CRECIMIENTO ESPIRITUAL VERDADERO
APRENDIENDO A HABLAR
Mateo 5
37 Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
El señor Jesús nunca se le escucho un tal vez, ni un no sé, tampoco se le escucho un quizás, o un no creo.
¿Cómo podemos tener esta clase de lenguaje en nuestra vida?
Daniel 10
11 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando.
12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
Cuanto tú solo te has dispuesto a ser vaso listo para ser llenado, comenzaras a escuchar a Dios
Juan 16
25 Estas cosas os he hablado en alegorías; la hora viene cuando ya no os hablaré por alegorías, sino que claramente os anunciaré acerca del Padre.
26 En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
27 pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.
28 Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.
29 Le dijeron sus discípulos: He aquí ahora hablas claramente, y ninguna alegoría dices.
30 Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido de Dios.
31 Jesús les respondió: ¿Ahora creéis?
32 He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Por eso dice
Cuando tú hablas mal es como el que se va tras sus amantes.
Oseas 2
13 Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.
Pero aun así el amor de Dios tan grande que el mismo es el que nos lleva a un lugar donde nadie existe donde no nos pueden seguir enseñando, para Dios darnos un nuevo lenguaje.
Por eso es que nos vemos muchas veces sin palabras de ningún tipo en medio de una situación difícil.
Todo porque Dios nos está quitando el lenguaje del mundo, para implantar el de Él.
Oseas 2
14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.
15 Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.
16 En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali.
17 Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres.
Porque cuando Dios te quita el lenguaje con el que venias del mundo es cuando estás listo para gobernar. Y sobre todo para cumplir el propósito con el cual viniste a esta tierra.
Porque has aprendido a hablar el lenguaje de Dios.
Oseas 2
18 En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura.
19 Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.
Ezequiel 3
10 Y me dijo: Hijo de hombre, toma en tu corazón todas mis palabras que yo te hablaré, y oye con tus oídos.
11 Y vé y entra a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y háblales y diles: Así ha dicho Jehová el Señor; escuchen, o dejen de escuchar.
Pero para poder tener este tipo de lenguaje primer tenemos que haber aprendido a escuchar; es uno de los dones más grandiosos, y es el principio del máximo nivel de unción, como ya lo vimos anteriormente.
Apocalipsis 22
17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
18 Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
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ENTRANDO EN RÍOS DE AGUA VIVA
ENTRANDO EN RÍOS DE AGUA VIVA
Juan 7
38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Cuantos han podido controlar las aguas de un rio
El rio no se detiene ni porque te pares en la mitad, y extiendas tus manos para detenerlo. El seguirá fluyendo, moviéndose con la misma fuerza, pero solo los que estén dentro de ese rio son los que sienten su fuerza.
Los demás solo se quedaran estacionados en el mismo lugar, o solo avanzaran a la velocidad de sus propios pasos. Pero el fluir siempre lleva fuerza y velocidad.
Isaías 44
3 Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos;
4 y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas.
No podemos confundir entre que Dios derrame aguas, a que nosotros queramos meternos en las aguas.
Isaías 41
17 Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé.
18 En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca.
Una de las características del rio de Dios es que es individual.
Por eso dice que de tu interior
Dios envía esos ríos, pero cuando tú no los aceptas, y no tomas la decisión de entrar en ellos para fluir de acuerdo al Espíritu, el espíritu se va.
Por cuanto él solo se mueve en el fluir de las aguas. No en las aguas estancadas.
Isaías 50
2 Por qué cuando vine, no hallé a nadie, y cuando llamé, nadie respondió? ¿Acaso se ha acortado mi mano para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar el mar; convierto los ríos en desierto; sus peces se pudren por falta de agua, y mueren de sed.
3 Visto de oscuridad los cielos, y hago como cilicio su cubierta.
4 Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.
5 Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás.
Pero muchas veces decimos que no somos rebeldes porque confundimos el rio de Dios con las aguas que ofrece el mundo
Porque una de las características para saber si nos estamos moviendo en el fluir de Dios es que son aguas que dan vida constantemente.
Mientras que las aguas de este mundo son aguas estancadas ya que siempre es lo mismo de todo; la misma rutina, nada cambia realmente y siempre se siente esa soledad. Hasta la misma palabra de Dios la ves cómo lo mismo de todos los días , y por eso es que nuestra vida se seca.
Ezequiel 29
9 Y la tierra de Egipto será asolada y desierta, y sabrán que yo soy Jehová; por cuanto dijo: El Nilo es mío, y yo lo hice.
10 Por tanto, he aquí yo estoy contra ti, y contra tus ríos; y pondré la tierra de Egipto en desolación, en la soledad del desierto, desde Migdol hasta Sevene, hasta el límite de Etiopía.
Pero cuando tú entras en el rio de Dios; fluyes en el espíritu, crecerás como ninguno, ya que el crecimiento no se detendrá; porque en Dios nada es estancado.
Ezequiel 31
4 Las aguas lo hicieron crecer, lo encumbró el abismo; sus ríos corrían alrededor de su pie, y a todos los árboles del campo enviaba sus corrientes.
5 Por tanto, se encumbró su altura sobre todos los árboles del campo, y se multiplicaron sus ramas, y a causa de las muchas aguas se alargó su ramaje que había echado.
