TENER UN CORAZÓN PURO

TENER UN CORAZÓN PURO




Salmos 24:3 ¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?
24:4 El limpio de manos y puro de corazón;
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño.
24:5 El recibirá bendición de Jehová,
Y justicia del Dios de salvación.
24:6 Tal es la generación de los que le buscan,
De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.
El problema más grande del ser humano está en el corazón, el hombre siempre tiende a hacer lo malo y vivir bajo sus propios designios sin tener en cuenta a Dios.
Génesis 6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Un corazón transformado y cambiado por el espíritu santo es el que agrada a Dios, un corazón nuevo es el único que puede agradar a Dios, un corazón contaminado no puede agradar a Dios.
Ezequiel 11:19 Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne,
11:20 para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.
11:21 Mas a aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus idolatrías y de sus abominaciones, yo traigo su camino sobre sus propias cabezas, dice Jehová el Señor.
Un corazón que vive en vanidades no puede agradar a Dios, pues no hay santidad en él.
Salmos 24:3 ¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?
24:4 El limpio de manos y puro de corazón;
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño.
El hombre que vive en vanidades anda más preocupado por lo terrenal que por lo espiritual.
Busca satisfacer sus necesidades materiales y emocionales en lugar de agradar a Dios.
Un corazón afanado por las vanidades de este mundo, siempre será un corazón avariento que no agrada a Dios.
Un corazón lleno de vanidad no puede disfrutar lo que tiene, no puede ser feliz.
Lucas 12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Luc 12:16 Y enseguida Jesús les puso este ejemplo:
«Las tierras de un hombre muy rico habían dado una gran cosecha.
Luc 12:17 Era tanto lo que se había recogido, que el rico no sabía dónde guardar los granos.
Luc 12:18 Pero después de pensarlo dijo: “Ya sé lo que haré. Destruiré mis viejos graneros, y mandaré a construir unos mucho más grandes. Allí guardaré lo que he cosechado y todo lo que tengo.
Luc 12:19 Después me diré: ¡Ya tienes suficiente para vivir muchos años! ¡Come, bebe, diviértete y disfruta de la vida lo más que puedas!”
Luc 12:20 »Pero Dios le dijo: “¡Qué tonto eres! Esta misma noche vas a morir, y otros disfrutarán de todo esto que has guardado.”

Luc 12:21 »Así les pasa a todos los que amontonan riquezas para sí mismos. Se creen muy ricos pero, en realidad, ante Dios son pobres.»
Si nuestra alma se obsesiona por vivir en vanidades, olvidándonos que nuestra vida debe agradar a Dios, nos volveremos personas que no disfrutaremos nada en esta tierra.
Si nuestro corazón está pegado a las vanidades, por más que tengamos siempre nos sentiremos vacíos, nada nos hará felices.
COMO LIBRARNOS DE LA VANIDAD
-No ser esclavos de las cosas que tenemos o que tanto deseamos
-Evitar que las cosas ocupen el primer lugar, que solo le corresponde a Dios.
-Buscar a Dios con todo nuestro corazón y con toda nuestra alma.
-En los momentos de necesidad, dificultad y angustia buscarlo con todo el corazón
Un corazón que se entrega por completo a Dios olvidándose de las vanidades de este mundo es un corazón que será bendecido.