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EL ESCUDO DE LA FE - Deicy




EL ESCUDO DE LA FE
"12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;" (Efesios 6:12-17)

Introducción
Al hablar de fe se define conforme a la Palabra como : "la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1). Cuando tenemos fe agradamos a Dios porque es señal de que confiamos en él, y esta medida de confianza aumenta a la vez que le estamos conociendo intimamente. Un producto de la fe verdadera y pura es hacer que Dios se mueva, produciendo milagros, sanidades, etc. Además la fe nos protege de las asechanzas del enemigo como se mencionó en el anterior versículo, pero... ¿porqué a veces funciona la fe y otras veces no?, ¿por qué en unos sí y en otros no?, ¿Por qué si he confiado en Dios me siguen lastimando?, ¿por qué antes al pronunciar este versículo me sentía seguro y ahora no?.
Primero entendamos el por qué Pablo compara la fe con un escudo y entendamos la importancia no solo de llevar uno, es decir tener fe, sino de tener un buen escudo y el cuidado permanente que se debe hecer. Por alguna razón Pablo aseguró "Por sobre todo".
"He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe."2 Timoteo 4:7

La Fe como Escudo
Un escudo tiene como función protegenernos de los golpes fuertes y directos dirigidos a nuestro cuerpo. Aunque la armadura nos guarda, hay ataques que solo el escudo puede desviar y si este escudo no está en las mejores condiciones terminará destruido y sirviendo para nada, e spor esto que facilmente somos nuevamente lastimados.

La Calidad de Nuestro Escudo
La calidad de una armadura depende de su diseño y principalmente del material. No es lo mismo una armadura de bronce, cobre, aluminio, oro, plata o titanio que es el metal mas duro. Muchas veces nos enfrentamos al enemigo con una fe debil, es por eso que somos vencidos fácilmente. La calidad de mi fe depende de la fuente de donde la recibo, esto es de lo que oigo, ya que la fe viene por el oir.
"17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." (Rom 10:)
El escudo que constantemente uso está formado por todas aquellas palabras que he permitido se siembren en mi alma y formen una estructura de protección. Si es una palabra de solo conocimiento o emocional, es una fé relativamente debil; tal vez soporte algunos golpecitos pero frente a grandes golpes será destruido y quebrantado ocasionando daños y dolor; los golpes pueden ser murmuraciones, acusaciones, ofensas, culpa, etc. Por tanto si facilmente somos lastimados o tenemos dudas, es por que nuestra fe es débil, muy posiblemente nos alimentados de palabras vanas, necias, o superficiales que no nos llevan a nada. Mas en la medida que escuchamos la palabra de Dios, no solo oír, nuestra fe (escudo) se fortalece hasta convertirse en ese escudo de titanio indestructible. Por tanto lo primero que debemos cuidar para guardar la fe es cuidar lo que oimos. Combinar palabras del mundo con la pabra de Dios es como mezclar el metal y el barro, nunca se uniran y es un escudo facild e romper.

El Cuidado de lo que Oímos
Un día podemos llegar a la iglesia y fortalecernos con una palabra de Dios, pero cuando oimos palabras de necias, comentarios, musica indevida, aunque decimos que no le prestamos atención sí nos llega a afectar y se convierten en aguas que oxidan y debilitan nuestro escudo de fe.
Escudos humanos: "Otras veces he fracasado puedo volverme a levantar", "Soy una gran persona , estoy muy capacitado", "el tiempo sana las heridas", "no me importa lo que piensen los demás", "no vuelvo a confiar en nadie", "Esa palabra no era verdad", "yo siempre he sido así", "hay que resignarse", todo aquello que no va conforme a la palabra de Dios soportará talvez uno o dos golpes, flechas, dardos o lanzas pero tarde que temprano será destruido. ESto es solo un escudo debil.
Escudo divino: Porque escrito esta...y he guardado sus caminos ( salmo 119).
Muchos son los que dicen de mí:No hay para él salvación en Dios. 3 Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. (Salmo 3:2-3)
Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. 2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. (Salmo 18: 1-2)
"Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador; 3 Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio;Salvador mío; de violencia me libraste. " (2 Samuel 22: )
Estas palabras en fe tienen verdadera autoridad siempre y cuando camine en la palabra de Dios, solo así tendrán poder:
Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado. 115 Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios. (salmo 119: 114 -115)
167 Mi alma ha guardado tus testimonios,Y los he amado en gran manera. 168 He guardado tus mandamientos y tus testimonios,Porque todos mis caminos están delante de ti. (salmo 119:167-168)
David estaba confiando en la protección y rescate de Jehová porque sabía que era obediente y guardaba los mandamiento de Dios. Solo mientras vivo la palabra de Dios ésta se hace viva para mí y todo lo que confieze tiene la autoridad y el poder de hacerse realidad. Una palabra contaminada tampoco tiene poder, DESECHA TODA PALABRA QUE NO ES DE DIOS, de lo contrario tu fe se debilitará.

