TODO AYUDA PARA BIEN
Romanos 8
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
Por lo regular siempre pensamos que todas las cosas “ME” ayudan para bien.
¿Pero a la verdad, eso es lo que Dios te está diciendo?
Porque si volvemos a leer parte del versículo 32 dice. El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros
Pero cuando dice entrego, es que fue entregado para muerte.
Mateo 27
20 Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto.
21 Y respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás.
22 Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!
23 Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado!
24 Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.
25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.
26 Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.
27 Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía;
28 y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata,
29 y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!
30 Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.
31 Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.
Entonces la pregunta seria.
Esto que el paso en que le sirvió a él.
Necesitaba aprender una lección. No
La sabiduría habita con el
Necesitaba perfeccionarse
Él es perfecto desde antes de los tiempos
¿Había pecado?
Nunca
Proverbios 8
19 Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; Y mi rédito mejor que la plata escogida.
20 Por vereda de justicia guiaré, Por en medio de sendas de juicio,
21 Para hacer que los que me aman tengan su heredad, Y que yo llene sus tesoros.
Por eso nosotros podemos tener una excusa verdadera para no movernos en el propósito de Dios.
Pablo tenía muchas excusas para quejarse con Dios por lo que le había sucedido, y del porque Dios “no lo había guardado, o librado, o ayudado.
2 corintios 11
24 De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno.
25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar;
26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos;
27 en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez;
Y así muchos otros como esteban; que en que le aprovechaba a el que todo un pueblo le cogiera a piedra.
Y a pesar de que el mismo señor sabía lo que iba a padecer, lo que iba a sufrir; eso no evito que el hiciera lo que verdaderamente tenía que hacer.
Romanos 8
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Las cosas que nos suceden cuando estamos en el señor no están diseñadas para nosotros, están diseñadas para cumplir un propósito, y ese es el de Dios. Porque Dios no solamente te ama a ti, sino que nos ama a todos.
Por ese propósito es que suceden las cosas para los que están en el señor.
Nosotros podemos dar excusas verdaderas del por qué no puedo cumplir el propósito de Dios
Abraham y Sara tenían una excusa verdadera y una queja verdadera.
Se quejaba de tener hijo, y cuando Dios les hablo del hijo ya eran viejos.
¿Dios estaba pensando solo en ellos?
No él pensaba en todos.
Moisés tenía todas las excusas para él no estar en el propósito ya que Dios lo llamo par dirigir toda una nación pero era tartamudo.
Juan 9
1 Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.
2 Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?
3 Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.
Romanos 8
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
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