HE PELEADO LA BUENA BATALLA, HE ACABADO LA CARRERA, HE GUARDADO LA FE.
2 Timoteo 4
7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Todos tenemos la habilidad de mirar hacia atrás para reflexionar y evaluar lo que ha pasado en nuestras vidas, así como todo lo que hemos hecho. Muchos lo han hecho “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe." Y han visto las bendiciones y la mano de Dios en sus vidas, porque le han servido fielmente y con amor sincero.
Al final de nuestros días a muchos de nosotros nos gustaría también mirar hacia atrás para reflexionar y evaluar lo que hicimos en nuestras vidas por el Señor.
Pablo pudo hacer eso al final de su vida y fue capaz de decir confiadamente lo que él hizo en su vida cristiana. “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe." Aquí vemos claramente las palabras de un conquistador.
El mundo es un lugar donde las vidas de muchos hijos de Dios han sido ofrecidas por causa de otos. Recordemos a Juan el Bautista y los que se mencionan en Hebreos 11:37; "Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada.
Hebreos 11
32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas;
33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,
34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
35 Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.
36 Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.
37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;
38 de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;
40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.
A Esteban, Jacobo y al mismo apóstol Pablo; dijeron “Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano”.
Aquí Pablo nos enseña varias lecciones, y ojalá un día nosotros podamos decir lo mismo, pero para eso es necesario aprender del carácter, de su fidelidad, su fe y su determinación para con Dios.
Hechos 20:
22 Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer;
23 salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.
24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
25 Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro.
Esto es lo que él quería.
He peleado la buena batalla.
Pablo dice que le gano a la duda, al miedo a la muerte porque ya no le temía.
Pero es necesario que nosotros, que seamos soldados verdaderos preparados para toda buena obra. Que cumplamos con nuestros deberes y así pelear la batalla.
2 Timoteo 2
1 Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.
3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.
4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.
5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.
6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.
7 Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.
8 Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio,
9 en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa.
10 Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna.
11 Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él;
12 Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará.
Dijo el Señor en Lucas 21:
36; "Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre."
Un buen soldado va a la batalla bien armado, a nosotros se nos ha dado unas armas poderosas.
2 Corintios. 10:
4; "Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas."
Pablo habló de las armas y la armadura en
Efesios 6:
10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
He acabado la carrera.
Pablo dice que la vida cristiana es una carrera que tenemos que correr bien, de acuerdo a las reglas de Dios.
2 a Timoteo 2
4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.
5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.
6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.
Nuestra meta, ¡acabarla!
Para acabar nuestra carrera como Pablo, es necesario correrla en espíritu y en verdad.
Dice Hebreos 12
1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
"Por tanto, nosotros también despojémonos de todo peso y del pecado que nos consume.
El pecado va a ser un peso que nos va a impedir correr, así como el atleta de todo se abstiene, también nosotros.
Para acabar nuestra carrera con éxito, es necesario correr con paciencia y una decisión firme.
Hebreos 12
1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
; "Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante." La paciencia crece con las pruebas y perfecciona el carácter del cristiano. Esta paciencia nos ayuda a no impacientarnos en los sufrimientos y las dificultades que encontraremos en nuestra carrera.
Nos dará la fuerza para perseverar y terminar nuestra carrera con gozo y así alcanzar las promesas de Dios.
Hebreos 10
35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
37 Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
38 Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
Debemos de correr nuestra carrera con gozo, Pablo acabó de correr su carrera así como él quería hacerlo, con gozo.
Hechos 20:
24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio
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Dlb. me pareció muy bonita la enseñanza que sacaron de estos versículos, y fueron de mucha ayuda para mi vida espiritual.
ResponderEliminarAmén bendiciones
ResponderEliminarMe encanta esta reflexión que Dios los siga usando grandemente
ResponderEliminarEs una reflexión grande y retador para cada cristiano el como esta nuestra vida ante los ojos de Dios.
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