El Poder en el Conocimiento Revelado
Pero el hecho de que asistimos a la iglesia o "leemos" la palabra de Dios no garanatiza que tengo la "mejor" fe. En una ocasión cuando los apóstoles estaban junto con Jesús en una barca, se levantó una tormenta y ellos temieron:
"39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen? " (Mat 8:39-40).
Jesús parece muy extrañado al ver que después de todo lo que han compartido sigan temiendo y dudando. Ellos dudaban porque no sabían realmente quién era Jesús, tampoco se habían enfrentado a este tipo de tormenta pero sí a milagros, sanidades, multiplicación pero no grandes problemas. Sólo lo reconocían como un profeta por eso hacía milagros o un maestro por eso sabía tanto; pero un profeta o maestro ordena a las tormentas. Así muchas veces llegamos a decir: " nunca me imaginé que esto me sucedería ", pero es allí donde en medio del clamor Dios se da a conocer, y también llegamos a decir "no sabía que Dios era así, realmente no lo conocía" o en la victoria "nunca pensé que yo fuera capaz de tanto". Este tipo de experiencias que nos llevan a conocer a Dios, quienes somos y lo que tenemos en Cristo, fortalecen nuestra fé. Este conocimiento me lleva a amar a Dios y este amor por él y la Palabra fortalecen tu fe.
Nuestra fé es probada en el día malo, hay días donde solo es la discusión con los padres, esposos, o hay tropiezos; pero hay aquellos días que si no estamos preparados con nuestra armadura fácilmente seremos vencidos y posiblemente disertemos de las filas de batalla del ejercito de Dios.
Además de escuchar o leer la palabra de Dios es importante conocer la fuente divina y el gran poder que allí se guarda. "17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, " Efesios 1:17-19

Este es el poder de la palabra revelada, no contaminada, aquellas que escuchas con un corazón dispuesto y/o en intimiedad con el Señor. ¿Pero si he recibido esta palabra porque no funciona?, porque muy posiblemente después de un tiempo se contaminada y forma aleaciones que no funcionana, como el barro y el acero.

Un Escudo Ungido
Además de procurar recibir la palabra revelada, es necesario guardar dicha palabra que nos protege. Uno de las responsabilidades de los soldados además de saber usar sus armas era guardar su armadura y esto se hacía manteniendola limpia y con aceite, antes y después de las batallas. El siguiente versículo habla de la racción del profeta isaías ante una terrible visión a lo que aconseja ungir los escudos:
"Se pasmó mi corazón, el horror me ha intimidado; la noche de mi deseo se me volvió en espanto. 5 Ponen la mesa, extienden tapices; comen, beben. !!Levantaos, oh príncipes, ungid el escudo! " (Isa 21:4-5)
Antiguamente se ungían los escudos, para protegerlos y hacerlos resbaladizos para que las flechas o dardos no se pegaran en ellos. El aceite tiene la función de preservar el metal, como la grasa en las cadenas de las bicicletas, el lubricante en los autos, y el aceite en las cuerdas de las guitarras evitando que estas se rompan. El aceite es la unción del Espíritu Santo que fortalece y preserva la palabra que está en tí, evitando que sea contaminada y pueda soportar las zaetas del enemigo.

