VOLVIENDO A LA SENDA ANTIGUA

VOLVIENDO A LA SENDA ANTIGUA




La ignorancia sobre Dios, y sobre todo, de cuáles son sus caminos, como el de la verdadera intimidad con él. Es la raíz de buena parte de la debilidad del hombre en la actualidad.
Dos tendencias desafortunadas parecen haber producido este estado de cosas.

La primera es la de que la mentalidad del cristiano se ha conformado al espíritu de este siglo. (Grecia= conocimiento)

La segunda tendencia es la de que la mente cristiana ha sido perturbada por el escepticismo moderno, o humanismo y naturalismo.

Basándose solo en la teología del conocimiento, o en otros términos; en el solo estudio de cantidades de libros que se publican y se leen para superación personal.

Pero se perdió la tarea básica, de mantener el Espíritu en cada uno de nosotros; remplazando el poder de Dios por el conocimiento de la letra.

Jeremías 6
16 Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.

Por eso si queremos conocer a Dios; no lo estudies como se estudia al hombre natural; conócelo como realmente es él.
En la contemplación de la Divinidad de Dios, aunque es un tema tan vasto, y tan inmenso que nuestra mente se pierde en su grandeza;

Efesios 3
17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,

¿Cuál es el camino entonces para andar por la senda antigua?
(la senda antigua no es la que tu tenias antes, sino la que siempre ha existido desde antes de las siglos. Porque a veces confundimos el pasado con el antiguo u original)

Es la santidad, que consiste en responder a una revelación de Dios con:
Seguridad y obediencia.
Fe y adoración
Oración y alabanza
Sujeción y servicio.

La vida debe verse y vivirse a la luz de la Palabra de Dios, y con el cuidado de que no se vuelva un conocimiento exclusivamente teológico, ya que esto hará de nosotros unos orgullosos y engreídos.

La misma grandeza del tema nos intoxicará, y estaremos propensos a sentirnos superiores a los demás, en razón del nivel de comprensión de la palabra.

Pero esto solo sucede cuando nuestro conocimiento es meramente teológico, y tenderemos a despreciar a las personas, cuyos conocimientos nos parezcan toscos, y comenzar a verlos como personas o elementos de muy poco valor.

1 corintios 8
1 En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.
2 Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.
3 Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.

Si adquirir conocimientos teológicos es un fin en sí mismo, si estudiar la Biblia no representa un motivo más elevado que el deseo de saber todas las respuestas, entonces nos veremos encaminados directamente a un estado de orgullo y autoengaño.

Debemos cuidar entonces nuestro corazón de no tener una actitud como esta.
Porque el propósito de todo conocimiento es el amor; primeramente a Dios y luego a nuestro prójimo, para que ellos también puedan llegar a la plenitud del hijo de Dios.

Se puede llegar a conocer mucho acerca de Dios, sin tener mucho conocimiento de él.

Porque el que le conoce sencillamente ama.
Mas el que dice tener conocimiento de él, humilla, juzga, califica y clasifica.

Otra característica de quien conoce a Dios es, que piensa siempre grandes cosas de Dios.

Daniel 2
20 Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría.
21 El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.
22 El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz.
23 A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey.

Quienes conocen a Dios, evidencian seguridad en Dios.
Quienes conocen a Dios, manifiestan gozo en Dios

Si esto no está sucediendo; es porque lo más seguro es que solo conozcamos la biblia, y no al que la inspiró.

¿En qué consiste, entonces conocer la senda antigua?

La senda ES DIOS MISMO, ya que el dijo

Juan 14
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

Y todo esto es con el fin de que tú glorifiques al padre con lo que te ha entregado, como lo vimos en el tema “talita cumi”

Entonces debes esforzarte en conocer al padre, así como nos muestra el padre que nos conoce.

Éxodo 33
17 Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.
18 El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.

Jeremías 1
5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
6 Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
7 Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

Juan 10
14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.

Nota la importancia que Dios da al conocimiento que tiene de los suyos.

Y la razón es que todo ese conocimiento está asociado con sus planes de restauración de su creación.

Y este conocimiento implica afecto personal, restauración, fidelidad a sus pactos, a sus promesas, protección. Y sobre todo:

Romanos 8
32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?


Si tú regresas a la senda antigua.