Llegar a creer que no somos lo suficientemente inteligentes o no tenemos las herramientas necesarias para alcanzar el éxito. Todo esto alimenta el temor en nosotros y por tanto dar los pasos de fe que necesitamos que Dios obre en nuestras vidas. Es por esto que necesitamos renovar nuestra mente y redescubrir quienes somos en Cristo Jesús.
Nota: Cabe resaltar que no todos reaccionan igual. Ante el temor algunos reaccionan con rabia, otros huyen, algunos otros son indiferentes. Pero el principio es el mismo “no volver a vivirlo” o el “futuro es pesimista e incierto”.
Un aspecto muy importante es el apego, basado en la confianza a las cosas de este mundo o alguien, el estar unidos a algo o alguien en donde hemos puesto nuestra dependencia; es por esto que tememos a perder el trabajo, perder un ser querido, o que nos abandonen, dando lugar al temor al rechazo o a perder. Más la Palabra dice que no debemos apegarnos a las cosas de este mundo, y que Cristo ha venido a traer división entre familiares, precisamente para que no dependamos de otros porque él es la roca en donde nuestros pies siempre estarán firmes.
“Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. 2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.” (salmo 40:1-2)
Tipos de Temores
1. Existen temores naturales como parte del sistema defensivo del cuerpo y el alma hacia a lo desconocido, como cuando vamos a emprender algo por primera vez, pero igualmente la mente y el cuerpo se preparan para seguir adelante. El temor sí es necesario en cuanto sepamos que debe tomarse como una reacción que evita meternos en peligro y nos prepara para defendernos.
2. El temor de Dios que es aquel que nos impide pecar o alejarnos de los propósitos de Dios, porque puede que sea algo bueno pero no cumple los diseños de Dios. Es un temor que puede llegar a inquietar o “jalar hacia atrás” impidiendo que cometamos un error, pero no produce ansiedad o preocupación excesiva.
3. Pero existen otro tipo de temor que no tienen razón de ser conforme a los principios de la Palabra como el temor producido por un espíritu; que constantemente está hablando y a veces grita para evitar que sigamos en la obra del Señor.
Dentro de la caminar cristiano no es normal que Dios una y otra vez confirme por la palabra o por un profeta, y el hermanito nunca empiece la tarea que Dios le ha encomendado a pesar de que sí tiene el deseo, esto es miedo. El temor de hablar de Jesucristo, de orar por los enfermos, de prepararnos para servir en el cuerpo de Cristo, de ejercer el servicio habiéndonos preparado, el que evita que emprenda los proyectos del Señor, este temor es del diablo.
“Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor, sino de poder, y de amor, y de templanza.” (2010) (2 Timt 1:7)
Una cosa es la prudencia que junto con la sabiduría nos permiten caminar seguros en el Señor pero siempre hacia adelante en la dirección de Dios, otra es que aún conociendo la tarea y habiendo sido ungidos no se tome la determinación ni se den pasos de fé. Este temor no es de Dios por lo tanto tampoco debemos aceptarlo. Sacando excusas solo nos abrazamos mas al temor y nunca las cosas cambiarán. El espíritu de temor es un ser maligno que nos lanza una especie de “ancla” (lazo) cada vez que queremos avanzar en el Señor, y si encuentra una “cavidad” (puerta) en nuestra alma de donde sujetarse nos empujará hacia a tras cada vez que quiere. Estas cavidades son, además de las mencionadas anteriormente (mentira, ignorancia, falta de preparación) las deficiencias en el poder, amor y dominio propio en el carácter de una persona. Ademas, en la palabra comparan el temor del hombre a una atadura.
“El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.” (Prov 29:25)
El temor ata, detiene, esclaviza, nos hace desperdiciar oportunidades, nos hace dependientes (no de Dios precisamente), nos mantiene en un estado se sumisión lejos de la verdadera autoridad a la que fuimos llamados. Es la raíz de la ansiedad, depresión, la preocupación y la vergüenza. Y lo peor de todo atrae el mal que tememos.
El Miedo en el Cristiano
El miedo o temor más que un sentimiento es una de las armas que el enemigo usa para estancar el crecimiento de un cristiano, congregación o ministerio particular; ya que la reacción del individuo siempre es detenerse, retroceder, o cubrirse para defenderse, esto mismo provoca el miedo. Más que una emoción es un espíritu que trae mentira para alimentar el miedo que hay en nosotros o en medio del pueblo de Dios. No es el enemigo oponiéndose constantemente, basta con hablarle a la víctima para que se detenga o salga corriendo pero hacia atrás. Por tanto la táctica del enemigo es sembrar la mentira o producir las heridas necesarias, para retenernos.

