VENID EN POS DE MÍ

VENID EN POS DE MÍ




El Único Camino Para Alcanzar El Triunfo En La Vida, pero no solo en esta vida sino en la vida que aún puede traspasar la muerte, es Cristo.

Mateo 4
19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
20 Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.
21 Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.
22 Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.

Venid en pos de mi es muy diferente a creed en mí, ya que muchos creen en DIOS, pero sus prioridades son las que verdaderamente dicen en pos de quien van y siguen eso como el camino de su salvación.

Cuando tú pierdes las prioridades, pierdes las bendiciones.
Me preocupa mucho que los que creen en Cristo no sepan valorar las cosas que deben valorar. Hay creyentes que valoran lo que no hay que valorar, y desvalorizan lo que tiene valor, y se alejan de Dios, perdiendo así la bendición más grande.

El rey Salomón, fue sucesor del rey David.
Entonces cuando Salomón comenzó a reinar, buscó a Dios con todo su corazón; oró y le pidió sabiduría. Le dijo: “Señor, dame sabiduría, porque yo soy muy joven para gobernar, este, tu pueblo, que es grande.”
Reconocía que el pueblo que estaba bajo su mano, era de Dios y no de él, y que todo provenía de él, inclusive lo que debía haber en su corazón. Ya que en nuestro corazón muchas veces hay cosas que no deben estar ahí.

Entonces cuando el señor nos dice que vayamos en pos de él, no solo te está diciendo que creas en el sino que lo sigas pero que solo lo sigas a él.
Porque cuando en tu corazón hay varias cosas a las que seguir; cada una de ellas aunque tú no lo quieras te exigirá su cuota de cuidado y de respeto, por cuanto tu le has dado valor, como lo que le sucedió a Salomón.

Dios le dio mucha sabiduría, fama y gloria. Pero cuando estuvo en paz, y había crecido haciéndose grande, se olvidó de Jehová su Dios.

Dice la Biblia que Salomón se había casado con la hija del Faraón, pero además de la hija de faraón, amó a muchas mujeres; tuvo 700 reinas y 300 concubinas.

Pero cada una comenzó a pedir su parte, y a reclamar sus derechos.
Te dicen; Yo soy de los sidonios, quiero tener aquí un dios de los sidonios.

1 Reyes 11
1 Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón y a las heteas;
2 gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor.
3 Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón.
4 Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.
5 Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.
6 E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre.
7 Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.
8 Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
9 Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces,
10 y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó Jehová.
11 Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo.

Y esto es lo que se ve hoy en día. Pero no solo en el mundo sino en el mismo pueblo de Dios.
¿Cómo se ve esto?
Cuando no entendemos el principio fundamental de la palabra.

Romanos 5
6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.

12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

Romanos 5
17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.

La pregunta es.
¿A cuántos envió Dios para ser constituidos hijos de Dios?
A uno.
Entonces por qué buscas serlo por obras

¿A cuantos entrego Dios para que llevara nuestros pecados?
A uno.
Entonces por qué pides a otros que intercedan por ti.

¿Cuantos murieron por ti, para que tú tengas vida y vida en abundancia?
A uno.
Entonces por qué clamas a otros para que te vaya bien en la vida.

¿Cuantos trajeron el reino de Dios a la tierra?
Uno
Entonces por qué piensas que serás prospero por medio de otros dioses.
Ya que dioses se constituyen todos aquellos que ocupan tu primera prioridad en la vida; ya sea trabajo, riquezas, familia, etc.

Que pensarías tú, donde tú dieras a tu hijo para salvar a otros, y esos otros comenzaran a agradecerle a su buena suerte, a lo afortunados o avilés que son, o a los que le avisaron que ya el hijo de “julano” había pagado la deuda de muerte que era para ellos.
¿Cómo te sentirías?

Por eso venid en pos de mi es muy diferente a creed en mí.
Y después te preguntas.
¿Porque me pasa esto a mí, sino le hago mal a nadie?
Porque no buscas el único camino que tiene todas las respuestas al porque estas donde estas, sino que solo buscas que te solucionen tus prioridades.
Y todo porque cuando cualquier prioridad es mayor que buscar a Dios, le pasara lo mismo que a Salomón; cada mujer comenzó a exigirle tanto, que Salomón termino yendo en pos de otros dioses.
Después te preguntas pero porque aunque logro muchas cosas nunca me siento satisfecho, o porque nada de lo que hago prospera, o porque mis hijos no se llevan bien, etc.

Y para rematar terminas diciendo; es que llevo 40 años buscando de Dios y no veo tu gloria.

Tal vez fue porque te chiflaste como Moisés, que envés de tocar la roca para que saliera agua, solo la golpeaste pera que te diera todo lo que tu querías. Y por eso Moisés no pudo entrar en la tierra prometida.

Eclesiastés 10
1 Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable.

Y mientras que no redimas eso y estés dispuesto a seguir en pos de él, únicamente en pos de él, y solo a él, no veras llegar a tu vida el verdadero significado de las promesas de Dios. Y solo estarás como Moisés, parándote a la orilla de tu desierto viendo la tierra que fluye leche y miel.

No en vano dice.
Mateo 22
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38 Este es el primero y grande mandamiento.

