EL TESTIMONIO QUE REFLEJO HABLARÁ DE MI

EL TESTIMONIO QUE REFLEJO HABLARÁ DE MI



Juan 5
39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida.
41 Gloria de los hombres no recibo.
42 Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.

El Proceso de para llegar a la plenitud del hijo de DIOS, y el propósito cumplido de lo que significa verdaderamente “ id y predicad “ se resume solo en unas cortas palabras de nuestro Señor: "Éstas son las que dan testimonio de mí." Todo lo demás, por importante y necesario que sea, está subordinado a este gran fin.

Hay muchas maneras en que se manifiesta el testimonio de una persona.

Y una de las primeras cosas es que en el mundo espiritual se ve quien es el que acaba de nacer.

En la Biblia se registran algunos nacimientos algo particulares ya que cuando nace alguien diferente a los demás esto siempre genera conmoción y movimientos en el mundo espiritual.

Y uno de los mayores testimonios que alguien puede dar en el mundo espiritual es mostrar que ha nacido como nueva criatura.

El nacimiento de alguien diferente marca una pauta para para que también se genere oposición en el reino de las tinieblas para lograr matarlo.

Ejemplo, el nacimiento de Isaac, Sansón y Juan el Bautista fueron anunciados por ángeles, y al mismo señor Jesús lo anuncio el ángel Gabriel.
El padre dio testimonio de él, cuando salió de las aguas diciendo; este es mi hijo amado

Pero también se genera gozo en el cielo por uno que nace como hijo de Dios.
Ya que es celebrado por todos en el cielo.


Por lo tanto cuando se da testimonio en el mundo espiritual debido a lo que los ángeles hacen, y aun todo el reino; el enemigo siempre tratara de oponerse matando a aquel recién nacido.

Y todo porque el primer testimonio de esta persona es verdadero.
Ya que el mismo padre celestial es el que da testimonio de el en el mundo espiritual. Pues es inevitable la alegría.

Juan 5
31 Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
32 Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.
33 Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad.
34 Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos.

Por eso siempre el enemigo ara todo su esfuerzo en matar física o espiritualmente a alguien que da verdadero testimonio de haber nacido de nuevo.

Un ejemplo de oposición; es el nacimiento de dos personajes muy particulares;
El señor Jesús y Moisés.

Lo que une sus nacimientos a pesar de los tiempos que les separa, son los eventos trágicos que rodearon ambos nacimientos.
En ambos casos un monarca maligno decretó la destrucción en masa de miles de niños para proteger su trono.

Faraón ordenó que se matasen a todos los niños hebreos. El rey Herodes dictaminó que se matasen a los niños menores de dos años.

Esto nos enseña la misma lección. Una de las cosas a las que satanás siempre se opone, es el nacimiento, especialmente el nacimiento de un hijo de Dios.

Otro testimonio que hablara de mí y del evangelio que he recibido es que me dejara mudo.

Lucas 1

8 Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase,
9 conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor.
10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso.
11 Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso.
12 Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor.
13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.
14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento;
15 porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.
16 Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos.
17 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
18 Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.
19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas.
20 Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.
21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de que él se demorase en el santuario.
22 Pero cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había visto visión en el santuario. El les hablaba por señas, y permaneció mudo.

Ya que por tus hechos serás conocido.
Tu no tendrás que decir que eres cumplido, que eres responsable, que eres lleno de Dios, ya que al igual que a Moisés cuando estuvo en la presencia de Dios no necesito hablar para que todos supieran que él estuvo con Dios, así como María y aron que también por sus hechos fueron conocidos.

Hoy por tus hechos recibes vida o muerte. Porque el testimonio más importante es el que tienes delante de Dios, ya que el al ver que tú eres verdadero dará testimonio de ti delante de todos. Así como dio testimonio de la ofrenda de la viuda pues todos daban de lo que sobraba pero ella de lo que tenía.
Es como aron y María que querían andar con la gloria de Dios pero no tenían testimonio delante de Dios, aunque antes que se manifestase lo que ellos tenían dentro, solo tenían testimonio delante de los hombres

2 corintios 11
27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.
31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;
32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.