PRINCIPIOS DE ADMINISTRACIÓN parte 10

PRINCIPIOS DE ADMINISTRACIÓN parte 10
Aprendiendo a negociar 2





Efesios 5
16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.

Malos no se refiere solo al tiempo en que hallamos nacido, sino a la forma necia como administramos o manejamos nuestra vida.

Su vida es producto de sus decisiones y no de sus condiciones.

Mateo 8
5 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole,
6 y diciendo: Señor, mi criado esta postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado.
7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente dí la palabra, y mi criado sanará.
9 Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
10 Al oirlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.

Los romanos estaban convencidos de la ineficacia del valor sin la habilidad y sin la disciplina.

Por eso disponían de cuarteles de invierno grandes espacios y cubiertos, para que no interrumpiese la intemperie aquellas ocupaciones, las armas empleadas en los entrenamientos eran de doble peso que las que se utilizaban en la guerra.

Pues querían pues transformar al recluta en un soldado con las siguientes virtudes:
• Diligente
• Imperturbable en los choques
• Oportuno en su furia e ímpetu
• Fiel a su capitán y a su fila, sin jamás distraerse, sin olvidar nada, sin disputas con otros compañeros o mandos
• Que tuviera excelente manejo de las armas
• Autosuficientes en caso de confusión. Que aprendiera a resistir el su sufrimiento, el frio, el calor, el hambre, la sed, las enfermedades, la fatiga.
• Que marchara a la manera de los otros que combaten
• Haciendo de la paciencia el fondo de todo y del valor el desahogo de la paciencia.

2 Timoteo 2
3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.
4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.
5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.


En estos campos de entrenamiento hacían maquinas humanas de luchar y de enfrentarse al enemigo con ciertas reglas de batallas quitando a los reclutas el miedo, la indisciplina y la falta de lealtad al ejercito al que pertenecía.

Con estos duros entrenamientos, lograban cortar el pánico y le llevaban a una severa disciplina legionaria, los hábitos de orden les permitía aprender que era la obediencia la obediencia en latín significa hacer la voluntad del superior, y manda sujetarse a él y ejecutar sus preceptos sin dudar.

Al final de la instrucción podían recorrer 40 kilómetros en cinco horas, practicando salto, natación, a llevar grandes pesos, a manejar las armas para el ataque de lejos y de cerca.
Una de las últimas pruebas de su aprendizaje como reclutas era pasar a nado de una orilla a otra de un rio (por ejemplo el Tiber) cargado con la coraza, escudo y demás armas.

El asombroso resultado de este entrenamiento y esta disciplina era su Ejercito Activo y el inimitable instrumento de Roma era la legión romana.