LAS LEYES DE DIOS parte 25

LAS LEYES DE DIOS parte 25
La ley de la alabanza y la adoración
La ley del amor



La ley del amor en el reino de los cielos se basa en lo mismo que el señor nos enseñó a través de lo que el hiso por nosotros.

Esta es una de las más difíciles de aplicar conforme al reino. Porque por medio del amor es que tienes la seguridad del que te ama. Por lo tanto tienes la certeza de lo que es tuyo.

1 de juan 4
17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.

Abecés Pensamos que podría decir que el amor humano merece el nombre de amor, mientras que este se parezca a ese Amor que es Dios.

3 de juan 1
6 los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje.
7 Porque ellos salieron por amor del nombre de Él, sin aceptar nada de los gentiles.

2 de juan 1
6 Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio.

La primera confusión esta entre amor-dádiva y amor-necesidad. Mas no lo asociamos a amor- seguridad.

El ejemplo típico del amor-dádiva lo confundimos no entendiendo el concepto del amor verdadero.
Ej El Padre da al Hijo todo lo que es y tiene. El Hijo se da a sí mismo de nuevo al Padre; y se da a sí mismo al mundo, y por el mundo al Padre; y así también devuelve el mundo, en sí mismo, al Padre.

Pero no entendemos el concepto central; que es que todo lo tenemos en Cristo.

1 de juan 4
17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.

En cambio nuestro amor-necesidad, es el exacto reflejo de nuestra naturaleza actual: nacemos necesitados;

ya que como no entendemos el amor del reino, lo único que descubrimos es la soledad, la inseguridad, y la incapacidad. Más no descubrimos la compañía perfecta del Espíritu Santo, la seguridad de las promesas del padre la seguridad de quienes somos en el padre.

Y si comenzamos necesitar de los demás física, afectiva e intelectualmente; les necesitamos para cualquier cosa que queramos conocer, incluso a nosotros mismos.

Por eso si todo lo que queremos decir con nuestro amor es el deseo de ser amados, es que estamos en una situación muy lamentable, y no estamos viviendo bajo las leyes del reino.

Lo único que terminamos es forzando un lenguaje de amor, mas no vivimos en la ley del amor.

1 de juan 4
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

El que no está seguro de lo que tiene para poder dar no ha conocido a Dios.

Por eso dice ten cuidado porque has dejado tu primer amor

Apocalipsis 2
3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.
4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.


Ya que nuestro carácter será conocido por medio del poder que gobierna en cada uno de nosotros.