EL REGALO MÁS GRANDE parte 6

EL REGALO MÁS GRANDE parte 6
Participando del reino




Mateo 22
2 El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo;
3 y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.
4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas.
5 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;
6 y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron.
7 Al oirlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.
8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos.
9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis.
10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda.
12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.
13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.

Luego de que todos los que fueron llamados a las bodas llegaron, sucedieron dos cosas
En las bodas se estaba participando de una gran bendición. Pero el mismo que tenia disfrutando a unos, ese mismo había mandado sus ejércitos para destruir todo afuera.
Sin que quedara ciudad o gente.

¿Qué sucedería entonces con los que estaban en esa boda cuando salieran?
¿Qué encontrarían?
¿Por qué aquel rey destruiría no solamente a los hombres sino también las ciudades?

Todo esto es porque esa invitación iba más allá.

¿Quiénes entonces quedarían para habitar aquel lugar?

Todo esto se refleja claramente en la historia de Noé.

Génesis 7
8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
9 Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.
10 Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet.
11 Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.
12 Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
13 Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.
15 Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.
16 Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.
17 Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
18 Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo.
19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.
20 De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida.
21 Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos.
22 Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.

Noé acepta el llamado.
La tierra estaba corrompida cada quien buscaba su propio camino, su propio deleite.
Cada quien se había adueñado de lo que no le pertenecía y Dios destruyo todo.

Génesis 7
13 Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.

Pero donde me quiero enfocar es en lo que Dios le dijo a Noé. Que es lo mismo que le dijo a los convidados.

Dice Dios: tengo bendición hasta que sobreabunde, pero lo único que necesitan es aceptar la invitación que yo les hago.

Que fue exactamente lo que hicieron Noé y los que estaban en las calles.
Los que tenían hambre y sed de justicia.

Pero luego de que cada uno aceptó la invitación, se tenían que cumplir ciertos requisitos.

En uno era estar vestido de boda. En el otro construir un arca.

Y todo esto era para poder participar de las bendiciones de Dios.

Pero estos requisitos no son trabas para poder entrar en esa bendición, sino para que puedas administrar, almacenar y multiplicar lo que Dios te quiere entregar.

DIOS le manda a construir un arca de 300 codos de largo y de tres plantas o pisos. Pero fue a Noé quien le toco construir esa arca.

Pero esa arca tenía que soportar el peso de todo lo que iba a entrar.

El arca tendría casi 142 metros de largo por casi 24 metros y su altura alcanzaría casi 15 metros. Tendría 3 pisos y su desplazamiento sería de 43,000 toneladas aproximadamente

Por eso no se podía usar cualquier madera.

Eso es lo que Dios quiere para nosotros. Es que tengamos suficiente capacidad para poder recibir todo lo que fue preparado de antemano para cada uno de nosotros.

Pero será como con Noé.

Hasta que el arca no estuvo terminada, Noé no pudo entrar ningún animal.

Pero cuando comenzaron a llegar, de cada especie entraban por parejas.

Pero note que siempre eran parejas.
¿Por qué?
Porque la bendición por si sola se multiplicara para ti.

Mientras que para Noé la bendición se multiplicaba, para todos los demás llegaba la muerte, y la destrucción de sus ciudades.

Pero para que Noé pudiera disfrutar de asa sobreabundancia, y para completar para él y su familia, él tuvo que obedecer a Dios conforme él le había dicho.
Y todo porque Dios sabía lo que le iba a entregar.
¿Sabes lo que Dios tiene para ti?

Por eso si tú ves que Dios te exige mucho, es porque Dios te quiere bendecir mucho. Pero esto solo es para los que aceptaron su invitación.
Porque los que no aceptaron la invitación también trabajaban para obtener mucho, pero como dice la palabra; sin Dios nada podemos hacer. Por lo tanto todo lo perdieron.