DIOS CUIDA DE SU PUEBLO

DIOS CUIDA DE SU PUEBLO



2 de reyes El rey de Siria, que estaba en guerra con Israel, deliberó con sus ministros y les dijo: «Vamos a acampar en tal lugar.»
2Re 6:9 Pero el hombre de Dios le envió este mensaje al rey de Israel: «Procura no pasar por este sitio, pues los sirios te han tendido allí una emboscada.»[b]
2Re 6:10 Así que el rey de Israel envió a reconocer el lugar que el hombre de Dios le había indicado. Y en varias otras ocasiones Eliseo le avisó al rey, de modo que éste tomó precauciones.
2Re 6:11 El rey de Siria, enfurecido por lo que estaba pasando, llamó a sus ministros y les reclamó: —¿Quieren decirme quién está informando al rey de Israel?
2Re 6:12 —Nadie, mi señor y rey —respondió uno de ellos—. El responsable es Eliseo, el profeta que está en Israel. Es él quien le comunica todo al rey de Israel, aun lo que Su Majestad dice en su alcoba.
2Re 6:13 —Pues entonces averigüen dónde está —ordenó el rey—, para que mande a capturarlo. Cuando le informaron que Eliseo estaba en Dotán,
2Re 6:14 el rey envió allá un destacamento grande, con caballos y carros de combate. Llegaron de noche y cercaron la ciudad.
2Re 6:15 Por la mañana, cuando el criado del hombre de Dios se levantó para salir, vio que un ejército con caballos y carros de combate rodeaba la ciudad. —¡Ay, mi señor! —exclamó el criado—. ¿Qué vamos a hacer?
2Re 6:16 —No tengas miedo —respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que ellos.
2Re 6:17 Entonces Eliseo oró: «SEÑOR, ábrele a Guiezi los ojos para que vea.» El SEÑOR así lo hizo, y el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
2Re 6:18 Como ya los sirios se acercaban a él, Eliseo volvió a orar: «SEÑOR, castiga a esta gente con ceguera.» Y el SEÑOR hizo lo que le pidió Eliseo.
2Re 6:19 Luego Eliseo les dijo: «Ésta no es la ciudad adonde iban; han tomado un camino equivocado. Síganme, que yo los llevaré adonde está el hombre que buscan.» Pero los llevó a Samaria.
2Re 6:20 Después de entrar en la ciudad, Eliseo dijo: «SEÑOR, ábreles los ojos, para que vean.» El SEÑOR así lo hizo, y ellos se dieron cuenta de que estaban dentro de Samaria.
2Re 6:21 Cuando el rey de Israel los vio, le preguntó a Eliseo: —¿Los mato, mi señor? ¿Los mato?
2Re 6:22 —No, no los mates —contestó Eliseo—. ¿Acaso los has capturado con tu espada y tu arco, para que los mates? Mejor sírveles comida y agua para que coman y beban, y que luego vuelvan a su rey.
2Re 6:23 Así que el rey de Israel les dio un tremendo banquete. Cuando terminaron de comer, los despidió, y ellos regresaron a su rey. Y las bandas de sirios no volvieron a invadir el territorio israelita.
Ben-adad rey de Siria estaba en guerra contra el rey de Israel, este rey había planeado hacer una emboscada contra el rey y su pueblo para destruirlo. Pero Dios que siempre estaba con su pueblo por medio del profeta Eliseo les avisaba que no pasaran por ese lugar porque allí estaba el enemigo esperándolos para atacarlos.
Dios siempre cuida de sus hijos aunque el enemigo ande rondando como león rugiente, el señor no permitirá que caigamos en sus garras.
1 de pedro 5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
Dios siempre le mostrara a hombres llenos de la presencia de Dios lo que satanás pretende hacer, él nos advertirá muchas veces de los planes del enemigo, donde anda rondando y cuáles son sus intenciones.
2Re 6:9 Pero el hombre de Dios le envió este mensaje al rey de Israel: «Procura no pasar por este sitio, pues los sirios te han tendido allí una emboscada.»[b]
2Re 6:10 Así que el rey de Israel envió a reconocer el lugar que el hombre de Dios le había indicado. Y en varias otras ocasiones Eliseo le avisó al rey, de modo que éste tomó precauciones.
Dios cuida de su pueblo, el que teme al señor y se esfuerza cada día por agradarle, el señor los librara de las trampas de satanás que solo buscan destruir.
Salmos 34:7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,
Y los defiende.
34:8 Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él.
34:9 Temed a Jehová, vosotros sus santos,
Pues nada falta a los que le temen.
El rey de Siria estaba disgustado porque no sabía quién era el que les estaba traicionando e informando a los israelitas de sus planes. Uno de ellos le dijo que nadie los traicionaba, que el profeta Eliseo era quien sabia de sus planes, y por eso estaban muy alerta para no caer en sus trampas.
Entonces el rey de Siria manda capturar a Eliseo quien se encontraba en Dotan.
2Re 6:13 Entonces el rey de Siria ordenó:
—Vayan y averigüen dónde está Eliseo, para mandar a capturarlo.

