RESPONSABILIDAD O IDEAL
A menudo confundimos lo que nos impulsa en la vida a luchar y a cambiar, con aquello que debemos hacer porque hemos adquirido un compromiso.
La pregunta es ¿Cuál es la diferencia entre los que alcanzan las promesas y los que luchan por alcanzarlas?
Lo que diferencia a aquellos que han conseguido grandes logros en sus vidas, es descubrir que existía un denominador común en ellos.
Y ese denominador es; la claridad que tenían entre responsabilidades e ideales.
¿Tú, por qué luchas realmente en la vida?
Por un ideal o por responsabilidad.
Pero el punto es que a veces las responsabilidades las tenemos como ideales y los ideales como responsabilidades
¿Tú, por qué luchas realmente en la vida?
Algunos dirán -Por mi mujer. O por tu trabajo
Pero esa es tu responsabilidad, desde que te casaste era tu obligación cuidar de ella.
¿Por tus hijos?, ¿Para qué los tuviste?. Desde el momento que decidiste tenerlos era tu obligación educarlos y darles lo mejor...
La responsabilidad es una carga, un ideal te hace disfrutar cada cosa que haces por ese ideal.
¿Cuál es la diferencia entre responsabilidad e ideal?
A raíz de esta pequeña confusión es que no comprendemos que para Dios no somos una responsabilidad, somos su sueño, somos la niña de sus ojos, lo más delicado, lo intocable.
¿Y sabe porque pensamos así?
Porque para nosotros Dios no es nuestro sueño, nuestra adoración, sino nuestra responsabilidad.
SALMOS 18
4 Me rodearon ligaduras de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron.
5 Ligaduras del Seol me rodearon, Me tendieron lazos de muerte.
6 En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
7 La tierra fue conmovida y tembló; Se conmovieron los cimientos de los montes, Y se estremecieron, porque se indignó él.
8 Humo subió de su nariz, Y de su boca fuego consumidor; Carbones fueron por él encendidos.
9 Inclinó los cielos, y descendió; Y había densas tinieblas debajo de sus pies.
10 Cabalgó sobre un querubín, y voló; Voló sobre las alas del viento.
11 Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya alrededor de sí; Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
12 Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron; Granizo y carbones ardientes.
13 Tronó en los cielos Jehová, Y el Altísimo dio su voz; Granizo y carbones de fuego.
14 Envió sus saetas, y los dispersó; Lanzó relámpagos, y los destruyó.
15 Entonces aparecieron los abismos de las aguas, Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo, A tu reprensión, oh Jehová, Por el soplo del aliento de tu nariz.
16 Envió desde lo alto; me tomó, Me sacó de las muchas aguas.
17 Me libró de mi poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo.
18 Me asaltaron en el día de mi quebranto, Mas Jehová fue mi apoyo.
19 Me sacó a lugar espacioso; Me libró, porque se agradó de mí.
20 Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.
21 Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios.
22 Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, Y no me he apartado de sus estatutos.
23 Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad,
24 Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.
25 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro.
26 Limpio te mostrarás para con el limpio, Y severo serás para con el perverso.
Para Dios somos sus hijos pero:
Si le pudiéramos Preguntar a Dios sobre cuál es su mayor éxito y cuál había sido su mayor fracaso con la humanidad, creo que el contestaría:
- Mi mayor éxito es conseguir un pueblo entregado a un ideal de reino, de santidad y de perfección, y mi fracaso más grande es ver a tantos de mi pueblo que no entienden la formación que están recibiendo.
Aunque nos gloriamos de creer que tenemos la mejor educación cristiana y más si somos “responsables” con lo que se nos ha enseñado.
Por eso nuestro problema no está en no conocer nuestra fe, sino en no ser fuego encendido con ella.
Si nos ponemos a hacernos un examen a nosotros mismos, nos decimos:
- sabemos que hay que creer; pero dudamos de Dios cuando sufrimos, o pasamos por un desierto.
- sabemos que hay que amar; pero nos dejamos devorar por el odio cuando nos engañan;
- sabemos que debemos ser honestos con Dios en nuestras ofrendas y nuestros diezmos; pero no damos porque necesitamos siempre todo el dinero para gastarlo en lo que nosotros necesitamos; no entendemos que cuando vamos a un centro comercial; lo que sucede con “nuestro dinero” es que lo gastamos y todo se acaba, pero cuando tu das en la obra de Dios, el dinero no lo gastas lo multiplicas. Pero solo sucede cuando lo haces como ideal y no como responsabilidad.
