PORTADORES DE BUENAS NOTICIAS

PORTADORES DE BUENAS NOTICIAS



Isaías 40
9 Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; dí a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro!
10 He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro.
11 Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.


Como dice la Escritura: «¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!»” Romanos 10:15 (DHH).

Hechos 8
4 Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.
5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.

Marcos 16
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.


Ser un creyente significa ser un portador de buenas noticias. Ser un Hijo de Dios Nacido de Nuevo significa ser embajador de Jesucristo en este mundo caído y agobiado por el pecado y la muerte.

¡Ser un Hijo de Dios Nacido de Nuevo significa ser hacedor de esas buenas noticias!
Si tú no te miras o sientes como un portador de buenas noticias, entonces, estás permitiendo que las circunstancias te roben tu identidad como Hijo del Reino.

Pues en lugar de escuchar y creer lo que te dice Dios en Su Palabra, estás escuchando y creyendo la voz del enemigo que te dice: no puedes, no sirves, no vales, es imposible, ¿cómo tú?, estás muy grave, nunca va a cambiar, etc., etc.

Permite que el Espíritu Santo viva a través de ti Sometiéndose a el
Por lo tanto, en cada área de la vida cristiana somos incapaces en nuestra propia habilidad natural de hacer lo que Dios requiere. Nuestras inclinaciones naturales son de vivir de acuerdo a la carne, y tratar de hacer las cosas a nuestra manera. Este camino sólo lleva a la debilidad y muerte.

La solución de Dios es el Espíritu Santo. Dios nos lleva a lo imposible, y entonces nos dice, “Ahora, deja que el Espíritu Santo lo haga”. A medida que nos rindamos y sometamos a Él, Él lo hará.

Juan 10
10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.

El Poder y el Amor de Dios para contigo no se encuentran limitados ni por las circunstancias, ni por tus emociones y sentimientos.
Si Dios dice que en el nombre de Jesús echarás fuera demonios; hablarás nuevas lenguas; tomarás en las manos serpientes; beberás cosa mortífera sin sufrir daño; y que pondrás las manos sobre los enfermos y estos sanarán, entonces, inevitablemente, todo eso sucederá.
Isaías 55
10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.

Quizá ahora puedas comprender porque Jesús le dijo a ese padre de familia tan necesitado de un milagro, lo mismo que te está diciendo hoy a ti:

Marcos 9
23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.

¡Buenas Noticias! No eres la misma persona fracasada, frustrada y pecadora que solías ser. Eres un(a) auténtico(a) y legítimo(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo; eres nueva creación, un(a) embajador(a) del Reino y estás sobre la tierra para vencer sobre toda adversidad pues TIENES DENTRO DE TI esa vida llena de la Plenitud de Dios que Él ya destino en Su Palabra para ti.

El amor de Dios supera nuestro entendimiento, existen personas que no entienden por qué Dios ama tanto al que comete errores. Así como los enfermos necesitan medicina así el mundo necesita a Jesucristo, por eso es importante hablar de Jesús. "Se un portador de buenas noticias"

Ser portador de buenas noticias tiene como requisito ser feliz y la felicidad consiste en aprender a descubrir quién es uno mismo y, por ello, también aprende a convivir con los demás, ya que si uno no está en sintonía con uno mismo resulta difícil que aprenda a relacionarse con los demás.

La felicidad por lo tanto es la capacidad de estar en contacto con la propia interioridad, de tal manera que los pensamientos, las emociones, las palabras y los hechos no se encuentran en contradicción.

la felicidad no está en vivir sino en saber vivir

Esto significa que la felicidad básicamente no se busca sino más bien se encuentra, porque es el resultado de un proceso interior;

La felicidad es la expresión de algo profundamente interior; es, en términos de causa - efecto, el efecto que a su vez llega a ser causa.
Por ello, es “como una mariposa: cuanto más la persigues, más huye; pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro.

Algunos cristianos consideran que la alegría hay que buscarla en una vida futura; aún más, que no tienen derecho a pasarlo bien en esta vida.
Esta vida terrena está para sufrir; la felicidad está reservada para la vida futura.

Sin embargo, esta actitud no coincide con el mismo Evangelio, ya que el amor constituye su centro y el amor genera felicidad. ¿Qué puede generar más felicidad que el saberse amado incondicionalmente por Dios?


Hebreos 11
33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,
34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
35 Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.
36 Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.
37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;
38 de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;
40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.

Aún más, si se habla de una buena noticia, entonces, ¿no resulta ser una fuente de alegría si de verdad una noticia es considerada como buena?

Por consiguiente, el Evangelio de la felicidad se ofrece como realidad presente y como esperanza futura, como actualidad y promesa.

La negatividad del “todavía no”, no descarta la positividad del “ahora ya”.

En el encuentro con la Persona de Jesús el Cristo no se da un ahora infeliz y un futuro feliz, sino que en Jesús el presente se sitúa a la luz del futuro.

Jesús no anuncia algo que está lejano en el cielo sino algo que Dios ya empezó a obrar aquí en la tierra.
De esa manera, la felicidad y la salvación son momentos de una misma dinámica que tiene su fundamento en Dios, Creador y Salvador.

En el camino de la fe, la felicidad es la expresión de una esperanza anticipada, que se proyecta sobre el presente y que se cree para un futuro prometido.

Romanos 4
18 El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.
19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años ), o la esterilidad de la matriz de Sara.
20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido;
22 por lo cual también su fe le fue contada por justicia.

Este tipo de felicidad según la esperanza no elude la realidad sino le da otro sentido, ya que está fundada en el señor Jesús.

Por ello, se nos llama a mantener “firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la Promesa

2 Timoteo 1
1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús,

El mundo actual se ha acostumbrado a estar pendiente solo de noticias desoladoras. No sólo por las cosas que ocurren, sino porque cada uno de nosotros se volvió un portador de malas noticias.
Lo cual nos ha llevado a desconfiar, a imaginarnos siempre lo peor. A saborear morbosamente los errores y las tragedias ajenas.

Pero Cristo vino a traernos Buenas Noticias de un Dios que ama a sus hijos. A nosotros nos toca difundirlas en todos los ambientes y situaciones. Al esposo o a la esposa que ya no saben luchar más, al limitado físico, al anciano que empieza a sentirse inútil para todos, al obrero que no es calificado, al que flaquea, al hijo que se equivoca procurando estrenar la libertad, hemos de llevar la buena noticia de Jesús, con frases de amor y de esperanza.

Los judíos por eso hasta el día de hoy no han entendido el principio con el cual Dios ha venido y por eso ellos esperaban que Dios viniera como un terrible juez, pero el señor Jesús revela a Dios como un padre rebosante de amor.

Él estaba proclamando el reino de Dios, con el fin de despertar la esperanza el amor y llamar a la gente a cambiar su forma de pensar y de actuar.
"Sean misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso."

Lucas 6
36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.