LA FUERZA PARA VENCER

LA FUERZA PARA VENCER



La quietud del espíritu la paz del señor; son los principios para encontrar la verdadera fuerza, para vencer cualquier obstáculo.

ISAÍAS 30
15 Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis,

¿Cómo obtienes la fuerza?
Cuando tú unas la verdad, con la misericordia.

Salmos 85
8 Escucharé lo que hablará Jehová Dios; Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, Para que no se vuelvan a la locura.
9 Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen, Para que habite la gloria en nuestra tierra.
10 La misericordia y la verdad se encontraron; La justicia y la paz se besaron.
11 La verdad brotará de la tierra, Y la justicia mirará desde los cielos.
12 Jehová dará también el bien, Y nuestra tierra dará su fruto.
13 La justicia irá delante de él, Y sus pasos nos pondrá por camino.

Entonces tienes que seguir los siguientes pasos para que la fuerza, de vencer este en ti:
• Tienes que escuchar la verdad de Dios, y esa verdad solo está en su palabra.
• Para escuchar la palabra, tienes que tener un corazón atento únicamente a la voz de Dios (tema CREE SOLAMENTE).
• Recibirás el cumplimiento de las promesas, cuando temas en tu corazón a Dios; y temer es entender que él es omnisciente, omnipotente, y omnipresente. O la palabra se volverá locura y vana para ti.
• Tienes que unir todo lo que Dios te entrega, y trabajar con ello en conjunto, en unidad, como dice la palabra; que todo en ti sea uno. La verdad y el amor, la justicia y la paz.
• La verdad es Cristo y esta broto de la tierra; entonces, cuando Cristo este en ti, la justicia de Dios se encontrará, no con tu verdad, sino con la verdad de Cristo en ti, y nuestra tierra dará fruto sin límite.

Salmos 85
11 La verdad brotará de la tierra, Y la justicia mirará desde los cielos.
12 Jehová dará también el bien, Y nuestra tierra dará su fruto.
13 La justicia irá delante de él, Y sus pasos nos pondrá por camino.

Por eso dice en:

Salmos 25
10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Mira la importancia que toman estas palabras que pronuncio Juan en:
2 Juan 1
2 a causa de la verdad que permanece en nosotros, y estará para siempre con nosotros:
3 Sea con vosotros gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor.

Luego de que la verdad en tu vida, se una a la misericordia de Dios, que en este caso es su gran amor, y sus bendiciones según:
Romanos 8
32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

Luego podrás vencer, y se cumplirá la palabra.


2 de Pedro 2
19 Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. PORQUE EL QUE ES VENCIDO POR ALGUNO ES HECHO ESCLAVO DEL QUE LO VENCIÓ.

¡¡¡ES ESCLAVO DEL QUE VENCIÓ¡¡¡

Y solo vence el más fuerte. Pero el más fuerte no siempre es el más grande. Pero si el que tiene la verdad y la misericordia.

PROVERBIOS 3
3 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón;
4 Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres.
5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.
6 Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
7 No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal;
8 Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.
9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos;
10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.

David fue llamado porque era vencedor EN CADA ÁREA DE SU VIDA, por eso Dios no busca a los menos calificados para entregarles el poder.

Dios busca siervos. Busca personas cuya prioridad, no es ocupar un cargo, sino servir. Personas que se despojan de sí mismas, para que Jesús pueda llenar cada rincón del corazón, y así se puedan unir a la misericordia y a la justicia de Dios.
Vasos limpios de orgullo, en los que el Espíritu de Dios puede actuar.

El líder con poder, pero sin espíritu humilde, exige respeto.
El que ha aprendido a vencer, administra con sabiduría lo que se le ha entregado, porque sabe que es el poder de Dios.