LAS PROMESAS DE DIOS parte 2

LAS PROMESAS DE DIOS parte 2
Cuantos tipos de promesas existen



En si hay dos tipos de promesas que son promesa sinceras o verdaderas y promesas falsas.
De estas dos se derivan los siguientes tipos de promesas:

Promesas de dirección
Promesas de bendición y promesas de maldición
Promesas generosas y promesas escasas.
Promesas de salvación o ayuda
Y por último promesas de gobierno.

Eclesiastés 5
4 Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.
5 Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.

Una de las características de una promesa es que para que la promesa se active, tiene que tener de antemano lo que está prometiendo.

Lucas 24
49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
50 Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo.

Por eso nosotros no podemos prometer de lo que no tenemos
Si prometemos amar, es porque tenemos amor verdadero. De resto, es una promesa falsa
Y una promesa falsa solo está basada en ilusiones e ilusionismo o conveniencia propia.

Ya que como el que vive de ilusiones, lo único que ara será producir espejismos en los demás cuando promete algo, ya sea por engaño o conveniencia propia o por buenas intenciones pero que sabe que no tiene el poder para hacerlo. Como el político cuando quiere cambiar al mundo con solo retórica.
Uno de los peligros de la promesa falsa; es que nos hace esclavos de una ilusión
Ya que al igual que la palabra de Dios está llena de promesas y por esa promesas es que nosotros creemos a esa evangelio. Porque hay promesas de salvación, vida eterna, amor eterno; nosotros entregamos nuestra vida por causa del amor mostrado por Dios por medio de aquellas promesas.

2 pedro 2
19 Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció.
20 Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero.

Lamentablemente la mayoría se centra en la fe para alcanzar las promesas; pero no se fijan si esa promesa viene de alguien verdadero o no para depositar allí su fe.

Y aunque la promesa este en la palabra debemos fijarnos quien es el que la está usando.
Recordemos las promesas de protección como la que el enemigo le muestra al señor Jesús en el desierto.

Mateo 4
6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra.
7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.

¿Pero entonces porque sucede que el enemigo muchas veces puede engañarnos con promesas de Dios pero que están fuera del orden que Dios las dejo?

Ezequiel 11
21 Mas a aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus idolatrías y de sus abominaciones, yo traigo su camino sobre sus propias cabezas, dice Jehová el Señor.

Una de las características de una promesa falsa, no siempre es que no se cumpla, sino que algunas veces se cumple pero para desviarnos del propósito verdadero.

Esto nos lleva a otra pregunta.
¿Cómo distinguir una promesa verdadera de una falsa?

Malaquías 1
14 Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones.

1 juan 2
16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
18 Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.
19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.

Y lo peor con esto es que cuando nosotros vamos tras de promesas falsas toda nuestra generación aprende a seguir tras estas promesas que son según los deseos de la carne.

Por eso el Señor habla muy claro de que tu si sea si y tú no sea no. Ya que esto es el principio de promesas verdaderas.

Santiago 5
12 Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación.

Y de todas las promesas que puedas recibir solo hay una que vale la pena y esta sobre todas.

Juan 10
10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.