También sabemos que debemos orar; pero ocupamos sólo un poquito más de tiempo que el empleado por un ateo para hablar con Dios.
- sabemos que el trabajo es una ley de la vida, una obligación ante el sueldo que se nos paga; pero, por nuestra insensatez, robamos con guante blanco el tiempo para Dios, para nuestra familia, para prepararnos para poder recibir mas pero solo robamos; porque lo que tenemos no nos alcanza.
- sabemos..., sabemos muchas cosas, que, de ponerlas por obra, y como un gran ideal, hablaríamos como David lo describe en el salmo 18.
¿Y porque hablaríamos así?
Porque sería una pasión y no una responsabilidad ser imagen y semejanza de Dios en esta tierra.
Y el enemigo no se burlaría más de nosotros sino que huiría espantado solo a la primera palabra, porque nuestra palabra seria fuego.
Salmos 18
7 La tierra fue conmovida y tembló; Se conmovieron los cimientos de los montes, Y se estremecieron, porque se indignó él.
8 Humo subió de su nariz, Y de su boca fuego consumidor; Carbones fueron por él encendidos.
¿Dónde está entonces el problema?...
La cuestión se reduce a que nos falta sentido de idealismo.
Al habernos formado bien y todos nosotros nos gloriamos de tener buena formación, tenemos conciencia de que debemos responder de nuestras acciones.
Eso solo significa una expresión tan repetida: solo sentido de responsabilidad no de pación. O sea, convencimiento de que debemos de responder ante otros de todo lo que hacemos, ante la policía, ante nuestra conciencia, ante Dios. En definitiva, solo responsabilidad, pero no pación, ideal sueño.
Es hora de que te vuelvas a Dios, y no que seas responsable.
La responsabilidad es solo el nivel más precario de obediencia. Y por eso es que no tenemos poder, unción, fuego. Porque con responsabilidad Dios no nos entrega nada
El médico y el emperador
El Emperador era muy riguroso. Un día muere su médico personal y nombra como sustituto a un joven oficial, para aquel puesto tan codiciado y que se suponía una gran responsabilidad y gran ascenso en el ejército.
El emperador un día cita el nuevo médico a las diez de la mañana, y a pesar de que el emperador no tolera una dilación, el joven doctor llega más de una hora tarde.
Furioso el monarca, le grita:
- ¡Le he citado a las diez! Puede irse, pues ya no tengo tiempo para usted.
El joven militar ve que ha perdido el ascenso. Pero no ha perdido su dignidad personal ni tampoco su ideal del porque se hizo medico conociendo su verdadera responsabilidad.
Y le dice: Majestad. No he podido venir antes. He tenido que practicar una operación de la que dependía la vida de un hombre.
- ¿Quién era ese hombre?
- Majestad. Era un sencillo soldado del regimiento. Yo no lo podía abandonar.
El Emperador se calma. Y se da cuenta de que ha escogido al mejor médico, y se dice a sí mismo:
¿Cómo? ¿Es posible que este joven médico me deje a mí, el Emperador, por un simple soldado, sabiendo que de este modo se jugaba su porvenir? Este médico vale de veras... Y le tiende a mano:
- el emperador le dice: Usted se queda para siempre conmigo...
Un hecho como éste no lo hace sino un hombre, no que estudio medicina, sino que su vida es ser médico para otros así pierda el todo por causa de ese sueño.
Lucas 15
4 Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso;
6 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.
7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
8 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?
9 Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido.
Marcos 10
29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio,
30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.
Porque el diario vivir del cristiano debe gozar de una perfección tal, que en todo momento, sea digno de aquel maestro de Nazaret.
Mateo 8
22 Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.
23 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron.
Y cuando le sigas con pasión y no por responsabilidad; Dios te dirá.
Isaías 55
5 He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tú Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.
6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.
Buscar este blog
ANUNCIO
DEBIDO A PROBLEMAS EN EL SERVIDOR DE DIVSHARE. LA MAYORÍA DE
LOS AUDIOS ANTERIORMENTE SUBIDOS SE HAN
PERDIDO.
A PARTIR DE ESTE MOMENTO ESTAREMOS EN UN NUEVO SERVIDOR
ACTUALIZANDO TODO EN LA PÁGINA
DISCÚLPENOS POR LA DEMORA EN LA SUBIDA DE NUEVOS TEMAS.
ATTE: ICLV
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario