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ATTE: ICLV






UNGIDO PARA GRANDES COSAS parte 8

ENVIDIA HACIA UN UNGIDO parte 1



David después de haber demostrado que Dios estaba con él, de haber hablado como un hombre que tenía la certeza que Dios estaba con él, y haber sido aceptado como un ungido de parte de Dios.

Comenzarían los celos, la envidia de aquellos que estuvieran en una posición alta pero sin unción.

Saúl y los que se creían más que él, se sintieron celosos del ungido de Dios.
David comienza a ser públicamente reconocido por causa de la unción que Dios había puesto en él.
Porque los ungidos siempre sobresaldrán y se levantaran por encima de los que han perdido la unción, a su debido tiempo.

1 Samuel 18
5 Y salía David a dondequiera que Saúl le enviaba, y se portaba prudentemente. Y lo puso Saúl sobre gente de guerra, y era acepto a los ojos de todo el pueblo, y a los ojos de los siervos de Saúl.
6 Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música.
7 Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles.
8 Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.
9 Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.

Desde el momento en que David mató al gigante, Dios lo puso en gracia dentro y fuera del palacio del rey Saúl.

1 Samuel 18
5 Y salía David a dondequiera que Saúl le enviaba, y se portaba prudentemente. Y lo puso Saúl sobre gente de guerra, y era acepto a los ojos de todo el pueblo, y a los ojos de los siervos de Saúl.
Por eso tienes que prepararte, para manejar el reconocimiento que no solo se te dará dentro del pueblo de Dios, si no en los extranjeros.

Si no estás preparado para manejar la fama y los elogios de la gente, eso se te subirá a la cabeza, serás engañado por los mismos elogios; pero lo peor es que terminas dañando el propósito que Dios tiene para con muchos, por medio tuyo.

Lo primero que tienes que entender es no confundir “posición” con “función”. Aunque David no tenía posición, ejercía la función.

Los que verdaderamente son llamados por Dios entienden; que es ser obreros para Dios, mucho antes de ser puestos en una posición.

La posición lo único que hace, es confirmar lo que ya has estado haciendo.

Dios quiere personas que hagan algo, no que quieran, o tengan un título de algo.

Al regreso de Saúl y David de la victoria contra los filisteos, las mujeres se unieron cantando y danzando para recibir a los que venían de la victoria.

Esta era una gran celebración: la victoria dada por Dios a Israel.

Esta es una de las rezones por la cual, actualmente nos seguimos congregando; para celebrar delante del rey de reyes su victoria por todos nosotros. En la cruz y en su resurrección.

La celebración de las mujeres de Israel era “para recibir al rey Saúl”. Por lo menos eso ere lo que parecía.

La celebración era por causa del ungido.
La celebración no es pasiva, siempre es una demostración muy expresiva.

Por eso celebramos lo que el Señor Jesús, hizo durante el tiempo que estuvo en la tierra; sanó, libertó, perdonó pecados y tuvo compasión de las multitudes.
Todo esto lo sigue manifestando hasta el día de hoy.

“Celebramos” su victoria sobre todo tipo de muerte, en el madero. Toda su obra se completa solo en la cruz.

Allí declaró “consumado es”. Nada hay que se tenga que añadir.

Pero el pueblo hacia lo contrario, aunque parecía hacer lo correcto.
“Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, y David a sus diez miles”

1 Samuel 18
7 Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles.

El cántico sonaba bien, estaba acompañado de elementos espirituales. Pero no era espiritual, sino carnal. Se enfocaba en el hombre y no en Dios.

La letra en los cánticos es muy importante. Lo que se canta puede ser para Dios o puede ser para otro.

En este cántico no se alababa a Dios. Más bien era un canto de comparación, donde a uno se le ponía más alto que al otro.

Por eso la unción nunca debe ser reconocida en una persona para ponerla a competir con otra.

Este canto era un pretexto para mostrar la grandeza de uno y la humillación para otro.

