EL DIOS DE ABRAHAM, DIOS DE ISAAC, Y DIOS DE JACOB
Éxodo 3
6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
Es interesante que Dios dice: que él es el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.
Dios no solo le dijo esto a Moisés, sino que este mismo título aparece varias veces en la palabra tanto en el Antiguo Testamento como en el nuevo cuando el Señor Jesús lo dice en (Mt. 22:32; Mr. 12:26; Lc. 20:37).
Mateo 22
31 Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo:
32 Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob ? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
Además, el Señor Jesús dijo que veremos a Abraham, a Isaac y a Jacob en el reino de Dios (Lc. 13:28), y que “vendrán muchos del oriente y del occidente, y se reclinarán a la mesa con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos” (Mt. 8:11).
Mateo 8
11 Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos;
12 mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
El solamente menciona los nombres de Abraham, Isaac y Jacob. Porque no nombra de igual forma a otros tantos como a Adán mismo, o a Moisés o al rey David.
Por una sola cosa.
Porque creyeron a la primera el nivel de pacto que el hacía con ellos.
Éxodo 6
8 Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo Jehová.
Génesis 26
3 Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre.
4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,
5 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.
6 Habitó, pues, Isaac en Gerar.
¿Por qué Abraham, Isaac y Jacob ocupan un lugar tan especial en la Biblia?
Porque Dios desea elegir hombres sobre los cuales él pueda establecer Su nombre.
Deuteronomio 30
19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;
20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.
Por eso él dice que busca Verdaderos adoradores, (Juan 4:23-24) que confíen plenamente en Él, (Hebreos 11:6) y no teman ponerse en la brecha de una promesa hecha por Dios.
Por eso él dice que busca Verdaderos adoradores pero lamentablemente Dios no puede llegar muchas veces ni al nivel de una promesa contigo, mucho menos al cumplimiento de ellas en tu vida.
Estos tres hombres no fueron diferentes por lo perfectos que eran. Sino por la actitud con que recibieron cada palabra de Dios, ya que la disciplina que recibieron estos tres hombres delante de Dios y las experiencias que tuvieron que atravesar culminaron en la formación del propósito de Dios para sus vidas.
Por tanto, la totalidad del proceso de Abraham, de Isaac y de Jacob son las experiencias de hombres que solo le creyeron a Dios a pesar de que se equivocaron, pero que se dejaron transformar; al punto que aún se dejaron cambiar sus propios nombres.
Lo que ellos lograron es lo que cada uno de nosotros como pueblo de Dios debe lograr.
Y eso se llama crecimiento.
Efesios 4
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
Dios le dijo a Isaac: “Yo soy el Dios de Abraham tu padre. Yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo” (Gn. 26:24). A Jacob le dijo: “Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac: la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia” (28:13). A los israelitas les dijo: “Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob;
Pero a pesar del nivel o la altura de esa promesa mira como actuó la mayoría.
Éxodo 6
8 Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo Jehová.
9 De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre.
Por eso sucede algo impresionante acá con el pueblo de Israel; que ellos no tenían ninguna heredad propia, sino que entraron en la herencia de Abraham, a Isaac y a Jacob.
Por lo tanto como no la vieron, no la creyeron como propia, la perdieron rápidamente una y otra vez.
Y eso mismo pasa hoy en día.
Primero. Tenemos no solo la promesa, sino las promesas ya no solo como pacto o juramento de parte de Dios, sino que tenemos el sacrificio del hijo de Dios. Pero:
Éxodo 6
9 De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre.
Entonces debemos aprender que es pacto
A través de toda la palabra de Dios se describe un pacto como un vínculo perfecto entre Dios con su pueblo.
El pacto aparece por primera vez cuando Dios promete la redención del hombre por medio de su hijo y se extiende hasta el Nuevo testamento con su hijo confirmando el pacto por medio de su sangre.
Génesis 3
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
1 corintios 11
25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
La causa del pacto es el como Dios quiere que vivan sus hijos en su relación de pacto con él.
Y el fundamento del pacto es la promesa de la reconciliación entre Dios y los hombres, y De esa promesa dependen todas las demás promesas que forman parte del pacto.
Cuando Dios entro en pacto con Abraham (Génesis 15), claramente ofreció varias promesas que tenía reservadas para el: Dios como el escudo de Abraham y como galardón.
Génesis 15
1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
Otra promesa; muchos descendientes
Génesis 15
5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.
Otra promesa seria la tierra de Canaán como su herencia
Génesis 15
7 Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra.
8 Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar?
9 Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino.
Dios le pidió a Abraham que respondiera en fe esas promesas, que las aceptara y que confiara en Dios como su Señor. Lo mismo hiso con Isaac y Jacob.
No solo era necesaria la fe para recibir el pacto, sino que Dios también exigió a cada uno de ellos que tenían que hacer un esfuerzo sincero mostrándolo mediante una vida obediente a una promesa.
Por eso si Dios te dijo que ibas a ser médico se obediente a esa promesa y no te pongas a ser otra cosa.
Cuando supe lo que Dios quería de mí; deje de probar lo que creía que era para mí.
Génesis 17
1 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.
2 Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera.
3 Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:
4 He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes.
5 Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
6 Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.
7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.
8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
9 Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.
Este pacto se está repitiendo hoy contigo
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