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LLAMAMIENTO MINISTERIAL REMONTANDO LAS ALTURAS parte 5

REMONTANDO LAS ALTURAS





Cambiar de dirección en la vida no es trágico. Perder la pasión es lo peligroso.

Isaías 40
25 ¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo.
26 Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.
27 ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio?
28 No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

«Estamos tan ansiosos, que exigimos de este mundo lo que sólo en el cielo puede encontrarse».

Por eso es que cuando empezamos a buscar las alturas, en el trayecto nos sucede.

Que las convicciones de cambiar el mundo se van degradando, hasta convertirse en compromisos de pagar las cuentas.
En lugar de lograr un cambio, nos llegamos a alegrar cuando logramos un salario.
En lugar de mirar hacia adelante, miramos hacia atrás.
En lugar de mirar hacia afuera, miramos hacia adentro.

Y tenemos como resultado:
Que Sientes la tentación de darte por vencido
¿Cuáles son las circunstancias que provocan este deseo?

Colosenses 3
1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia que es idolatría;
6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.

«Por la sangre de Cristo: Hemos sido comprados. Por lo tanto, no podemos ser vendidos Jamás, porque no hay precio que cubra nuestro valor ».
¿Qué sensación te produce esta afirmación?

La más acertada es; que tú mismo comienzas como las águilas a remontar las alturas, porque ala es donde está tu morada

Ningún precio es demasiado elevado. Si debes pagar el precio de cambiar.

¡Págalo! Ningún sacrificio es demasiado grande.

pero es necesario que dejes el equipaje en el camino, ¡déjalo! Ninguna pérdida será comparable. Cueste lo que cueste, hazlo».

¿Cuál es el precio que se va exigir que pagues en tu vida?

Efesios 4
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,

¿Qué sacrificios tal vez debas hacer?
Mateo 11
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

¿Cuál «equipaje» será necesario que «dejes por el camino»?

Mateo 6
25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
27 Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.


«La tierra no es lo que habíamos esperado. Es posible que tenga sus momentos agradables, pero simplemente no es lo que nos parece que debiera ser. Algo dentro de nosotros gime pidiendo más».

Después del desierto lo que nos queda por seguir es:
«Se acabaron las clases», le dice Dios. «Ha llegado el momento de ponerse al frente de batalla ».

«Pero recuerda, todos fuimos diseñados para vivir en las altura. Esta travesía se vuelve empinada. Tan empinada que algunos se darán por vencidos».

Hebreos 10
39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.

Romanos 15
1 Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.

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