NO LE QUITES EL VALOR A LAS COSAS QUE DIOS VALORA.
Si no cumples este mandamiento, le estás quitando el valor a lo que realmente tiene valor para Dios. Y no te vas poder llevar bien con Dios, si no valoras lo que Él quiere que tú valores.

EL VALOR DE LO QUE NO SE VALORA
Un día vino un hombre que si bien no es creyente, pero por el quebranto de su corazón, vino a la iglesia a hablar con el pastor donde su hija se congregaba.
Su hija de 16 años les había mentido a los dos; ya que mantenía una relación con un muchacho mucho mayor que ella.
Sus padres no podían creer en la manera de como les había mentido y engañado su hija! aquel padre, con lágrimas en los ojos le dijo al pastor:
“Algo habremos hecho mal.”
Estaban realmente preocupados por su hija. Ella trataba de despistarlos, diciéndoles que ya no tenía nada con aquel muchacho.
Pero el pastor le hizo ver a esta chica que no estaba realmente arrepentida de lo que había hecho. Entonces delante de su padre le dijo:
“¿Le has pedido perdón a tu papá?” Porque cuando uno está arrepentido pide perdón. Contesta que no. Respondiendo el pastor le dice:
“Viste que con tu boca estás confesando que no estás arrepentida.
No puedes decir que vas a salir de este enredo, sólo con tu fuerza de voluntad, o solamente con prometerlo. ¡Necesitas la ayuda de Dios!” aquel muchacho era el primer hombre con el que ella había salido, así que le dijo: “Esta atadura que tienes, no te la vas a sacar tan fácil”.
El pastor estaba casi molesto con esta chica porque ella venía a la iglesia y conocía el evangelio, pero se mostraba alejada. Aquel pastor lo único que quería era que se quebrantara, y que pidiera perdón.
Pero en un momento reacciono aquel pastor y le pidió a los padres de aquella joven que salieran, y comenzando a hablar con ella. Le pregunta:
“¿Cómo es la relación con tu papá y con tu mamá?” contesta: “Bien”. “¿Te quieren ellos?” “Si, yo sé que me quieren”. “¿Son afectuosos?” “No, no son afectuosos. No me acuerdo que mi papá me haya dado un abrazo, y que me haya dicho que me ama.
Nos ha dado todo. Sé que nos ama, y trabaja mucho por la familia. Pero ahora tengo una hermanita de 2 años, y a ella le dicen “te amo”, la abrazan y la besan. Mi hermanita, es muy buena, me abraza y me besa. Pero a mí no me nace abrazar ni a mi papá, ni a mi mamá, ni a mi hermanita”.
Le preguntó: “Pero, ¿sabes que te aman?” “Si”, dice la chica, “sé que me aman, pero no sé por qué, yo quisiera abrazarlos pero no puedo”.
Le contesta el pastor: “Tal vez tu papá no te abraza, porque nunca lo han abrazado a él. ¡No puede darte lo que no tiene!”
En ese momento se acordó, cuando su hija Cecilia estuvo en un programa de televisión y dijo: “Yo nunca tuve necesidad de que un hombre me abrace, ni de tener novio apresuradamente. Nunca tuve que estar buscando afecto, porque tuve un papá que me abrazó y fue cariñoso conmigo.”
Enseguida comparo los dos casos y se dio cuenta que el asunto radicaba allí. se acordó que el padre dijo: “Algo malo habré hecho.”
Así que hizo entrar a los padres, les dijo, que la hija estaba convencida de que ellos la aman, pero el problema es que no la han abrazado, no le han expresado su amor.
¡Qué importante es un padre y una madre para un hijo! Le dijo el pastor a los padres de ella: “Cuando una niña no tiene el cariño de su padre, busca que otros hombres le den afecto.
Lo que has hecho mal, es no haberle dado afecto y cariño a tu hija”. Al padre comenzaron a saltarle las lágrimas y le dijo:
“Tienes que pedir perdón a tu hija”. Entonces vino a la mente del pastor un pasaje en Malaquías que dice: “Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres…” (Malaquías 4:6) ¡Tus hijos son un regalo de Dios, son herencia de Jehová! Pero tus hijos se pierden, por falta de darle valor a lo que realmente vale.

El padre de esta chica, llorando, con los brazos extendidos, le pidió perdón a su hija. Y cuando aquel padre le dijo: “Hija perdóname”, la hija literalmente se tiró en los brazos de su padre, y ella llorando le dijo: “¡Perdóname papá!”
Tal vez pienses que es más importante ganarse una medalla de oro en las olimpíadas, que darle un abrazo a tu hija o a tu hijo.
Cómo hemos perdido los valores! Quizás le das un grito al niño para que te deje ver algún juego y le dices: “¡vete de acá!”
¿Son importantes tus hijos? No es solamente comprarle la ropa.
Es esa relación que tienes con tu hijo que hace que él se sienta valorado Y SIN NECESIDAD DE LO QUE REALMENTE LO ARA TRIUNFAR EN LA VIDA., o que tu esposa sea valorada.
Nosotros le ponemos precio a todo, y también a Dios.

Mateo 22
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38 Este es el primero y grande mandamiento.