Cuando le avisaron al rey que Eliseo estaba en Dotán,
2Re 6:14 envió allí carros, caballos y un gran ejército. Llegaron de noche y rodearon el pueblo.
El crido Giezi cuando vio todos estos ejércitos que rodeaban la ciudad sintió miedo y dijo a Eliseo a señor qué vamos a hacer.
Lo primero que sintió Giezi fue miedo y preocupación, pues él no sabía que iban a hacer, esto se debía a que aunque conocía de poder de Dios, no era un hombre íntegro, su confianza no estaba puesta en Dios, él estaba confiando en sus fuerzas y en las cosas de este mundo.

2Re 5:25 Entonces Guiezi se presentó ante su amo. —¿De dónde vienes, Guiezi? —le preguntó Eliseo. —Su servidor no ha ido a ninguna parte —respondió Guiezi.
2Re 5:26 Eliseo replicó: —¿No estaba yo presente en espíritu cuando aquel hombre se bajó de su carro para recibirte? ¿Acaso es éste el momento de recibir dinero y ropa, huertos y viñedos, ovejas y bueyes, criados y criadas?
2Re 5:27 Ahora la lepra de Naamán se les pegará ti y a tus descendientes para siempre. No bien había salido Guiezi de la presencia de Eliseo cuando ya estaba blanco como la nieve por causa de la lepra.
Cuando nuestro corazón no es íntegro y amamos más las cosas de este mundo nuestros ojos siempre estarán vendados, no podremos depender de Dios, no veremos las maravillas que Dios está haciendo en nuestra vida a diario.
2:15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
2:17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
2 de reyes 6:15 Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos?
6:16 El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.
6:17 Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
El miedo nos paraliza y nos impide ver la manifestación de dios a favor nuestro.
El miedo nos impide orar y proclamar palabra que venza al enemigo.
El profeta Eliseo estaba confiado, el si podía ver los ejércitos celestiales que Dios había enviado para defenderle y librarle de manos del enemigo.
Así fue como Dios envió ceguera a todos los que habían venido a capturar a Eliseo, confundiéndolos para luego someterlos y mostrarles misericordia.

2Re 6:18 Cuando los sirios ya se acercaban para atacar a Eliseo, este oró a Dios diciendo: «Te ruego que esta gente se quede ciega». Y todos los soldados de Siria se quedaron ciegos, tal como Eliseo le había pedido a Dios.
2Re 6:19 Entonces Eliseo les dijo: «Este no es el camino, ni esta es la ciudad que ustedes buscan. Síganme y los llevaré a donde está el hombre que buscan».

Eliseo los llevó a Samaria,
2Re 6:20 y tan pronto como entraron allí, Eliseo oró: «Dios, devuélveles la vista». Entonces Dios les devolvió la vista, y ellos se dieron cuenta de que estaban en plena ciudad de Samaria.

2Re 6:21 Cuando el rey de Israel los vio, le preguntó a Eliseo: —¿Los mato, mi señor? ¿Los mato?
2Re 6:22 —No, no los mates —contestó Eliseo—. ¿Acaso los has capturado con tu espada y tu arco, para que los mates? Mejor sírveles comida y agua para que coman y beban, y que luego vuelvan a su rey.
2Re 6:23 Así que el rey de Israel les dio un tremendo banquete. Cuando terminaron de comer, los despidió, y ellos regresaron a su rey. Y las bandas de sirios no volvieron a invadir el territorio israelita.

Dios ha prometido darnos la victoria siempre, no importa lo que pasemos en este mundo, él siempre estará con nosotros para defendernos de los ataques del enemigo.
Jos 1:9 Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.»