EL AMOR CUBRE LOS DEFECTOS

EL AMOR CUBRE LOS DEFECTOS




1Co 13:4 El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable.

El que ama no es envidioso, ni se cree más que nadie.

No es orgulloso.

1Co 13:5 No es grosero ni egoísta.

No se enoja por cualquier cosa.

No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho.
1Co 13:6 No aplaude a los malvados, sino a los que hablan con la verdad.

1Co 13:7 El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo.
DEFECTO: Imperfección en algo o en alguien, carencia de alguna cualidad.
Toda persona tiene defectos, cuando amamos no vemos los defectos, aceptamos la persona como es, sin criticar, pero cuando falta el amor lo primero que sale a relucir es el defecto que la persona tiene.
Es mejor ver lo bueno y positivo de una persona, que estar viendo sus defectos y lo negativo porque esto solo traerá conflictos a nuestra vida, fracasos y desacuerdos.
EL señor Jesús nos dice que el amor cubre toda falta
Proverbios 10:12 El odio despierta rencillas;
Pero el amor cubrirá todas las faltas.
1 a corintios 13:7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
La persona que se cree justa o perfecta, le gusta señalar y criticar las faltas de los demás, al fariseo le encantaba hablar de las cosas buenas que hacía, pero no se daba cuenta que no podemos impresionar a Dios con nuestras obras de justicia.
Lucas 18:11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
18:12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
La persona que solo ve los defectos de los demás, siempre se justifica a sí misma, pero no tiene misericordia de los demás, de sus errores, de sus fracasos.
Cuando nos dedicamos a ver solo los errores de los demás es porque en nosotros existe orgullo, nos creemos autosuficientes así como el fariseo, se creía que era tan bueno en todo lo que hacía, que no tenía errores, que no tenía necesidad de pedirle nada a Dios, lo único que él estaba esperando era que Dios lo justificara y le dijera eres perfecto, mientras que el publicano era un hombre que cometía muchos errores, solo le decía señor ten compasión de mí que soy un pecador.
18:13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
18:14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
El publicano se humillo, no juzgo ni condeno, no le dijo a Dios que él era mejor que otros; en lugar de mirar la paja en el ojo ajeno, su visión estaba nublada con la viga de sus propio ojo.
Mat 7:3 »¿Por qué te fijas en lo malo que hacen otros, y no te das cuenta de las muchas cosas malas que haces tú? Es como si te fijaras que en el ojo del otro hay una basurita, y no te dieras cuenta de que en tu ojo hay una rama.
Mat 7:4 ¿Cómo te atreves a decirle a otro: “Déjame sacarte la basurita que tienes en el ojo”, si en tu ojo tienes una rama?
Mat 7:5 ¡Hipócrita! Primero saca la rama que tienes en tu ojo, y así podrás ver bien para sacar la basurita que está en el ojo del otro.
Él sabía que tenía muchos errores, y que solo podía mirar a cristo para que tuviera compasión y lo ayudara.