DIOS NOS PIDE UNIDAD

DIOS NOS PIDE UNIDAD




Efe 4:1 Yo, que estoy preso por servir al Señor Jesús, les ruego que vivan como deben vivir quienes, como ustedes, han sido llamados a formar parte del pueblo de Dios.
Efe 4:2 Sean humildes, amables y pacientes, y bríndense apoyo, por amor, los unos a los otros.
Efe 4:3 Hagan todo lo posible por vivir en paz, para que no pierdan la unidad que el Espíritu les dio.
Efe 4:4 Sólo hay una iglesia, sólo hay un Espíritu, y Dios los llamó a una sola esperanza de salvación.
Efe 4:5 Sólo hay un Señor, una fe[1] y un bautismo.
Efe 4:6 Sólo hay un Dios, que es el Padre de todos, gobierna sobre todos, actúa por medio de todos, y está en todos.

Efe 4:7 A cada uno de nosotros Cristo nos dio las capacidades que quiso darnos.
HUMILDAD.
Desde el punto de vista virtuoso, consiste en aceptarnos con nuestras habilidades y nuestros defectos, sin vanagloriarnos por ellos. Del mismo modo, la humildad es opuesta a la soberbia, una persona humilde no es pretenciosa, interesada, ni egoísta como lo es una persona soberbia, quien se siente auto-suficiente y generalmente hace las cosas de mala gana o por conveniencia.
AMABLE
Se aplica a la persona que se comporta con simpatía, educación y de modo agradable.
Digno de ser amado.
Afable, complaciente, afectuoso


PACIENCIA
Capacidad de sufrir y tolerar las adversidades con valor y sin quejarse.
Capacidad de esperar con tranquilidad una cosa que tarda.
Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan, ya que piensan que las cosas que no dependan estrictamente de uno, se les debe otorgar tiempo.
BIENAVENTURADOS LOS MANSOS O HUMILDES
Mateo 5:5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Los mansos son aquellos que son humildes, sencillos sumisos, acogedores, pacientes con las demás personas, buenos de corazón.
El señor Jesús fue quien nos demostró mansedumbre con su ejemplo
Mateo 11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
Solo tendremos mansedumbre cuando hayamos tenido un verdadero nacimiento, cuando la presencia del espíritu santo more en nuestras vidas, podremos mostrar ese fruto.
Gálatas 5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
La mansedumbre es el comportamiento que debe caracterizar al cristiano que ha nacido de nuevo.
Colosenses 3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;