MILITANDO COMO SOLDADO parte 11

MILITANDO COMO SOLDADO parte 11
Mateo el conquistador conquistado




El apóstol que manejaba todos los ambientes
Hombre de mente ágil; buen estadista, matemático de gran talento; agudo, perspicaz, hábil; se fija metas y las logra.
Pero es publicano, es recolector de impuestos; tenido por avaro, duro de corazón y corrompido.

Pero el señor Jesús pasa junto a él. Y le dice Sígueme, Mateo cierra los libros, sale de su trabajo, abandona el puesto de publicano y estafador para ser discípulo y seguidor de Cristo.

Mateo 9
9 Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.
10 Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos.
11 Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
12 Al oir esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
13 Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.

Luego el escribió el Evangelio de mateo llevado de una manera evangelista.
No lo hizo Ningún sacerdote, ningún escriba, ningún fariseo, ningún rabino.
Lo hizo un publicano; despreciable y odioso.

¿Quiénes eran los publicanos?

Los publicanos no tenían la categoría propia de los recaudadores de Roma. Eran simples subordinados, cobraban, vigilaban y exigían en nombre de roma.

Todos eran mirados con desprecio. Nadie escogía ese oficio, exceptuando el que estuviera muy mal o no le importara lo que dijeran de él, como para para ganarse la vida en este oficio. Por eso tenían que buscar a gente sin prestigio que perder y sin escrúpulos. Gente con entrañas duras, para que no se apiadasen de las lágrimas ni de la miseria. Gente decidida a tomar lo que les pertenecía sin importar nada;

La condición de los publicanos sólo podía compararse con la de los criminales y las prostitutas. Por eso una de las acusaciones que dirigían contra el señor Jesús, es que andaba con los publicanos y comía con ellos. Y no solamente comía con ellos, sino que sacó de entre ellos a uno de sus apóstoles.

Cuando mateo está recaudando impuestos, el señor Jesús se acerca y le dice: "Sígueme." Y él, dejándolo todo, se levantó y echó a andar con el Señor.

La llamada la hace el Señor.

Juan 15
16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.

Para mateo fue una llamada inesperada, pero aún más para el enemigo que lo tenía en ese mundo fue a un más sorpresiva.
Su respuesta fue tan espontánea como la de Pedro, una aceptación súbita, completa, definitiva.

Mateo deja un negocio lucrativo, una ganancia segura y creciente. Pero ya sólo recogerá palabras de vida y tesoros de verdad.
Escucha atento todo lo que el señor enseña de tal manera que puede llegar a escribir la historia de aquellos años andando con el señor

Sólo una vez hablará de sí mismo, y precisamente lo único que escribe es que era publicano.

Pero lo que San Mateo se pro­pone, ante todo, es enseñar todo el poder que Dios tiene no solo en milagros sino en el poder de sacarnos de lo más profundo del pecado.