LOS PIES SOBRE LA TIERRA

LOS PIES SOBRE LA TIERRA




Una cosa es escuchar, otra es decir y una muy diferente es hacer, pero la más importante es terminar

Con frecuencia me sorprendo de muchos sermones que más parecen sacados de Hollywood, promocionando, algún tipo de producto mágico, que nos transportan al mundo ilimitado de la fantasía, donde solo es esperar a que el producto llegue a la puerta de la casa.

Nos muestran un evangelio, igual que una propaganda de lotería, y aparte en oferta.

Nunca se nos habla de responsabilidad, sino de un Dios que todo lo puede, mientras yo espero que el pedido llegue a la puerta.

Todo esto parece como, un hombre que comparte su secreto con todos de cómo ser millonario sin salir de casa.

Era pobre hasta que adquirió el manual, en el que se encuentran todas las formulas para ser ganadores fácilmente.

Todo esto se conoce como sicología de condicionamiento.
Donde se programa al individuo, para que crea que todo será de la noche a la mañana.

No hay que estudiar ni hacer grandes esfuerzos, como por ejemplo la publicidad que sacan para que tengas un cuerpo perfecto; eso sí. Si compras el producto que ellos venden únicamente.

Pero la realidad es otra.
Y Dios no la oculta en su palabra.

Noé tuvo que trabajar muy duro por cien años, para construir un arca.
Dios le dio los planos; no el arca.

Dios les dio, la promesa de una tierra nueva a Israel, pero tuvieron que andar días y días enteros para llegar allá.

Dios le entrego a Gedeón los madianitas pero, le toco pararse e ir pelear igual que a Josué y Caleb.
Dios le dijo a David que sería rey, pero tuvo que ser entrenado por muchos años para ese cargo.

La lista sería interminable. Pero ahora, no solo el mundo, sino predicadores nos condiciona a pensar, que con solo hacer una llamada ya con eso nos llega todo a la puerta de la casa; y usan igual que las propagandas; testimonios diciendo yo lo hice y a mí me funcionó.

Los muestran con grandes “riquezas” y milagros que muchas veces parecen como los efectos del cine. Muestran a alguien gordo y en segundos aparece una figura atlética. Es un desordenado en la comida, pero aun asi lo que ellos le vendieron “funciona”.

¿Pero si esto fuera así?
¿Por qué no funciona en todos igual?

Sencillo, porque la realidad es que a ninguno le funciona,

Mateo 7
15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?

Proverbios11
18 El impío hace obra falsa; Mas el que siembra justicia tendrá galardón firme.
19 Como la justicia conduce a la vida, Así el que sigue el mal lo hace para su muerte.
20 Abominación son a Jehová los perversos de corazón; Mas los perfectos de camino le son agradables.
21 Tarde o temprano, el malo será castigado; Mas la descendencia de los justos será librada.
22 Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo Es la mujer hermosa y apartada de razón.
23 El deseo de los justos es solamente el bien; Mas la esperanza de los impíos es el enojo.
24 Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.
25 El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.
26 Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá; Pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende.

Nos presentan unas características inigualables, que crean la necesidad, y además, ofrecen resultados instantáneos.

Te dicen pacte, y aparecen dos o tres con el milagro de la casa.

Pero no dicen que uno de ellos llevaba ahorrando juiciosamente en el banco, y como el banco vio su comportamiento financiero, le aprobó el crédito que había solicitado.

El otro es una persona muy correcta en sus negocios y aparte de eso no es de los que se quedan hasta las 11 de la mañana pensando que va a hacer para salir a adelante, sino que es esforzado, no como lo fue Jacob. Que fue: oportunista, ventajoso, egoísta, carente de toda sensibilidad humana y miserable.

Y el otro entendía los principios del salmo 37

4 Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.
6 Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.
7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades.
8 Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
9 Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.

Que son los principios de saber escuchar, saber hablar, luego actuar, y saber terminar.

Quien mejor describe éste proceso es Noé.

Y el más importante de todos que a Dios le plació darle a ÉL, solamente a ÉL, pero fue para el cumplimiento, de los planes y propósitos de Dios.

El líder se gana los beneficios, no los sustrae
Imagine un grupo de personas distribuyen formatos para el desarrollo de grandes ministerios, empresas, y, en el momento de procesarlos, encuentra que los futuros ministros y empresarios aspiran tener “Una congregación enorme y una empresa con solidez económica”.
Entonces entran a tener una formación teológica y una preparación de liderazgo, y luego se encuentran con la gran necesidad de emprender la anhelada empresa o ministerio pero, como muchos se encuentran que después de salir de tan grandiosa preparación, tienen que partir de cero, es decir, sin nadie que quiera o esté interesado en su ministerio, o sin recursos económicos, para por lo menos un alquiler de una bodega vacía, para empezar la mega empresa que le dijeron que iba a tener.

¡Qué gran desilusión! Seguramente jamás lo imaginó el recién salido de la gran mega conferencia.

La mayoría Esperaba que, igual que las propagandas; que solo con hacerle una llamada a Dios, el al instante enviaría su pedido a la puerta de la casa.
O que concluido el ciclo enseñanza, pondrían todo de inmediato, para comenzar a dirigir una empresa ya establecida o que se formara tan solo en cuestión de Días.

Olvidó que es necesario ganarse los beneficios y no esperar que todo caiga del cielo, como el maná.

Para que Abraham, Noé, Caleb, Josué, David, y muchos mas tuvieran los beneficios, les toco no solo estar preparados, sino demostrar con hechos hasta el final que eran merecedores de todos los beneficios.

La mayoría de personas esperan llegar a la cima, pero no subiendo el sendero, sino utilizando un teleférico.

¿La razón?

TOMAR EL EVANGELIO COMO UN BILLETE DE LOTERÍA.
Y todo por causa sermones basados en el manejo de las emociones, la codicia, y la pereza.

¿Se imagina, la crisis que se desencadena cuando las cosas que escuchaste no se alinean en nada a la realidad?

Un líder cuida de sus acciones

Gálatas 6
7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.

2 corintios 9
6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

Sin embargo, con frecuencia la mayoría de personas caen en el emocionalismo, que les lleva a reaccionar más con el corazón que con la razón. Y no entienden que si Dios les da una promesa; solo les entregara los planos, o les dará una dirección; pero cada uno es el que tiene la responsabilidad de llevar a cabo el propósito que Dios le ha dado.

¿Has tomado tiempo para revisar tus actuaciones?

Es importante que lo hagas.

Lucas 24
49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

Recuerde que en el futuro cosechará lo que siembra hoy, y hoy está cosechando lo que sembró ayer.




“BIENVENIDOS A LA ESCUELA DE DIOS”.