MÁS QUE CUATRO PAREDES

MÁS QUE CUATRO PAREDES





Lucas 11
23 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
24 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí.
25 Y cuando llega, la halla barrida y adornada.
26 Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero.
27 Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste.
28 Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.

Cuando Jesús viene la casa es ordenada y limpiada pero si él se va la casa sigue limpia por un tiempo pero vacía.

Desperdiciar el regalo de Dios

Muchos sienten la bendición de Dios y luego una gran euforia por que cuando el señor llega, el trae paz, y limpia nuestros corazones por su amor.

Hebreos 9
14 cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

Pero muchas veces eso es lo único que nos interesa; liberar nuestras conciencias de lo que nos atormenta, y sentirnos libre de todo pecado, pero no nos interesa que el señor Jesús se quede a vivir en nosotros, ya que él se convertiría en un estorbo para que mi yo siga gobernando (nuestra alma) porque nuestra alma no le gusta someterse a Dios.

Ella siempre tiene: El yo opino, el a mi me parce, el no acepto, el yo creo a mi manera. Es lo que siempre quiere predominar

2 corintios 5
11 Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias.

Luego sucede que entramos en ese círculo vicioso de: él me limpia, yo doy gracias, pero sigo en mi propio estilo de vida, vienen nuevamente problemas, luego regreso para que el señor me ayude; y así durante toda la vida.

Mateo 18
21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

Son el tipo de personas que sienten gozo en el culto pero se van sin el señor aun que no han dejado de sentirse muy bien. Pero como se fueron solos viene el problema y su postrer estado viene a ser peor. Y todo porque se fueron solos y dejaron al señor en el camino.

ALARMAS QUE ADVIERTEN QUE SOLO SOMOS CASAS LIMPIAS, ORDENADAS, PERO VACÍAS:

El dolor, la angustia, el afán y la preocupación, son la primera alarma de que algo está mal.

Es la alarma a la que más le debemos prestar atención; pero no como la mayoría de veces lo hacemos.

Es llegar a y decir: Señor ayúdeme, ten misericordia, pero porque a mí, o; y ahora que hago.

Total; pierden la paz por completo o parcialmente. Esto es alarma de que tu casa fue limpiada y ordenada pero vacía de la paz que solo se puede obtener cuando el señor está habitando dentro nosotros.


Salmos 16
7 Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia.
8 A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
9 Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente;
10 Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
11 Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.

Por eso una de las mejores defensas que tenemos contra las trampas del enemigo es el dolor, que es causado por problemas.

Pero estos problemas llegan a nuestro corazón (no a nuestra vida) es a causa de que estamos haciendo algo mal.

Como lo vimos anterior mente; que aunque Pedro estaba prisionero y custodiado por guardias por todos lados, pero el aun así dormía plácidamente, y todo porque el problema nunca pudo llegar a su corazón.

Proverbios 4
23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
24 Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de ti la iniquidad de los labios.
25 Tus ojos miren lo recto, Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
26 Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean rectos.

¿Y por qué no pudo llegar?
Porque su corazón estaba ordenado, limpio pero con el señor habitando en el.

Juan 14
22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?
23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.

¿Entonces te imaginas donde no tuviéramos esa alarma?
Es lo mismo que si no tuvieras la sensación del dolor cuando pones tu mano en algo muy caliente, te quemarías sin darte cuenta, te arias gran daño y no te enterarías.

1 corintios 4
4 Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.

Sin el dolor y los problemas te morirías muy rápido, y perderías rápidamente el sentido de obediencia.

No seas necio cuando te viene el dolor, porque si no le prestas atención a eso, viene la segunda etapa y esa es que tu postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque tú conciencia ha sido cauterizada Y ENTREGADA AL ENEMIGO.



Amos 6
8 Jehová el Señor juró por sí mismo, Jehová Dios de los ejércitos ha dicho: Abomino la grandeza de Jacob, y aborrezco sus palacios; y entregaré al enemigo la ciudad y cuanto hay en ella.

Los problemas delante de Dios no son nada pero como:

Ej. que es un piojo “nada” pero trata de hacer solo uno.

Así son los problemas cuando tratas de resolverlos tu solo sin Dios.

Cuando tú determinas no prestarle atención a estas advertencias, tu mensaje es claro.
No cuentes con migo.

Recuerda, tú no puedes reparar lo que no conoces, y si tú no te conoces no podrás funcionar perfectamente, o te detienes ante las advertencias o te desviarás y morirás fácilmente ante cualquier problema.

Tú no puedes ser habitación si no estás dispuesto a ser más que cuatro paredes. TIENES QUE SER CASA

Cuando tu no aceptas las promesas de Dios, el deja la casa limpia pero queda vacía.