EJERCITANDO LA FE EN EL LUGAR CORRECTO

EJERCITANDO LA FE EN EL LUGAR CORRECTO




1 Pedro 1
6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo


Romanos 5

1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

Ejercita la fe

Entre más fe menos temor

Pero esa fe solo crese cuando es ejercitada, cuando es probada.

Mas fe menos temor y cuando haya menos temor abra mas paz, y cuando hay mas paz habrá más gozo por lo tanto menos dolor

La fe tiene que ser hallada en gozo

Pero para eso tienes que alejarte del pecado.


No es la cantidad lo que da la medida, es la prueba la que mide la fe

Y es que mientras que la fe no sea probada, siempre esta se mesclara con la emoción.

Y la emoción es la que contamina la fe, y produce como fruto la duda.


La fe que es de Dios no puede ver cuando esta se pone en el alma; pero cuando esa fe esta en el espíritu, el espíritu le permite ver como es la realidad de las cosas, lo que el alma no puede hacer solo hasta cuando muera el cuerpo

El alma peca, y no ve que se expone al infierno o que acaba de perder bendiciones

Mientras que el espíritu al instante nos advierte el peligro que corremos,

Mateo 5
22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.

Hay que tener lo que Dios nos da en el espíritu para poder doblegar nuestra alma.

La fe mal ubicada es como un embarazo fuera de lugar, que aunque va creciendo, no podrá dar fruto al final.
Lo que sucede cuando la fe esta en el lugar incorrecto
Es como lo que Dios nos dice en:

Jeremías 29
11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Nota que el Señor dice que nos va a dar es lo que esperamos no lo que queremos, sino solo aquello que esperamos.
Eso es la fe de acuerdo a la ubicación.
Tienes tu fe en el corazón o en tu mente.

Cuando la fe esta en el alma o en la mente las personas quieren una cosa pero esperan otra.

Quieren ser sanos por fe pero esperan que un medicamento los sane.
Quieren tener una buena casa, pero esperan solo poder pagar el arriendo o alquiler.
Quieren un buen carro, pero esperan poder arreglar bien su bicicleta.
Quieren hacer una buena carrera en la universidad, pero esperan que alguien les de algún empleo por que la situación esta dura.
Quieren que su familia sea cambiada, pero esperan es los problemas que se levantaran

Por eso al final, sucede es lo que esperamos, no lo que queremos.

Porque la promesa es que El nos dará: EL BIEN QUE ESPERAMOS, ya que lo que esperamos es en lo que ejercitamos nuestra fe.

El problema es donde está la fe si en el corazón o en el alma.

Lo que esperamos es lo que desata en lo espiritual lo que es nuestro y nos lleva a alcanzar lo que esperamos, NO LO QUE QUEREMOS.


Cuando la fe esta en el espíritu se llama esperanza, pero cuando la fe esta en el alma se llama deseo.

Eso se convierte en un gran problema cuando nuestra esperanza no está de acuerdo a nuestro deseo, pues se desatará sobre nosotros la duda y no la esperanza.

Si queremos comenzar a ubicar la fe en el espíritu comienza por darle gracias a Dios por lo que esperas y no por lo que quieres: ¡SEÑOR, LO ESTOY ESPERANDO!

Y comienza a esperar como quien espera una encomienda que sabe con seguridad que llegará.


Y tu...
¿Qué VAS A ESPERAR A PARTIR DE HOY?
PORQUE EL TE DARÁ SOLO… LO QUE ESPERAS