EL QUEBRANTAMIENTO PRINCIPIO DE PODER

EL QUEBRANTAMIENTO PRINCIPIO DE PODER

EL SIGNIFICADO DE LA CRUZ




Mateo 16
24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.


Durante mucho tiempo hemos escuchado muchos temas acerca de la cruz,
¿Pero sabemos en realidad cual es el significado de la qué es la cruz?

La cruz como tal no tiene significado. Ya que la cruz solo es sufrimiento y muerte sin importar su forma.

Lo que si tiene significado es lo que sucede en esa cruz porque de resto solo es instrumento de muerte.

El significado de la cruz es simplemente el quebrantamiento del hombre exterior. Mas La crucifixión es la que pone fin al hombre material, lo destruye totalmente.
Destruye pensamientos, opiniones, métodos, ciencia, filosofía y vida natural.
Cuando una persona muere físicamente; el alma queda libre de un cuerpo, de una carne de la limitación de la vida.

Después de la muerte es cuando es totalmente claro el camino que cada alma tiene.
Dios no busca culpables para llevar a la cruz, Dios busca es gente que esté libre de las limitaciones de esta vida para poder mostrarle lo que él es y lo que él tiene para él.
La pregunta es que después de que una persona muere en la vida natural cuántos de ellos regresan porque se aburrieron al otro lado, o porque quiere venir de paseo.

El verdadero quebrantamiento no tiene regreso, es un camino de solo ida.

Una persona que ha muerto ( mas en Cristo) experimenta lo que es la verdadera libertad de la carne y ya no está solo en una mente brillante sino que vive la verdadera vida.
Y sabe que no tiene retorno.

El quebrantamiento del hombre exterior no es un asunto crucial; es el asunto crucial.
Por eso cuando tu llegas a la etapa del quebrantamiento es porque Dios te está llamando a que no andes con límites en nada. Por eso después de estar bajo el quebranto de Dios es porque estas cerca de ver la gloria de Dios en tu vida pero como dice la palabra.

Juan 3
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Una persona quebrantad vive en la unción continuamente por cuanto ya no vive en la carne.

Pero llega otro y te dice que fue al cielo y tú le tienes que creer porque tú no has ido.

Y por esto nace una de los mitos “yo quiero servir a Dios” pero solo piensan en un pulpito. Pero el pulpito llego mil doscientos años después de que el señor vino.
Y el pulpito solo sirve para poner un biblia pero nada más. El pulpito solo es un mito para creer que así se le sirve a Dios


¿Pero Por qué muchas personas permanecen sin ningún cambio, a pesar de estar por años bajo el quebranto no solo del Señor sino de las consecuencias de sus propios actos?

Es porque viven en tinieblas. Y dos; porque confunden quebrantamiento de la carne con quebrantamiento del espíritu.

Proverbios 15
4 La lengua apacible es árbol de vida; Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.
5 El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente.

Marcos 10
20 El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.
21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.

El quebrantamiento no termina en nuestra vida, es porque hay muchos mitos que no nos permiten nacer de nuevo. El mito del culto, el mito del pulpito, el mito de las buenas obras para poder recibir; y todo porque con cada mito de estos vemos resultados. Pero que han convertido la palabra en fabulas y no en una realidad para cada uno de nosotros.

Y para ver esto más claramente veamos la vida de dos hombres que aunque si los miramos son muy parecidos
La historia de David y la historia de Saúl.

Y tú puedes pasar toda la vida haciendo las cosas bien pero terminar mal. O creer que estás haciendo las cosas mal pero terminar bien.

El primer libro de Samuel, está dedicado por completo a la vida de Saúl, menos los dos primeros capítulos.
El segundo libro de Samuel, está dedicado enteramente a la vida de David,

Y aun los libros de los reyes aun esta una parte dedicada al rey David

¿Por qué? Porque Saúl y David son los esquemas de dos tipos de reyes, es decir que todos los demás reyes o fueron reyes conforme al estilo de Saúl o fueron reyes conforme al estilo de David.

Por lo tanto, solo dos clases de reyes: Saúl y David fueron dos hombres que tuvieron muchas cosas en común y, no obstante, tuvieron un final muy distinto.

El primero fue desechado por Dios mientras que el segundo nunca se apartó la misericordia de Dios.

¿Pero Qué hizo la diferencia entre uno y otro?

1. Los dos eran jóvenes cuando fueron usados por Dios.
2. Los dos eran de buen parecer
3. Los dos provenían de familias de poca estima
4. Los dos se consideraban indignos de ser reyes
5. Los dos llegaron a ser reyes de Israel.
6. Los dos fueron ungidos con el aceite de la unción por Samuel
7. Sobre los dos vino el Espíritu Santo con poder
8. Los dos tenían alrededor de treinta años cuando comenzaron a reinar
9. Los dos reinaron cuarenta años sobre Israel
10. Los dos tuvieron las mismas oportunidades dadas por Dios
11. Los dos murieron a la edad de 70 años más o menos.
12. Los dos hicieron grandes cosas para ellos y para Dios.
13. Los dos cometieron grandes pecados delante de Dios.
14. Los dos empezaron bien

Pero, Saúl terminó mal, mientras que David terminó bien.
¿Dónde estuvo la diferencia?

La diferencia

La diferencia entre uno y otro nace de un único hecho que no fue común a ambos.
Saúl saltó al trono inmediatamente después de haber sido ungido con el Espíritu Santo. David, en cambio, después de ser ungido con el Espíritu de Dios, fue quebrantado para subir al trono.
Dios hizo algo diferente: dejó a Saúl por alrededor de diez años más en el trono, a pesar de que éste estaba ya rechazado y David ya estaba ungido.
¿Qué se proponía Dios enseñarnos con ellos?
Mostrarnos en David lo que le faltó a Saúl.
Y es ser quebrantado por Dios para poder reinar.

Por eso unos actúan con el poder del Espíritu Santo, pero no conocen nada de lo que es vivir en el Espíritu.
Mientras los que han sido quebrantados también tienen el poder del Espíritu Santo, pero, además, han sido transformados en el carácter de Cristo.
Esto son preparados para toda buena obra aun la de reconocer su propio pecado, porque quien no reconoce su propio pecado nunca llevara a otro al arrepentimiento.

Por eso si tú realmente eres de los que quiere servirle a Dios y ser de verdad una nueva criatura; Dios tiene preparada para ti una escuela: la escuela de David.

A ésta los Saules no quieren ir, y aún menos son los que se gradúan.

La escuela del quebrantamiento, es donde Dios trata con nuestro orgullo, soberbia, autosuficiencia, confianza, fe en nosotros mismos, impaciencia, desobediencia, aceleramiento y mal carácter.

Porque una cosa es ser usado por Dios y otra muy distinta es ser aprobado por él. Una cosa es el poder del Espíritu y otra es el fruto del Espíritu. Una cosa son los carismáticos y otra cosa es la persona de carácter.

En esta escuela aprenderemos a llorar y a depender de Dios; aprenderemos a esperar en él y a fortalecernos en Dios; a ser pacientes y mansos; aprenderemos a pedir perdón y a perdonar; aprenderemos a doblar nuestras rodillas, y a la ves cantar, aprendemos a alabar a Dios en medio de las tribulaciones; en definitiva, aprenderemos vivir fuera de los afanes de este mundo y a amar a Dios verdaderamente y no carnalmente.