MILITANDO COMO SOLDADO parte 7

MILITANDO COMO SOLDADO parte 7
La pérdida incalculable de Felipe




2 Timoteo 2
4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.
5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.
6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.
7 Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.

FELIPE: El apóstol práctico
Felipe no busca a Jesús como otros discípulos; era demasiado práctico y no iba a creer en cualquier movimiento religioso.
Cuando habla plantea cuestiones prácticas y exige respuestas también prácticas, pero que siempre estén bajo su control y comprensión plena.

Felipe 5
5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?
6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.
7 Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.
8 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo:
9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?
10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones.
11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.
12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada.
13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.
14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.

Felipe el apóstol que todo lo pensaba y lo analizaba, le sucede una de las cosas que tristemente a la mayoría le sucede.

Felipe se le dio una oportunidad como la que tuvo pedro cuando el señor le dijo que echara la red.

Lucas 5
4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.
5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.
6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.
7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.
8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.

El señor la pregunta a Felipe
¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?

6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.

Pero tristemente Felipe estaba tan lleno de sabiduría de este mundo que no contesto como debió haber contestado y dice:

Lucas 5
7 Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.
¿Cuáles fueron las consecuencias de esta respuesta?

Perder todo lo que el señor tenia para él.
Ya que llego un joven el cual fue llevado por Andrés; Andrés otro discípulo que lo perdió todo, ya que aunque lo lleva, abre su boca para darle paso al espíritu de duda.

Lucas 5
9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?

Pero aquel joven les arrebata a “los apóstoles” toda la bendición en sus narices.

Porque el no dijo nada y se prestó para algo tan “ridículo” como para creerse el cuento en el que Andrés lo había metido.
Y era pensar que con cinco panes y dos peces alimentaria a más de cinco mil.

El señor había preparado todo para bendecir a Felipe y Felipe lo perdió, luego esa bendición paso a Andrés el cual la tuvo en sus manos pero por hablar más de la cuenta la perdió también, y termino en las manos de un muchacho que ni el nombre de él está escrito.

¿Pero que se le entrego?
Se le entregaron 12 CESTAS LLENAS. Algo parecido a lo que recibió pedro.

¿Pero cuánto dio el?
Solo cinco panes y dos peces.
Ya con la primera cesta era más que suficiente para llamarle bendición.
Pero a él se le dieron doce cestas LLENAS.
Mientras que Felipe lo único que hizo fue:

Lucas 5
14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.
¿Pero porque se le dio a aquel joven tanto?
Simplemente porque obedeció a la fe de lo que el tenia, y creyó el cuento de Andrés. Ya que Andrés tuvo que haber dicho algo, como por ejemplo: quien tiene como para reunir para una colecta.

Mientras que Felipe tenía mucho pero no creía a lo que el tenia. Este joven con sus dos panes y sus cinco peces les quito a los discípulos, todo. Y lo único que lograron fue comer bien, ya que había suficiente para todos.

Es lo mismo que vimos con David cuando dice que no llevo espada para vencer a Goliat.

Pero Saúl disfruto de la libertad de los filisteos por causa de David, aunque Saúl se jactaba de su armadura y de su espada nunca vio lo que realmente era ser libre.

Así le paso a los discípulos y así nos pasa nosotros muchas veces.
Creemos que porque tenemos una buena espada es que vamos a vencer a Goliat.
Y llega otro sin espada pero que obedece al señor asta en lo que a él le parece ridículo y este es el que recibe las doce cestas.

Cuantos de nosotros perdemos cosas demasiado grandes por cosas tan pequeñas como una mala actitud.

1 corintios
6 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?
7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.

Un pecado lleva al otro si no te arrepientes a tiempo ejemplo un perfume, el vino del rey, el diezmo del joven.



Santiago 1
13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
16 Amados hermanos míos, no erréis.
Una cosa curiosa es que lo que el señor tenía preparado para Felipe como para pedro ya estaba planeado desde la fundación del mundo para ti, y que así como tu estabas en el corazón de Dios, así también todo lo tuyo. Pero si te descuidas otro te la arrebatará.

Mateo 13
34 Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba;
35 para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca; Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.

Mateo 25
34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

Felipe perdió aquella súper bendición por no saber estar listo.
No por no estar listo, ya que él desde su juventud claramente se notó que se preparaba continuamente para encontrarse con el señor ya que como vimos en el primer tema; Felipe se le noto la euforia por haberse encontrado con el mesías.

¿Pero porque entonces Felipe perdió lo que se había preparado para él?

Porque vino un joven y se lo arrebato.
Y es que el reino solo pertenece a los que lo arrebatan.



Mateo 11
12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.

Los arrebatadores son los que toman.

Los arrebatadores son los Boanerges(marcos 3-17), los que son templo de Dios, no los que tienen solamente espada.

Saúl tenía una espada que a duras penas podía con ella, al igual que Felipe. Pero a ninguno de los dos les funciono. Por cuanto no eran templos en el cual Dios pudiera vivir en ellos.

Y los dos dependieron de otro para recibir bendición, aunque los dos quedaron satisfechos, lo único que lograron fue las migajas que caían de la mesa.
Mientras que David y el joven sin nombre recibieron hasta más allá de la comprensión.
Porque a ellos les interesaba su señor y no lo que ellos alcanzarían por lo que hacían, como Felipe que creyó que por su mucho estudio lo tendría todo, y Saúl que por traer más para sacrificio sería más acepto delante de Dios. Cuando lo único es ser templo para que la gloria de Dios pueda descender a tu vida, y tú la veas manifestada como la vio David y aquel joven.