EL VERDEDERO FRUTO

EL VERDEDERO FRUTO
Una de las cosas más importantes es que se nos ha olvidado ver o distinguir cuál es el verdadero fruto




Gálatas 5
22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Todos podemos decir fácilmente yo tengo todo eso, o la mayoría.
¿Pero tiene el verdadero?

Efesios 5
13 Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.

Porque es muy fácil confundir justicia con justicia o amor con amor, o paz con paz.

Mateo 5
20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Veamos por ejemplo estos dos versículos

Mateo 6
1 Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.

Mateo 6
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

¿Cuáles son los efectos de estas dos justicias?

Primero, una es terrenal mientras que la otra es eterna.
Segundo, una es la tuya mientras que la otra es del cielo, es de alguien más, es una justicia que no pertenece pero que debes buscar.


Y este es el primer paso.
Que ninguno de los verdaderos frutos viene de ti, sino de Dios.

Juan 14
27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Mucha gente busca la paz, pero la buscan en lo que no tiene paz.

Muchos dicen que para tener paz es porque lo han conseguido todo, otros para tener paz, dicen que es viviendo como ermitaños en la más grande soledad, para que nadie les quite su “valiosa” paz.

Juan 16
33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Por eso dice y confirma que los verdaderos frutos no son de tus esfuerzos, sino que vienen de tu verdadero arrepentimiento

Mateo 3
8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,
9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

Es lo mismo cuando decimos: yo tengo la paz del señor, pero viene el hermanito, el marido, la deuda, y te robo tu “valiosa paz”.

Mateo 7
16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Por eso confirma que cuando nuestros frutos son verdaderos podremos dar de lo que es verdadero, por lo tanto vendrá el resto por añadidura.

2 corintios 9
10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,
11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Por eso es que muchas veces somos probados, primero para saber si el fruto de amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza son verdaderos o necesitamos reconocer que nos falta de Dios, y no estamos listos para un encuentro con Él.

Filipenses 1
10 para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo,
11 llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

Si tú quieres tener frutos verdaderos tienes primero que trabajar.

2 Timoteo 2
6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.
7 Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.
¿A qué se refiere?
A que tienes que buscar la verdad siempre y en todo. Y todo por medio de la palabra.

Mateo 13
23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.

¿Quién es el que fue sembrado en buena tierra?

El que siembra su corazón en la palabra, y no en los afanes. Ya que el que siembra su corazón en los afanes de este mundo, sus frutos siempre los afanes de este mundo los ahogaran. Y serán frutos falsos por eso se ahogan fácilmente. Se ahoga el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre, y la templanza

Lucas 8
14 La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.
15 Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.

Mientras que una de las características alguien que tiene un verdadero fruto, es que el mismo está comprobando en cada cosa que hace; si lo que hace es agradable a su señor y no a él.

Efesios 5
9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
10 comprobando lo que es agradable al Señor.
11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.

Efesios 5
13 Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.
14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo.
15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.

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