6 En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las bestias del campo, y a su sombra habitaban muchas naciones.
7 Se hizo, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas; porque su raíz estaba junto a muchas aguas.
8 Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios; las hayas no fueron semejantes a sus ramas, ni los castaños fueron semejantes a su ramaje; ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en su hermosura.
9 Lo hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles del Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron de él envidia.
Pero tenemos que tener mucho cuidado, no con el crecimiento sino con el corazón.
Ezequiel 31
10 Por tanto, así dijo Jehová el Señor: Ya que por ser encumbrado en altura, y haber levantado su cumbre entre densas ramas, su corazón se elevó con su altura,
11 yo lo entregaré en manos del poderoso de las naciones, que de cierto le tratará según su maldad. Yo lo he desechado.
12 Y lo destruirán extranjeros, los poderosos de las naciones, y lo derribarán; sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles, y por todos los arroyos de la tierra será quebrado su ramaje; y se irán de su sombra todos los pueblos de la tierra, y lo dejarán.
13 Sobre su ruina habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las bestias del campo,
14 para que no se exalten en su altura todos los árboles que crecen junto a las aguas, ni levanten su copa entre la espesura, ni confíen en su altura todos los que beben aguas; porque todos están destinados a muerte, a lo profundo de la tierra, entre los hijos de los hombres, con los que descienden a la fosa.
Juan 7
38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Cuantos han podido controlar las aguas de un rio
El rio no se detiene ni porque te pares en la mitad, y extiendas tus manos para detenerlo. El seguirá fluyendo, moviéndose con la misma fuerza, pero solo los que estén dentro de ese rio son los que sienten su fuerza.
Los demás solo se quedaran estacionados en el mismo lugar, o solo avanzaran a la velocidad de sus propios pasos. Pero el fluir siempre lleva fuerza y velocidad.
Isaías 44
3 Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos;
4 y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas.
No podemos confundir entre que Dios derrame aguas, a que nosotros queramos meternos en las aguas.
Isaías 41
17 Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé.
18 En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca.
Una de las características del rio de Dios es que es individual.
Por eso dice que de tu interior
Dios envía esos ríos, pero cuando tú no los aceptas, y no tomas la decisión de entrar en ellos para fluir de acuerdo al Espíritu, el espíritu se va.
Por cuanto él solo se mueve en el fluir de las aguas. No en las aguas estancadas.
Isaías 50
2 Por qué cuando vine, no hallé a nadie, y cuando llamé, nadie respondió? ¿Acaso se ha acortado mi mano para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar el mar; convierto los ríos en desierto; sus peces se pudren por falta de agua, y mueren de sed.
3 Visto de oscuridad los cielos, y hago como cilicio su cubierta.
4 Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.
5 Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás.
Pero muchas veces decimos que no somos rebeldes porque confundimos el rio de Dios con las aguas que ofrece el mundo
Porque una de las características para saber si nos estamos moviendo en el fluir de Dios es que son aguas que dan vida constantemente.
Mientras que las aguas de este mundo son aguas estancadas ya que siempre es lo mismo de todo; la misma rutina, nada cambia realmente y siempre se siente esa soledad. Hasta la misma palabra de Dios la ves cómo lo mismo de todos los días , y por eso es que nuestra vida se seca.
Ezequiel 29
9 Y la tierra de Egipto será asolada y desierta, y sabrán que yo soy Jehová; por cuanto dijo: El Nilo es mío, y yo lo hice.
10 Por tanto, he aquí yo estoy contra ti, y contra tus ríos; y pondré la tierra de Egipto en desolación, en la soledad del desierto, desde Migdol hasta Sevene, hasta el límite de Etiopía.
Pero cuando tú entras en el rio de Dios; fluyes en el espíritu, crecerás como ninguno, ya que el crecimiento no se detendrá; porque en Dios nada es estancado.
Ezequiel 31
4 Las aguas lo hicieron crecer, lo encumbró el abismo; sus ríos corrían alrededor de su pie, y a todos los árboles del campo enviaba sus corrientes.
5 Por tanto, se encumbró su altura sobre todos los árboles del campo, y se multiplicaron sus ramas, y a causa de las muchas aguas se alargó su ramaje que había echado.
6 En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las bestias del campo, y a su sombra habitaban muchas naciones.
7 Se hizo, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas; porque su raíz estaba junto a muchas aguas.
8 Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios; las hayas no fueron semejantes a sus ramas, ni los castaños fueron semejantes a su ramaje; ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en su hermosura.
9 Lo hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles del Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron de él envidia.
Pero tenemos que tener mucho cuidado, no con el crecimiento sino con el corazón.
Ezequiel 31
10 Por tanto, así dijo Jehová el Señor: Ya que por ser encumbrado en altura, y haber levantado su cumbre entre densas ramas, su corazón se elevó con su altura,
11 yo lo entregaré en manos del poderoso de las naciones, que de cierto le tratará según su maldad. Yo lo he desechado.
12 Y lo destruirán extranjeros, los poderosos de las naciones, y lo derribarán; sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles, y por todos los arroyos de la tierra será quebrado su ramaje; y se irán de su sombra todos los pueblos de la tierra, y lo dejarán.
13 Sobre su ruina habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las bestias del campo,
14 para que no se exalten en su altura todos los árboles que crecen junto a las aguas, ni levanten su copa entre la espesura, ni confíen en su altura todos los que beben aguas; porque todos están destinados a muerte, a lo profundo de la tierra, entre los hijos de los hombres, con los que descienden a la fosa.
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