PORTADOR DE DIOS

PORTADOR DE DIOS



La vida del cristiano se resume en dos palabras:
Llevar dentro a Dios y comunicarlo a los demás.

Juan 14
23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.

al final de tu vida te llamaras a ti mismo: el portador de Dios:
El que lo lleva dentro...
El que lo muestra a todos como su más grande tesoro
El que lo da porque lo tiene a él; como el mercader que lo vende todo para comprar la hermosa perla

Decimos ante todo que el cristiano es un Portador de Dios. No hay cristiano que no pueda y que no deba llamarse de la misma manera.

Porque el Dios del universo se nos dio de tal modo que es como el sol que llena de esplendores el cielo de nuestra alma, de calor nuestro corazón, de vida todo nuestro ser.

El cristiano está de tal modo metido en Dios, que Dios es el único que se ve a través de ti.

Gálatas 2
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Porque el día nuestra muerte veremos la indescriptible gloria de Dios: quedaremos anonadados al ver que esa maravilla de la Gloria la llevábamos toda entera dentro de nosotros sin darnos cuenta.
Juan 17
22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

La veremos y la gozaremos, porque podremos verla en plenitud, porque se manifestará en nosotros en su plenitud

Pero no tendremos nada más de lo que ya tenemos ahora. Pero que muchos no se han dado cuenta

- No veo con claridad qué es lo que poseeré después de mi muerte que no posea ya ahora. Veré a Dios, es verdad; pero, en cuanto a estar con Él, ya lo estoy enteramente acá en la tierra.

Pero, si llevamos dentro a Dios como un sol, ese sol ha de brillar, ha de iluminar todo a nuestro alrededor, ha de manifestarse a los demás.

Lo cual exige, ciertamente, que cada uno de nosotros sea un portador de la gloria de Dios.

Esto parece solo una poesía, pero es la gran realidad que debe haber en ti y en cada uno de los que dicen ser cristianos.

Mateo 5
14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Igual que lo repetía Pablo:
(Filipenses 2,

15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;


Un joven universitario, humilde y a la vez orgullosamente íntegro en su conducta, tapó la boca a los compañeros que le invitaban a un salón muy conocido entre ellos. Por la fama que el salón tenia de oscuridad, era el más apropiado para divertirse sin freno. Y le insisten:
- Bien, ¿te vienes con nosotros, sí o no?
El joven les da la respuesta más acertada:
- Lamento no poder acompañarles. El local es muy oscuro; me temo que metería allí demasiada luz y se vería todo...

Este joven decía así, con valentía y con gracia, que el testimonio de su vida era la luz que como cristiano difundía por doquier...

El cristiano es el escaparate de un gran comercio. Quien contempla sus vitrinas, se encuentra con las representaciones más perfectas que exhiben a Dios ante todo el mundo.

Pero Dios no solo llego a tu corazón para que lo goces solo en la intimidad de tu vida.
Porque debes ser un Dador de la gloria de Dios, tienes que llevarlo a todos para que se encuentren con él.
Asi como:
La madre lo da todo a su hijo.
El marido a la esposa.
El profesional a quien llega a la oficina.
Y el jefe a todos los de la empresa...

Porque todos con una palabra, con un gesto, con una sonrisa, con un consejo, y con el ejemplo siempre, podemos decir como Pedro al paralítico:

Hechos 3
6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos;
8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
9 Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.

Si somos dadores de Dios, a lo mejor nosotros tampoco podremos ofrecer mucho dinero a nadie, porque por más que demos nunca será suficiente, pero lo que es de Dios siempre colmara toda necesidad.

Que se diga de ti:
Portador, mostrador y dador de Dios...