El trabajo de los siervos de Dios, nunca debe ser razón para hacer comparaciones con otros.
Romanos 12
5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;
7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;
8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
En la obra del Señor Jesucristo ninguno es mejor que otro. Cada uno hace lo que tiene que hacer, para la edificación del cuerpo de Cristo.

Por eso si a ti se te dio cinco, se espera que los multipliques hasta diez; al que se le dio dos que los multiplique hasta cuatro; y al que se le dio uno, que lo multiplique hasta dos.

Lo importante no es tener más talentos, sino ser multiplicador de los talentos que se te entregaron.

Las comparaciones ministeriales son carnales y diabólicas, donde trabaja un espíritu de división.

Los corintios se habían dividido de acuerdo con sus gustos ministeriales.

En 1 Corintios 1
12Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo”.

Pablo les responde:
“13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?”

Esto era el propósito del enemigo en Israel
Divide y vencerás dice el dicho

1 Samuel 18
8 Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.
9 Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.

Muchas veces el pueblo mismo es causa de divisiones internas, al permitir operar un espíritu de favoritismo y división.
Y lo peor, que en Saúl ya no operaba el Espíritu de Dios, entonces un sentimiento de enojo se apoderó de él por causa del cántico.

Primero, “y se enojó Saúl en gran manera”. No solo se enojó, sino que se enojó al extremo.
El enojo enferma, afecta todas las relaciones humanas.

Una persona que se deja dominar por el enojo comete muchos errores, de los cuales luego se lamentará en gran manera, y quedara con la amargura de que nunca podrá cambiar las cosas del pasado, y haber perdido cantidad de promesas. Y de tener una vida de victoria.

Por causa del enojo “en gran manera”, parejas que se amaban mucho se han divorciado.
Por causa del enojo “en gran manera” muchos han perdido buenos trabajos.

Al no tener la unción de Dios no se puede controlar su enojo, pero el enojo si controlarlos a ellos.
Han dicho o han hecho cosas que les han perjudicado, no solamente a ellos sino a toda su descendencia; la descendencia de Saúl fue afectada en gran manera, por causa de sus errores.
Por causa del enojo “en gran manera”, personas que eran candidatos por el Espíritu Santo para un ministerio, o una gran obra de Dios, han tenido que ser rechazadas por Dios mismo.

El enojo es un gran obstáculo, en el propósito de Dios.

El enojo es normal si se mantiene dominado. Por eso dice la Biblia: “No se ponga el sol sobre vuestro enojo”.

El enojo es muy contagioso. Se transmite con mucha facilidad. Hablar con un enojado nos enoja.
Mirar a un enojado nos hace sentirnos enojados. Por eso dice

Proverbios 22:
24 Ni te acompañes con el hombre de enojos”.

Las personas que siempre están enojadas son agrias, secas y causan que otros los rechacen. A nadie le gusta estar cerca de ellas. Su sola presencia causa malestar.
Y lo peor es que los que están o mantienen enojados dicen que son los demás los que los odian, dicen: es que se creen mejores que uno, como tienen el grupito, etc.


Continua, “y le desagradó este dicho”. (18:7)

Por eso hay que tener mucho cuidado con lo que estamos escuchando.
Porque lo que pueda ser elogio para ti, puede ser una humillación para el que está al lado tuyo.

Y Mientras más carnal se hace un creyente, más susceptible se hace su espíritu a la crítica, al chisme y a las comparaciones.

Si Saúl hubiera estado ungido, ese canto no lo hubiera afectado. Por el contrario hubiera dado gracias a Dios de que no solo había un ungido sino que eran muchos más los podían ser usados para su gloria.

Cuando se pierde la unción, se deja de entender el propósito de Dios, en otras vidas.
Un ungido nunca sentirá celos por nada ni por nadie.

La unción le da esa madurez espiritual, para entender la profundidad de los hechos.

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