EL BUEN PASTOR ES UNO CON EL PADRE

EL BUEN PASTOR ES UNO CON EL PADRE
Parte cuatro






Juan 10
11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,

Juan 17
6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.

La función de un pastor no es que el nombre de él o de su congregación sean conocidos sino el nombre del padre.
Cada persona que está en una congregación es del padre no del pastor.
Cuando estas reglas se cumplen, es cuando se puede guardar la palabra; porque no se les implanto el nombre, la teología o el pensamiento del pastor sino el de Dios.

Juan 17
7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti;
8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.

9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son,

El pastor debe entender que los que Dios le entrego son los que debe cuidar no los del mundo.
Porque las ovejas son las que oyen su voz.
Estas ovejas tienen la capacidad de escuchar a Dios pero tristemente muchos están como el sacerdote Eli; que aunque tenía un ungido de Dios que era Samuel, no lo educo para que escuchara la voz de Dios sino la de él.

1 Samuel 3
1 El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.
2 Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver,
3 Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada,
4 Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí.
5 Y corriendo luego a Elí, dijo: Heme aquí; ¿para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve y acuéstate. Y él se volvió y se acostó.
6 Y Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. Y levantándose Samuel, vino a Elí y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Y él dijo: Hijo mío, yo no he llamado; vuelve y acuéstate.
7 Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada.
8 Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel. Y él se levantó y vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven.
9 Y dijo Elí a Samuel: Vé y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jebová, porque tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar.
10 Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.
11 Y Jehová dijo a Samuel: He aquí haré yo una cosa en Israel, que a quien la oyere, le retiñirán ambos oídos.
12 Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin.
13 Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado.
14 Por tanto, yo he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.
15 Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí.
Una de las características de cuando el que ministra no es uno con el padre, es que no podrá tomar de lo que el padre tiene para sus hijos, por lo tanto el pueblo no será libre, porque solo por la palabra de Cristo es que somos libres.

Juan 14:10
10 No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

Juan 17
10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.
11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.

El buen pastor no puede ser amigo del mundo, para poder traer a los que están en el mundo, pero que le pertenecen a Dios, y que aun no le han conocido.

Juan 17
14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

Un verdadero hijo de Dios, un verdadero pastor que refleja la imagen de Cristo, que es uno con el hijo, constantemente esta fluyendo en Su Palabra, fluye en su amor, en su sabiduría, en gozo, en obras, en dones, en el fruto del Espíritu, con tal naturalidad que pareciere que un ser superior habitase en él, y es verdad.

Juan 14
10 No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
Tenemos que aprender a ser verdaderos en todo, y a ser uno en todo con ÉL.
Cuando tú seas uno con él, nada te será imposible, pero tampoco harás nada que el Padre no te diga o te muestre que hagas.
Juan 17
16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,
21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

El señor Jesús fluía en el Padre, esto es hablaba como Él y Hacía como ÉL; ordenaba.
Porque sabía que el Padre moraba en él (vivía en él) y era uno con Él.

El señor Jesús quería inculcar en sus discípulos la verdadera unidad que hay entre El Padre y El hijo, y si creían en él de esta manera ellos hablarían y harían lo que ven hacer al padre a través del hijo, cosas iguales o mayores, también harán los que sean uno con él.

Juan 17
22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.


1 reyes 18: 21
21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.

Solo hasta cuando seamos uno con el padre, es que dejaremos de claudicar en dos pensamientos.

Porque lo que mora en nosotros es lo que actúa, no lo que pensamos o deseamos.
Números 23
19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?

Salmos 89
34 No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.
35 Una vez he jurado por mi santidad, Y no mentiré a David.

2 corintios 1
20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.


1 de Pedro 1
17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;

La tradición en un pastor aborta la palabra de Dios.
¿Qué es la tradición? Es algo que se sabe hacer. Pero que no satisface a nadie.

Colosenses 2:8
8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.

Juan 7
38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.