HAMBRE Y SED DE DIOS 5
Comiendo del pan que da vida o del pan que da muerte.
Génesis 2
15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
17 más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
Primero viene la advertencia en el huerto.
¿Por qué especifica en el huerto?
Porque solo a los suyos y a los que están en el reino es a los que se les da las advertencias para que no mueran por causa del pecado, ya que los demás dice la palabra que ya están muertos en sus delitos y pecados.
Efesios 2
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Luego Dios le dijo a Adán en el huerto, que si desobedecía Su mandato y comía del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.
¿Qué sucedería?
Recibiría el juicio.
¿En qué consistía este juicio?
Dios le dijo a Adán: “Porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”
Alimentarse de lo que Dios nos dice que no nos debemos alimentar no es malo, es mortal.
Ya deja de jugar con el restaurante del enemigo, porque solo te estás causando no un dolor de estómago, sino una intoxicación fatal.
Romanos 6
21 Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.
22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Que fruto obtienes del chisme, la mentira, los programas de tele sucios.
Del hablar negativo.
Solo obtienes muerte para tu vida, para tus sueños, para tu familia,
Por eso cuando comes de lo que Dios te prohibió comer, ya no obtienes de Dios la bendición sino el juicio de muerte ineludiblemente.
“Porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”. Esto significa que todo aquel que come o se alimenta de lo que el enemigo le trae, el resultado ineludible es muerte.
¿Qué se debe hacer entonces? Por un lado, Dios tiene que eliminarnos por completo;
Génesis 2
16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
17 más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
Es curioso que el señor hable de muchos árboles de los cuales nos podemos alimentar, pero solo de uno es el que proviene la muerte.
Muchas veces es lo mismo en nuestras vidas.
Dios por todo lado quiere bendecirnos y darnos vida, pero nosotros escogemos lo que nos da muerte.
Y con uno solo que escojamos que produzca muerte, mata todo.
¿Cuándo lo hacemos?
Cuando le damos credibilidad al pesimismo, y esto es lo que nos lleva a darle poder al pecado que quiere actuar en nuestras vidas.
Por un lado, Dios nos quiere alimentar por completo; espiritual, emocional, y físicamente, pero también, tiene que darnos vida.
Por eso sin vida primero que todo de nada sirve que Dios te de mil cosas.
Sin Cristo de nada te sirven las añadiduras.
Por eso Cristo tuvo que morir por nosotros.
Cristo se hizo carne, y de esta manera fue posible que muriera por nosotros. Por medio de su muerte llevó sobre sí mismo nuestro castigo, lo cual produjo vida eterna en nosotros.
Y todo esto Lo pudo hacer porque Dios nos puso a todos en El.
Esta es la parte más crucial o importante, ya que mientras no haya vida en ti, como podrás disfrutar de todo lo que Dios creó para ti.
1 Corintios 1:
30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
Nos dice claramente, que por El estamos en Cristo Jesús. Estar en Cristo es como cuando un objeto esta dentro de otro que es el que lo guarda, pero no solamente es eso sino que algo curioso sucede; aquel objeto deja de verse y solo se ve el empaque donde está guardado.
Lo mismo debe suceder con cada uno de nosotros.
Ya no me ven a mí, ven al que me está guardando.
Gálatas 2
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Porque cuando tu estas en Cristo es cuando tienes derecho a tomar de todo árbol plantado en el reino de Dios.
Gálatas 3
28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.
No solamente de la promesa hecha a Abraham, sino de la primera promesa que esta en
Génesis 1
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.
Como se diría entrecomillas dueño de todo lo que tu padre preparo para ti.
¿Quieren todo esto?
Entonces quiero que noten algo importante.
Cuando el señor Jesús vino a la tierra, era un solo individuo, pero cuando fue a la cruz, Dios nos incluyó a todos en El.
Por lo tanto, cuando Cristo fue crucificado, aquella cruz no fue sólo Su cruz, sino también la nuestra. Puesto que Dios nos puso en Cristo, la cruz ya no es sólo de Él; es una cruz de la que hay que saber participar todos aquellos que están en El.
Mateo 10
38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
El que no está en mí no puede morir; porque tiene que morir; pero el que murió fue el señor.
Colosenses 3
5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia que es idolatría;
6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
¿Cómo se hace morir todo esto?
No es por esfuerzo, ni sacrificio tuyo. Es solo porque tu estas en Cristo y has aceptado la cruz donde se pagó por tu pecado, para que puedas participar de todo árbol en el paraíso.
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