ROMPIENDO MALDICIONES parte 26

ROMPIENDO MALDICIONES parte 26

La puerta del valle




Nehemías 3
13 La puerta del Valle la restauró Hanún con los moradores de Zanoa; ellos la reedificaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos, y mil codos del muro, hasta la puerta del Muladar.
14 Reedificó la puerta del Muladar Malquías hijo de Recab, gobernador de la provincia de Bet-haquerem; él la reedificó, y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos.

Esta puerta es muy especial debido a su ubicación ya que esta puerta comunicaba con el valle de hinom

El nombre derivó de un valle cercano a Jerusalén, la cañada o barranco de Hinón, identificada metafóricamente con la entrada al mundo de fuego y castigo.

También llamado Gehena, aparece en el Nuevo Testamento y en las primeras escrituras cristianas como el lugar en donde el mal será destruido.

También su nombre representa al infierno y el lugar de los desechos o desperdicios. En las escrituras, el Gehena es tenido como destino del pecador, aunque es diferente a Seol, el lugar donde habitan todos los muertos.

Gehena Valle al sur de Jerusalén, mencionado como frontera entre Judá y Benjamín en el período de los jueces (Jos. 15:8; 18:16), que deja la ciudad totalmente en el territorio de Benjamín (cf Jer. 6:1). El valle también es llamado "valle del hijo de Hinom" (Jos. 18:16; 2 R. 23:10). El lugar ha sido identificado como el valle que rodea a Jerusalén por el oeste y el sur.

En este valle los israelitas sacrificaron a sus hijos ante Moloc en los días de Acaz y de Manasés (2 R. 16:3; 21:6; 2 Cr. 28:3; 33:6). Jeremías predijo que esta gran maldad produciría un doloroso castigo para los idólatras, y que el valle sería conocido como el Valle de la Matanza (Jer. 7:31-34; 19:2, 6; 32:35).

Jeremías 7
30 Porque los hijos de Judá han hecho lo malo ante mis ojos, dice Jehová; pusieron sus abominaciones en la casa sobre la cual fue invocado mi nombre, amancillándola.
31 Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para quemar al fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón.
32 Por tanto, he aquí vendrán días, ha dicho Jehová, en que no se diga más, Tofet, ni valle del hijo de Hinom, sino Valle de la Matanza; y serán enterrados en Tofet, por no haber lugar.
33 Y serán los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra; y no habrá quien las espante.
34 Y haré cesar de las ciudades de Judá, y de las calles de Jerusalén, la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del esposo y la voz de la esposa; porque la tierra será desolada.

El rey Josías lo contaminó, al quemar huesos humanos sobre el altar pagano, como lo había hecho en Betel (2 R. 23:10, 16). De aquí que llegaría a ser un lugar horrible, de castigo y vergüenza.

Y en el nuevo testamento El señor Jesús hace referencia a este lugar aunque lo hace metafóricamente para hablar de verdadero infierno y como representarlo en:

Lucas 12
4 Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer.
5 Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.

(RV 1909) y en el original dice: Mas os enseñaré a quién temáis: temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en la Gehenna: así os digo: á éste temed.

Cuando el Rey Josías dicta la orden de prohibición de cualquier tipo de sacrificios humanos en el valle de Hinom, el lugar se usaría de ahí en adelante sólo como basurero y depósito de desperdicios, pero también recibiría los cuerpos muertos de animales y de criminales que habían sido ejecutados sin sepultura.
Se habían convertido así en un lugar muy macabro, donde el fuego ardía día y noche consumiendo la basura y la carne muerta.

Mateo 5
29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

Dios es Señor de todo y tiene poder para gobernar. Cuando nosotros estamos en el monte de Dios estamos llenos de poder, pero habrán momentos en nuestra vida que pasaremos por valles y aun allí estará Dios con nosotros.