El Poder del Espíritu
La unción me aparta pero también da poder. La fe es la llave que activa el poder contenido en el espíritu. Un no creyente tiene poder en sus palabras cuando son pronunciadas con fé, y por el espíritu que hay ne él (sea un espíritu valiente, emprendedor o de temperamento fuerte) provoca lo que dice, esto es porque hemos sido creados a imágen de Dios. El brujo declara palabra y los espíritus malos obedecen provocando lo dicho. El cristiano cuando declara la palabra de Dios con fé, él Espíritu Santo que está en él es el que se mueve y provoca lo que sea declarado; por tanto no es suficiente con conocer la palabra sino el estar en comunión con el espíritu Santo ya que la palabra con fe desata el poder del Espíritu Santo unido a mi espíritu. Este poder es inquebrantable ante los ataques del enemigo, no solo para la defensa sino para el contra ataque. Aquel que mantiene una verdadera relación con el Espíritu santo mantiene su escudo Ungido, es decir poderoso e inquebrantable; oremos diciendo: "Espíritu Santo ungeme este día".
Existen tres tipos de palabra:
• Logos: palabra escrita.
• Rhema: Palabra revelada.
• Zoe: significa "llena de vida" es la palabra declarada con poder, del espíritu es decir ungida. Que provoca milagros, nos guarda como escudo y ataca para destruir al enemigo.
Una palabra poderosa es aquella de fe, con autoridad y desde el Espíritu.

¿Qué sucede cuando nuestro escudo no está ungido?, es desechado.
"Montes de Gilboa,Ni rocío ni lluvia caiga sobre vosotros, ni seáis tierras de ofrendas;
Porque allí fue desechado el escudo de los valientes,El escudo de Saúl, como si no hubiera sido ungido con aceite." (2 Samuel 1:21)
Saúl fué un rey que descuidó su escudo, y esto fué notorio en sus malas desiciones tomadas por desesperación. El escudo se ungía antes y después del día de batalla. El intercesor por estar en constantes batallas es quien mas debe estar sumergido en la presencia de Dios, y muy cuidados de la palabra con la que se alimenta.

El Escudo Romano Therios
El ejercito romano obtuvo grandes victorias gracias al diseño de su armamento, entre ellos estaba su escudo, el mejor, el Therios; el cual tenía unas carcaterísticas muy particulares.
• "Era rectangular y cubría casi todo el cuerpo: es decir la fe debe cubrir todas las áreas: dinero, finanzas, salud, emociones. Todo lo que tengo debe estar protegido por la fe.
• Hecho de capas de madera: esto es la parte humana. La fe además de ser un don es un fruto. Es cierto que Dios me guarda pero yo tengo que ser responsable en que la palabra produzca en mi mas palabras de fe.
• Forrado con lámina de acero para fortalecer. Si el escudo fuera totalmente de acero y grueso dificilmente se podría cargar.
• Cubierto de Piel: lo que Dios espera de mi es una fe viva y no muerta." Escuela Didaskalia

"16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. " (Efesios 6:16).
Otra de las particularides de estos escudos era que podía apagar los dardos de fuego, este era el escudo que Pablo describía. Antes de ir a la guerra el escudo debía estar en remojo el tiempo suficiente para absorber agua, esto era lo que permitía que las flechas fueran apagadas.
Si tomamos un cuchillo y lo calentamos facilmente cortará icopor, plastico e incluso otros metales. Los dardos de fuego son aquellas palabras con tanta fuerza, odio, rencor, con tal malas noticias que pueden penetrar la fe de un cristiano común, pero cuando constantemente estamos sumergidos en la palabra, permitiendo que los ríos de agua viva del Espíritu Santo fluyan en nosotros, no porque repito palabras sino porque he creido en la gracia de Cristo, ningún arma forgada por mas fuego que traiga me hará daño, porque al instante se apagará.
"38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. " (Juan 7:38)
"Alma mía no aceptes palabras que no sean las del espíritu que está en mi". Muchas veces podemos recibir de otras fuentes pero nada se compara con aquellas que fluyen desde nuestro interior, nunca se olvidan siempre permanecen.
Repito: El intercesor es el cristiano que mas preparado y cuidadoso debe estar antes de la batalla y después de esta. Con mas diligancia debe guardar su corazón, estar siempre lavados y llenos por la Palabra de Dios, y siempre, siempre... ungidos.

Cubrámonos los unos a los otros

No solo oremos por nosotros mismos, sino por nuestros hermanos. En primer lugar, los escudos se usaban, alineados perfectamente como técnica de avance. Los soldados estaban perfectamente unidos. Cuando usamos el escudo de la fe, avanzamos uniéndonos con nuestros hermanos e iglesia. Oramos los unos por los otros, compartimos nuestras peticiones y creemos en ellas, desatando la bendición de Dios. Si no nos cubrimos las heridas nunca van a sanar, y el debil en la fe se irá.
"Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho". (Santiago 5:16)
Testimonios
"16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno." (Efesios 6:16)


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