De donde Provienen estos Temores
La temporada preferida por el enemigo para atar al hombre al temor es en la niñez, donde desde niños nos imparten el temor para obedecer, como cuando la madre temerosa corrige al niño erróneamente con frases de incredulidad y pesimismo como: “no hagas eso porque te irá mal”, “no hagas eso porque no tienes la capacidad, eres muy pequeño”, “si me desobedeces te llevará el coco” impartiendo desde pequeños temor al diablo cuando él ya está vencido. O en el otro extremo padres que corrigen a sus hijos con enojo y odio enseñando que a la autoridad se le debe tener miedo llevándolo a una excesiva sumisión. También aprovecha el enemigo para formar heridas que causarán temores bajo circunstancias específicas, como las fobias. Test.
Así es en la niñez del cristianismo o inicios de un ministerio donde se reciben, burlas, rechazos, falsas acusaciones, calumnias que terminan con expresiones como: “no vuelvo a servirle a Dios”… esto es precisamente lo que satanás busca, detener la manifestación del poder de Dios en la tierra. Es por esto que Pablo exhorta a Timoteo de esta manera:
“ Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, ” (2 Timoteo 1: 6-9)

Poder, Amor y Dominio Propio
“Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor, sino de poder, y de amor, y de templanza.” (2010) (2 Timt 1:7)
Cuando en una oración se expresa: y tal cosa, y tal cosa como en la frase pronunciada por Jesús: “yo soy el camino, y la verdad y la vida,” es para confirmar que son necesarias cada una y que son de igual importancia, esto quiere decir que Jesús son estas tres cosas no una de las tres o dos de ellas, por lo tanto que para vencer el temor son necesarios un espíritu de poder, de amor y de templanza. Y si hay una deficiencia en cada uno de estos aspectos en nuestra vida esto da lugar al temor.
¿Porque me da miedo tal persona, tipo de persona, circunstancia, o lugares? ¿Por qué para unas cosas me siento seguro, cómodo y otras me perturban causando temor?, porque en mi alma estos tres aspectos (poder, amor y templanza) o alguno de ellos es escaso.
Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor… esto quiere decir que EL TEMOR ES UN ESPÍRITU Y QUE NO ES DE DIOS, por tanto tampoco es nuestro porque el Creador nos hizo con un diseño perfecto donde el único temor válido es el temor a Él. Al decir: “es que yo soy así” o “soy tímido” es aceptar el temor como propio, es decir estamos aceptando un espíritu de Satanás. Rechacemos esto, no es normal el estancamiento, ni temerle a las alturas, o al ratoncito de la cocina que se esconde cuando nos ve, el estar aferrados a alguien o algo por miedo a perderlo algo (lo único que no se nos es quitado es la Palabra), sudar en medio de una conversación, la ansiedad o la depresión no deben ser parte de nuestra vida ni mucho menos aprender a vivir con ello… solo podemos sacar de nuestras vidas lo que consideramos no nos pertenece.
Sino de poder… frese como “yo no puedo” en el cristiano es confirmación que desconocemos lo que se nos ha entregado en el reino: dones, sabiduría, inteligencia, creatividad, un nombre sobre todo nombre, riquezas inagotables. Y de quiénes somos en el reino (reyes, sacerdotes y señores, moradas, hijos, etc…), lo que nos da la autoridad para manejar el poder que Dios entrega a los nacidos de nuevo. Dios antes de emprender una obra en él nos unge con su poder en la medida que forma nuestro carácter.
de amor… no cualquier amor sino el perfecto amor. La revelación del amor de Dios en nuestras vidas reflejado en el perdón y la justificación. Si aún crees que debes seguir pagando por los errores del pasado te estás atando al temor. “18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” (1 Juan 4: 18)
y dominio propio…o templanza, es un fruto que se debe desarrollar. Dios pudo haber sanado tu alma, has aprendido a recibir su perdón y su amor, haber recibido poder por imposición de manos, medio frasco de aceite fue derramado sobre ti… pero sino tomas la decisión, ni reprendes ese espíritu, ni declaras la palabra, ni das pasos de fe, NADA VA A CAMBIAR. Al temor hay que enfrentarlo, ocurrirán momentos que no podremos evitar estar temeroso pero es la oportunidad de avanzar en fe y seguir creciendo. Testimonio y las llagas.

El Valiente David
David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, 35 salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. 36 Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente. 37 Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo.
¿Desea vencer el temor? Preocúpese por aprender y seguir creciendo en la palabra en esas áreas sensibles para usted en el temor. David Sabía cómo matar a un león y un oso: desde la quijada. Venza primero al oso y al león (con la confianza puesta en Dios), esto es cada circunstancia que se le presenta y tendrá la seguridad para vencer a Goliat (lo que usted piensa es imposible). Saca de tu vida toda mentira que te mantiene en un estado de miedo, solo dependemos del Señor y en él siempre viviremos seguros.
Fue en la adoración donde David formó su carácter valiente, no recibió clases de liderazgo, solo adoraba. Allí (en la intimidad) desarrolló también su confianza en el Señor. David tenía un concepto verdadero de Dios y del enemigo“45 Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.” (1 Samuel 17: 45). David se preparó para usar el arpa (adoración) y la onda (armas de guerra), el primero instrumento lo llevó a la casa del rey el segundo lo hizo vencer en las batallas… por tanto prepárate en el don que Dios te ha dado, y reprende este espíritu cada vez que llegue.

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