EL CORAZÓN DEL HOMBRE parte 1

EL CORAZÓN DEL HOMBRE parte 1




Jeremías 17
9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.


El Corazón es un símbolo que habla del hombre interior

El hombre actual se caracteriza por su constante carrera ente los afanes de este mundo. Y se ve identificado con los valores del mercado, ya que el hombre se ha transformado a sí mismo en un bien de consumo y en un consumista, y siente su vida como un capital que debe ser invertido constantemente.

El hombre es un consumidor, y el mundo y todo lo que lo rodea no es más que un objeto para calmar su apetito

Para el hombre natural el valor humano, radica en lo material, en el precio que pueda obtener por sus servicios y no en lo espiritual.

La autoestima hoy en día en el hombre depende mayormente de factores externos, los cuales son el de sentirse triunfador con respecto al juicio de los demás.
De ahí que vive pendiente de la aprobación de los otros, y su seguridad reside no en la autoestima propia sino en el concepto que tengan de él. Y todo por cuanto su corazón está abierto a cualquiera.

El consumismo para funcionar bien necesita una clase de hombres que cooperen dócilmente y que quieren consumir más y más, cuyos gustos puedan ser fácilmente influidos y anticipados.

El enemigo necesita hombres que se sientan libres o independientes, que no estén sometidos a ninguna autoridad o principio o conciencia moral y que no obstante estén dispuestos a ser manejados como marionetas por un pedazo de pan.

Los hombres actuales son guiados sin fuerza, conducidos sin líderes, impulsados sin ninguna meta, salvo la de continuar en movimiento, de tener más y más.

El hombre, debe trabajar duro para satisfacer sus deseos.
El peligro que está en el futuro del hombre es que éstos se conviertan en simples esclavos de las tinieblas, y llenos de sabiduría animal.

El corazón del hombre tiene como centro dos síndromes, el de crecimiento (amor a la vida, a la independencia y la superación del narcisismo) y el de decadencia muerte guerra y autodestrucción.

El poder del corazón del hombre.
El hombre ordinario con poder extraordinario es el principal peligro

Hitler por si solo exterminó a millones de judíos.
Stalin por si solo exterminó a millones de enemigos políticos.
Pero Esos hombres no estaban solos, contaban con miles de hombres que mataban para ellos y lo hacían no solo voluntariamente, sino con placer.

2 pedro 2
14 Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición.
15 Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad,
16 y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta.
17 Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre.
18 Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error.
19 Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció.
20 Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero.
21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.
22 Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.

El hombre ordinario con poder extraordinario es un peligro total para sí mismo y para la humanidad.

Lo que se conoce como el Síndrome de decadencia.

Esto lleva al hombre a vivir bajo dos sistemas destructivos; el sistema político totalitario y las religiones.

El político es el manejado por una sociedad supuestamente libre y con derechos de libertad a alcanzar las más grandes fantasías de riqueza y fama.
El otro es el de las religiones, que solo educan al individuo a una obediencia ciega, y sin entendimiento de gobierno,

Estas dos ponen las normas por las cuales cualquier individuo no puede estar por encima de cualquiera de los dos sistemas. Así el hombre queda reducido a un mero esclavo sin derecho a entender que fue diseñado para gobernar y sojuzgar. Por lo tanto se convertirá en un esclavo de cualquiera de los dos, sin entender que es hijo y como hijo tiene derecho al reino.

Esta mentalidad impuesta en el corazón y adquirida desde la infancia, es la base que ha hecho que muchos hombres sigan ciegamente a dictadores. Tanto políticos como religiosos.